3. Cerdo a la brasa

6.5K 685 121
                                    

La misión iba muy bien, Dabi y yo habíamos conseguido robar los documentos de un hombre con mala fama y estábamos disfrutando de una copa, pero Tomura, sabe Dios por qué, decidió entrar al ver que no salíamos. Ver a Tomura en un pub es, cuanto menos, divertido. Está tan fuera de lugar que llama mucho la atención, así que no podemos quedarnos aquí. Agarro la manga de su sudadera negra y tiro de él hacia la salida. Dabi nos sigue, riéndose. Salimos del club con tranquilidad, al menos de mi parte y de la de Dabi. A Tomura parece que va a darle un ictus  o algo malo.

—Tus habilidades de socialización son nulas—se burla Dabi

—Cállate—gruñe el de pelo azul

—Pero solo dice la verdad, Tomu—chan—bromeo

Recibo una mala mirada de su parte y decido detener las burlas al ver como empieza a rascarse el cuello. Agarro su muñeca y lo detengo antes de que se haga daño. Se suelta bruscamente, como si mi contacto le diese calambre. Pongo los ojos en blanco.

—¡Ayuda!—grita una niña pequeña y se aferra a mis piernas

Está temblando y llorando, me agacho para ver qué le pasa.

—M—mi padre quiere pegarme... ha venido a casa borracho otra vez—

Frunzo el ceño y casi me desestabilizo cuando un enorme cerdo tira de la niña con fuerza. Supongo que es su padre. Me levanto y lo miro con desprecio.

—Suelta a la niña—

—No es asunto nuestro, Disaster—

—Cállate, Dabi—

—Cállate tú, mujer. Nunca se callan, solo saben hablar y hablar y meter las narices en asuntos ajenos. ¿Por qué no vas por ahí a ofrecerte como la puta barata que seguro eres?—

Tomura se coloca a mi par y mira al hombre con desagrado. Suspiro.

—Disculpe señor, pero no tengo nada de barata—

Uso mi quirk para golpearlo lejos de la niña, a la que agarro del brazo y pongo detrás de mí.  El hombre vuelve más furioso y trata de golpearme, pero no lo consigue. Hago que termine de rodillas retorciéndose de dolor.

Puto alcohólico, machista y maltratador. Los hombres así me repugnan especialmente, ni hombres deberían considerarse. Solo son cerdos.

—Márchate o te mataré—

Desde el suelo me mira con miedo y asiente, levantándose rápido y saliendo corriendo. Me giro hacia la pequeña y le acaricio el pelo.

—¿Tienes mamá?—pregunto

—No, nos abandonó, o eso dice papá. No lo sé—

—Vamos a hacer una cosa, iremos a la casa de unos amigos míos y ellos te cuidarán.Mientras voy a investigar qué pasa con tu mami, ¿sí?—

—Vale—

—Muy bien, ¿cómo te llamas?—

—Mikoto... Kagami Mikoto—

—Bien. Tienes que ser una niña valiente—

—Esto no estaba en los planes—se queja Tomura

—Id a la guarida, iré más tarde—respondo

Agarro a la niña de la mano y paro un taxi. Tengo la suerte de que la conductora del taxi es una mujer y no un cerdo baboso como los que suele haber. Miko-chan está temblando, no sé si de frío o de miedo. Me quito el abrigo y se lo doy para que se lo ponga.

—Gracias. Siento dar problemas—se disculpa

—No pasa nada, no das problemas. Los hombres son los que dan problemas—

Llegamos a la dirección indicada, pago a la bella taxista y nos despedimos. Es guapa, tal vez debería haberle pedido el número de teléfono. Bueno, debo concentrarme en lo que estoy haciendo ahora. Seguimos un sendero de piedras que lleva a una casa un poco recluida en medio de ninguna parte. Sé que la niña va a estar a salvo aquí.

—¡Akane! No te esperábamos—exclama sorprendida mi antigua mano derecha, One

—Ha surgido algo, ocúpate de esta niña mientras investigo unas cosas. Más tarde te contaré todo lo que ha pasado—

—Claro—le da la mano a la niña y la hace pasar a la casa

—Me voy, nos vemos—

⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛

Doy un pisotón a la banqueta en la que estoy sentada, estoy muy molesta. No he tardado ni tres horas en descubrir lo que había hecho el cerdo ese con la madre de Mikoto. Joder, ¿qué coño hace la policía? Trabajar desde luego que no.

—¿Pasa algo, Disaster?—pregunta Kurogiri

—No. ¿Puedes servirme otra copa?—

—Claro—

Al levantar la cabeza del portátil soy consciente de que muchos de los villanos de la liga me están mirando con curiosidad. Pongo los ojos en blanco y me bebo lo poco que queda de vodka en mi vaso. Kurogiri me sirve más en cuanto vuelvo a apoyar el vaso en la barra. Tomura me mira tan fijamente que siento su mirada clavándose en mi cuello. ¿Qué le pasa?

—¿Qué?—pregunto, girándome para mirarlo

—Nada—

—¿Por qué me miras entonces¿ ¿Acaso estás recreando lo que pasó anoche?—

Abre la boca para decir algo, pero se queda en blanco, totalmente sonrojado. Se cruza de brazos, como un niño al que le va a dar un berrinche en cualquier momento. Magne, Dabi, Twice y Toga se acercan a nosotros.

—¿Qué pasó anoche?—pregunta Toga

—Sí, eso, queremos saberlo—añade Twice

—No está bien ocultar secretos entre los miembros de la liga—se queja Magne

Pongo los ojos en blanco y vuelvo a girarme para seguir mirando el portátil. No soy muy fan de las personas curiosas, pero me divierte molestar a Tomura, así qué...

—Preguntádle a vuestro líder—

Empiezan a acosar a Tomura para que responda, pero éste se niega a hacerlo. Dabi se ríe y me pasa el brazo por los hombros.

—La pregunta importante es, ¿sigue siendo un virgen?—pregunta con una sonrisa burlona

—Por supuesto que sí, cielo—

—¡Voy a desintegraros!—

Juego de seducción -Shigaraki Tomura-Where stories live. Discover now