11. Rojo carmesí

3.8K 380 65
                                    

Tomura intenta acercarse a mí y yo no puedo retroceder más porque la pared está a mi espalda. Sudo frío, mi corazón late como loco al punto de lastimarme, no sé qué hacer. Extiende sus manos delante de mí y deja de avanzar, me está mostrando que no va a lastimarme, lo agradezco porque estoy teniendo una especie de ataque de pánico. Obviamente sé que él no me haría daño, pero mi cerebro ahora mismo no quiere razonar.

—Tranquila, no va a pasarte nada.Todo está bien—murmura

—Lo sé—respondo, sin embargo, sigo encogida en mi lugar

Respiro hondo, tratando de tranquilizarme. Odio seguir teniendo estos sueños, me hacen débil y yo no puedo serlo. Tengo que atrapar a ese hombre y eliminarlo para poder dormir en paz, quiero ver mis manos cubiertas de su sangre.

—Yo... yo también tengo pesadillas a veces, sobre cosas que ocurrieron en el pasado, no tienes que avergonzarte—

Levanto la vista de sus manos para fijarme en sus ojos. Está preocupado por mí, lo cual me hace sentir algo agradable en el pecho, él es buena persona. Esta vez soy yo la que se acerca y rodea su cintura con los brazos, dándole un pequeño abrazo. Es cálido y tierno, como siempre.

—¿Te sientes mejor?—pregunta en voz baja

—Sí, siento haberte despertado—me disculpo

—No importa. ¿Quieres volver a acostarte?—

—-Vale—respondo, soltándolo

Nos tumbamos, cada uno en un lado de la cama. Me siento vulnerable, así que apoyo la mejilla en su pecho y lo abrazo. Estoy muy agusto aquí.

- - -

Cuando Hell me dijo que ya lo tenían no lo creí, pero ahora que lo veo delante de mí no puedo evitar regodearme en su expresión de terror. Lo tenemos encadenado a la mesa, en una habitación casi vacía, que la Liga de Villanos no utiliza. Solo hay dos sillas, una mesa y la motosierra que acaban de traerme. Me siento emocionada como si fuera navidad.

—¿Qué demonios quieres de mí?—gruñe

Lo odio. Lo odio. Lo odio. Por su culpa tuve que irme de casa con solo 12 años, pasé por un montón de mierda para llegar a donde estoy ahora. Y él dejó a mi madre por otra mujer 10 años más joven, es asqueroso.

—Quiero venganza—

—¿Y qué vas a hacer, pequeña zorra? ¿Llorar y patalear como hacías mientras te la metía?—

Aprieto la mandíbula, furiosa. Es un cerdo que solo merece ser sacrificado, nada más, no merece respirar el mismo oxígeno que yo. Voy a hacer que desee estar muerto. Me acerco un poco a él para poder controlar su mente.

—Vas a coger esa motosierra, encenderla y cortarte la pierna derecha—

—¿Por qué mierda iba a hacer eso?—

—Porque yo te lo ordeno—digo con una sonrisa

Con las manos temblorosas enciende la motosierra y la acerca a la pierna. Duda durante unos segundos, pero lo hace, empieza a cortarse, porque no le queda otra opción. Su sangre salpica mi vestido blanco y la pared de la habitación, no puedo evitar sonreír. Amo el color rojo carmesí y el sonido de sus gritos desgarradores.

Vamos, capullo, grita para mí.

- - -

Un hombre con las piernas cercenadas casi por completo salió por el pasillo, arrastrándose hacia el bar. Todos los villanos que estaban ahí reunidos lo miraron con confusión e incluso asco.

Juego de seducción -Shigaraki Tomura-Where stories live. Discover now