2. Puedo ser una hermosa pesadilla

7.6K 720 632
                                    

La morena suspira aburrida, tumbada encima de su cama. Hoy no ha sido un gran día, apenas ha tenido nada que hacer y hasta el día siguiente no tendría su primera misión con la liga. Revisa su móvil, por tercera vez, tiene algunos mensajes pero nada interesante.

De pronto una idea empieza a formarse en su cabeza y sonríe maliciosamente. Oh sí, iba a divertirse bastante. Busca el número de Shigaraki entre su agenda de contactos y cuando lo encuentra abre una conversación. <<Vamos a empezar con esto, a ver si consigo divertirme un poco>>piensa.

RedQueen:

Holaaa!

Estás ocupado, niño?

Me aburro:(

Virgen-kun:

No me llames niño, maldita

No estoy ocupado, pero

no quiero que me molestes


RedQueen:

Que frío eres:(

Virgen-kun:

Cállate


RedQueen:

Ten, para que no te aburras mucho

Ten, para que no te aburras mucho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Virgen-kun:

. . .


RedQueen:

¿Qué pasa? ¿Estás bien?

¿Has tenido una erección?


Hace un puchero al comprobar que Shigaraki se ha desconectado y ha dejado de responder, su diversión se ha acabado al parecer. Aunque en el fondo sabe que Shigaraki ha tenido que reaccionar de alguna forma divertida, probablemente nunca ha visto a una chica en ropa interior y, aunque ella lleva una ropa interior simple hoy, está segura de que el mayor se ha excitado.

—¿Debería ir a su cuarto? Tal vez se ha desintegrado el pene y yo aquí, tan tranquila—dice en voz alta

⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛⌛

Gruñe, molesto consigo mismo. Ha vuelvo a desintegrar el móvil, otra vez, ya es el tercero del año. Shigaraki, tumbado en su cama, mira hacia bajo y chasquea la lengua al notar que tiene una erección. Maldita mujer, iba a acabar con él, seduciéndolo a cada rato y burlándose de su supuesta virginidad.

Bueno, era cierto, él era virgen, pero eso no significaba que ella pudiera acosarlo todo el tiempo. No es justa esta situación, ella no tiene ni idea de lo difícil que era para él masturbarse sin usar sus cinco dedos. ¡Una vez estuvo a punto de desintegrarse a sí mismo por error! Era muy molesto, no quería tocarse pensando en esa mujer, aunque no sería la primera vez, él era humano, y si una mujer tan hermosa lo coqueteaba pues no podía resistirse.

Aún así le molestaba mucho, porque sabía que Disaster no tenía ningún interés real en su persona, sabía que no lo consideraba atractivo porque nadie lo hacía. Shigaraki era virgen porque siempre había sido repudiado por el resto de las personas y eso, además, lo había hecho inseguro.

Hundió la cara en la almohada, ahogando un grito de frustración. Sus juegos lo estaban volviendo loco, ignorarla no había funcionado, al contrario, ella jugaba con él todavía más. ¡Acababa de enviarle una foto en ropa interior! Por Dios, él no era de piedra. ¿Por qué Disaster era tan hermosa? Todo en ella resultaba atrayente, su voz juguetona y coqueta, sus profundos ojos verdes, su cuerpo perfecto... incluso sus labios siempre pintados de rojo. Todo, todo atraía a Shigaraki, como si su cuerpo le gritase a ella que lo tocara. No podía permitir eso, no podía dejar que ella se diese cuenta de cómo lo afectaba, él era el líder de los villanos, debía mantenerse sereno.

Pero la pregunta era, ¿podría conseguirlo? No estaba tan seguro.

Con cuidado se bajó los pantalones y la ropa interior. Su erección golpeó su bajo vientre al ser liberada. Le molestó estar tan excitado por una estúpida foto, por una estúpida chica que solo jugaba con él, pero no podía evitarlo. Con cuidado rodeó su miembro con los dedos corazón, anular y meñique y empezó a masturbarse. Se sentía bien, pero tenía que tener cuidado o podría haber un accidente.

—¿Shigaraki?—

El joven peliazul quiso morirse cuando vio a la morena entrando a su habitación como si nada. Se había olvidado de cerrar con llave, algo que jamás le había ocurrido antes, por andar distraído pensando en la chica. No supo cómo reaccionar, se quedó clavado en la cama, horrorizado. Estaba desnudo de cintura para abajo y masturbándose, ella lo había pillado.

—Vaya, vaya—se acercó a él con una sonrisa, apoyando una de sus rodillas en la cama—¿te ha gustado la foto, bebé?—

Shigaraki sentía las mejillas calientes, seguro que estaba sonrojado por el bochorno que estaba pasando. Disaster lo tomó por la barbilla para obligarlo a mirarla a la cara, tenía una sonrisa de superioridad que hizo que Shigaraki deseara desintegrarla, pero se contuvo. Era valiosa para la liga.

—Tiene que ser difícil tocarse así—dijo en voz alta la joven—pobrecito, tu quirk es muy incómodo para estas situaciones—

—V-vete—tartamudeó avergonzado

—Oh no, yo he provocado esto y tengo que solucionarlo. ¿No lo crees?—

<<¿Qué?>>pensó Shigaraki. Se tensó cuando sintió la mano de la morena sobre la suya, apartándola. Cerró los ojos, no podía soportar la vergüenza de estar tan expuesto ante esa mujer.

—No seas tan pasivo, Tomura, eso me excita—susurra Disaster en la oreja del mayor

Shigaraki abrió los ojos para fulminarla con la mirada, pero enseguida tuvo que volver a cerrarlos, ya que la morena había comenzado a mover su mano, masturbándolo. No pensó que eso pudiese sentirse tan bien, incluso soltó un pequeño gemido que no hizo otra cosa que mortificarlo más.

—No pienses y disfrútalo, idiota—

Disaster comenzó a mover su mano más rápido para no darle la oportunidad a Shigaraki de huír. Se veía totalmente indefenso y excitado, y eso le encantaba a la morena, aunque no iba a admitirlo en voz alta... por el momento. Sentía como el mayor temblaba y tratada de acallar, sin mucho éxito, sus gemidos.

<<Probablemente nadie lo ha tocado antes, que tierno>>pensó la morena

—Ahhh, mierda—terminó en la mano de la chica, apretando las sábanas con las manos y desintegrándolas

—Agradezcamos que han caído las sábanas y no tu pene—

—No tiene gracia—gruñe Shigaraki

—Oh, vamos, no te enfades—se agacha para poner su cara más cerca de la del contrario— si te portas bien conmigo, usaré mi boca la próxima vez—

Shigaraki volvió a sonrojarse, no por las palabras de Disaster, sino porque había vuelto a endurecerse. Quería saber que se siente cuando te hacen sexo oral, y también cuando tienes sexo con alguien.

—Mmm, quien lo diría, eres un calenturiento—se burla la chica

—C-cállate—

—Me callaré—sonríe—solo porque voy a irme y voy a dejarte así, precioso—

—N-no...—

—Adiós, Shigaraki. Suerte, no pierdas a tu pequeño amigo—

Juego de seducción -Shigaraki Tomura-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora