Juego de seducción -Shigaraki Tomura-

8. No soy hermana de una zorra

Llego a la guarida súper cansada, he estado dos días completos fuera, haciendo entregas para clientes vips y llevo más de 32 horas sin dormir. Son las siete de la mañana, todos duermen todavía, así que voy al bar y me sirvo un vaso de vodka, necesito relajarme. Oigo un par de voces en el pasillo, pero lo ignoro pensando que será algún villano, me sorprende ver a Tomura con una mujer rubia. La mujer le planta un beso en la mejilla y Tomura mira al suelo, avergonzado.

—Buenos días—les digo

Aunque está claro que ellos todavía no se han ido a dormir. ¿Tomura acostándose con mujeres? Sorprendente. La chica rubia me mira por encima del hombro y le susurra algo a Tomura, que se va por el pasillo.

—¿Quién eres?—me pregunta

Su tono es despectivo y soberbio, cosa que me molesta, pero decido ser amable y sonreírle.

—¿Quién eres tú?—

—Miki—

—Disaster—

—¿Qué haces aquí?—

¿Qué le importa? Debería ser yo la que hiciera preguntas, pero bueno, no me voy a molestar en enfadarme. No pasa nada, no me importa.

—Vivo aquí—respondo, encogiéndome de hombros—¿y tú?—

—Me follo al raro de pelo azul—responde

—Que bien—respondo con una sonrisa

Ya me lo imaginaba.

—No es por ser mala, las mujeres tenemos que ser hermanas, pero te lo voy a ir advirtiendo ya. Ese friki es mío, se le ve a la legua que es ingenuo y quiero aprovecharme de eso—

Termino mi bebida y me levanto de la banqueta en la que estaba sentada. No me agradan las mujeres así, y lo que ha dicho de Tomura es horrible, pero no es asunto mío, ¿verdad? Aún así, es cierto que él es ingenuo, como un niño, pero eso es digno de admirar en ciertos aspectos y no creo que sea para aprovecharse de él. Hoy en día queda muy poca gente que sea pura de corazón.

—Bueno, llegas tarde, yo ya me lo he tirado—río

—No importa quién llega primero—se aparta el pelo con un gesto de superioridad—importa quien lo haga mejor. Y, sin ánimo de ofender, si ha buscado mis servicios es porque tú no lo satisfaces—

La miro en silencio por unos segundos, antes de fingir una sonrisa y llevarme la mano a la cabeza.

—Tienes razón—digo—Es tarde, ¿quieres que te acompañe afuera?—

—Tenko tiene que traerme el dinero, pero me apetece un cigarro. Puedes seguirme como una perrita faldera si quieres—

¿Tenko? ¿Tomura le ha dicho su verdadero nombre a esa... chica? Yo tuve que investigar durante una semana para averiguar eso.<<Perra faldera tu madre, hija de puta>>pienso

—Claro, preciosa—sonrío

Vamos juntas hasta donde el callejón se une con la carretera. Miki saca un cigarro y fuma, apoyada en la pared. No me agrada, no me gusta que alguien me trate como un ser inferior, ni que se metan con Tomura y traten de utilizarlo.

Bueno, está claro lo que tengo que hacer, ¿no?

—Hey—llamo la atención de la prostituta

Me mira a los ojos y aprovecho eso para entrar en su mente. Tiene el cerebro más vacío que he visto en mi vida. Por la carretera se acerca un camión de reparto... perfecto

—Vas a saltar delante de ese camión—

—¿Por qué haría eso?—

—Porque es lo que yo quiero que hagas—