23. Boda

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Respiro hondo, intentando no perder la paciencia con Dabi. Acabo de entrar en mi vestido y no quiero ni sudar. Ponerme como una loca sin duda no quedaría bonito. Suspiro. One termina de maquillarme y empieza a retocar mi peinado. Nana-chan juega en el sofá, a varios metros de nosotros.

—Dabi—empiezo a hablar—Nía es mi nueva mano derecha, me importa una soberana mierda si te incomoda trabajar con ella solo porque habéis jugado a papás y mamás juntos—

Tengo que moderar un poco mi vocabulario porque Nana puede escucharnos. Dabi se desespera, revolviéndose el pelo bruscamente. Me irrita, pero también me divierte. El día que presenté a Nía, "Caos" para la sociedad y otros villanos, a Dabi casi se le desencaja la mandíbula al verla. Ella simplemente le hizo un gesto con la cabeza, sin darle importancia. Creo que eso fue lo que tiene a Dabi tan loco. Nía no muestra interés por él.

Es una diablilla mala, por eso me encanta.

—No lo entiendes—replica

One sonríe, pero no dice nada. Dabi sigue intentando que cambie de opinión sobre ponerlos a trabajar juntos, pero me niego. Forman un buen dúo, solo deben comportarse.

—¡No puedo trabajar con esa mujer!—

Justo en este momento entre Nía, así que escucha todo lo que Dabi dice. Resopla y lo mira con desinterés.

—Qué patético eres. Si no puedes trabajar conmigo solo porque hemos follado, eres un inservible, un bueno para nada—lo mira de nuevo, de arriba a abajo—Por mi parte, trabajaré con quién me pidas, jefa—

—Gracias, Nía—

Dabi frunce el ceño y se muerde la lengua para intentar refrenar sus palabras. Está tan tenso que se le marca una vena en el cuello.

—Intentad toleraros, por favor. Os necesitamos a ambos—sonrío—Y sino, qué os den, porque os puedo manipular usando mi quirk, y lo haré si es necesario. Los dos sois especialitos y tenéis que aprender a cooperar. Así como hacéis en la cama—

Lo último lo digo de forma maliciosa, cosa que hace reír a Nía.

—Ahí tampoco le iba muy bien a él—responde ella

Me carcajeo sin poder evitarlo. Incluso One suelta una pequeña risa. Por suerte Nana no nos presta atención.

—Pues por cómo gemías…—empieza a hablar Dabi

—Los hombres sois fáciles de engañar. Fingir es tan sencillo con vosotros—lo interrumpe Nía

Dabi abre la boca para contraatacar, pero no es capaz de decir nada, así que la cierra. Nía rompe el poco espacio que los separa y se acerca tanto a él que parece que lo va a besar. Lo mira a los ojos tan fijamente que Dabi acaba apartando la mirada y se aparta. 

—¿Te has quedado sin palabras, niño de papá?—

Dabi frunce el ceño. Decido intervenir antes de que la cosa se ponga mal.

—Tenéis que ir a cambiaros ya chicos, la ceremonia va a empezar en breves—anuncio

Dabi sale de la habitación sin decir nada, dando un sonoro portazo. Nía abre el armario que hay en una esquina del lugar y coge el vestido negro que le he asignado. Se cambia sin decir nada. Cuando está lista, yo misma la maquillo y arreglo su pelo.

—Gracias, Akane. Estás muy guapa—me agradece

Sonrío. 

—No seas muy mala con Dabi, en el fondo es buen chico—digo

One nos saca varias fotos, luego es Nía quién me saca fotos con One y Nana-chan. Minutos después llega Michael con Isaac, el bebé que tuvo con One. Más fotos.

Empiezo a ponerme algo sentimental de más y tengo que respirar en profundidad para no derramar ninguna lágrima. Tengo una familia increíble. Mi madre entra en la habitación antes de que la ceremonia empiece y llora al verme. Me agrada que esté, pero no me da ningún sentimiento es especial.

Dabi es quién me acompaña al altar improvisado que Magne, Twice y Toga han montado. Todos mis socios y los más cercanos a Tenko están aquí. Verle en el altar con un traje rojo y negro me hace increíblemente feliz. Tenko está tan guapo… Mi vestido es totalmente rojo, teñimos uno típico de novia para que fuera de mi color. No me iba a casar de blanco, no encajo en ese molde.

—Felicidades—susurra Dabi—Os merecéis esto y todo lo bueno que os llegue—

—¿A pesar de lo de Nía?—bromeo en voz baja

Me asesina con la mirada pero acaba sonriendo. 

—Eres una malnacida, pero es parte de tu encanto—responde

Llegamos al lado de Tenko, Dabi me suelta y le doy la mano a mi casi marido. No podemos llorar delante de tanta gente, pero no por ello disimulamos nuestra felicidad. Por fin podemos casarnos.

La ceremonia transcurre rápida, no sigue ninguna tradición concreta, simplemente imitamos algo similar a lo que vemos en películas. Luego damos un festín a los invitados.

 Ya es oficial, soy Shimura Akane a partir de este bendito momento. La gente empieza a desmelenarse, bailan, beben… y Tenko y yo tenemos un rato para nosotros.

—Ha sido un buen día—le digo, abrazándome a su brazo

—Sí…estoy feliz de poder llamarte mi mujer oficialmente—

—Así es, ahora soy tuya completamente y tú eres mío para el resto de nuestra vidas—

Tenko me besa, así que rodeo su cuello con mis brazos. Con un solo beso ya tengo ganas de llevarlo a la cama, no lo puedo evitar. Es que mi marido es muy sexy. 

—Te amo, Akane—

—Te amo, mi marido—

Vuelvo a besarlo y lo abrazo, hundiendo mi cara en su pecho. Me siento tan bien…

—Oh—murmura 

—¿Qué?—

—Date la vuelta—me dice

Al hacer lo que me pide me encuentro con una escena sorprendente. Nía y Dabi se están dando el lote a lo grande en una esquina de la habitación. Dabi aprieta sus manos contra el trasero de la chica y la pega a su cuerpo. Que química tienen.

—Chicos, eso mejor en la privacidad. Hay niños—les recuerdo

Se separan, algo avergonzados creo. Dabi agarra a la chica del brazo y la saca del cuarto. Probablemente camino a su habitación. Ojalá que la pasen bien y se lleven mejor.

—A ver si arreglan sus problemas a polvos—murmura Tenko

Sonrío. 

—Ojalá—

—Creo que Dabi va a caer profundamente por esa chica. Por fin voy a poder burlarme de él—

—Que malo eres, bebé —





Juego de seducción -Shigaraki Tomura-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora