Shigaraki hundió la cara en la almohada, ahogando un grito de frustración. Sus juegos lo estaban volviendo loco, ignorarla no había funcionado, al contrario, ella jugaba con él todavía más. ¡Acababa de enviarle una foto en ropa interior! Por Dios, é...
Tomura dejó el desayuno a medias y se levantó, despidiéndose entre balbuceos de Kurogiri. Fue al baño para darse una ducha rápida y se cambió de ropa, estaba increíblemente nervioso, todavía más que anoche. ¿Qué pasaría ahora? ¿Iba a poder tocarla?
¿Llamaba a la puerta antes de entrar? No sabía muy bien qué hacer, y maldijo su decisión de no secarse el pelo, las gotitas caían por su espalda y hombros, consiguiendo que se estremeciera.
⏤¿Vas a pasar o no, Tomura? No tengo todo el día⏤oye la voz de Disaster
El de pelo azul se sobresaltó, no esperaba que ella lo oyese llegar. Pensó que había quedado como un idiota, suspiró y entro en la habitación. Disaster estaba sentada en su escritorio, tecleando algo en su ordenador de mesa, estaba preciosa con su vestido negro y pelo suelto. <<Siempre está preciosa>>pensó Shigaraki
⏤Te atiendo en un segundo, mi hermoso niño virgen⏤
<<Tanta prisa para que entre y ahora me deja esperando>>pensó el de pelo azul, sentándose en la cama. Disaster tecleó un par de cosas más y bloqueó la pantalla del ordenador, se estiró en la silla.
⏤¿Vas a huir como niño pequeño hoy también, o vas a quedarte?⏤lo encaró, por fin
Sus ojos verdes quemaban, sentía como su mirada iba de arriba a abajo, escaneando todo su cuerpo. Se tensó cuando Disaster se acercó a él, arrodillándose sobre la cama, entre sus piernas. Quería tocarla, pero una parte de él no estaba seguro de hacerlo, ¿y si algo salía mal y la lastimaba de nuevo?
Disaster resopló y agarró la mano izquierda de Shigaraki, poniéndola en su cadera. No le dio tiempo a pensar, lo besó. Ella no quería que él se perdiese en sus estúpidos pensamientos, no quería pensar en nada más que en sus cuerpos juntos. Shigaraki llevó su mano libre a la cremallera del vestido, tratando de quitárselo, pero no tuvo éxito. Disaster no pudo evitar carcajearse, pero sin malicia, le daba ternura.
⏤Tranquilo, bebé, yo me ocupo de los temidas cremalleras. Desnúdate mientras tanto⏤
Se bajó la cremallera suavemente y dejó caer el vestido al suelo, Tomura se quedó quieto en su lugar, observándola. Era demasiado preciosa para ser real.
⏤¿También quieres una foto hoy? No voy a quejarme si la quieres⏤
⏤V-vale⏤
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⏤¿Así está bien?⏤preguntó coquetamente
Tomura se olvidó de cómo respirar por unos segundos, asintió y luego sacó su nuevo móvil y fotografío a Disaster. Quería conservar esa foto hasta el día de su muerte, era increíblemente seductora y eso estaba afectando demasiado a sus hormonas.
⏤¿Ya está?⏤
Tomura volvió a asentir y guardó el móvil en el bolsillo de sus pantalones. Disaster se puso de pie, retiró su ropa interior y empezó a desabrochar la camisa del mayor, besando su cuello en el proceso. Era satisfactorio, o al menos eso pensaba el de pelo azul.
