Capítulo 10

1.1K 173 17
                                    

No tuvimos tiempo para mucho cuando llegamos esa noche al apartamento. Ordenamos una pizza cerca de las 11:00 pm y después de comerla acompañada por una soda, rápidamente nos pusimos a preparar las maletas para el viaje. Daniel se había hecho cargo de todos los preparativos del viaje y nuestro vuelo salía a las 8:30 am. Tengo tanto que preparar y tanto que dejar atrás.

¿Por cuánto tiempo estaríamos en Londres? Lo mismo podrían ser semanas que meses. ¿Cuánto podía durar una misión? Me pregunto mientras termino de preparar la primera maleta. Entonces sonó mi teléfono. Lo busqué entre la ropa que tenía esparcida encima de la cama. Es Jessy. Puse el teléfono en altavoz. Daniel estaba bañándose.

—Hola Jessy.

— ¿Cuánto tiempo vas a estar en Londres?

—No lo sé Jessy, no es algo que pueda preguntarle y ya.

— ¿Entonces va muy en serio la relación?

—Sí, no podemos vivir el uno sin el otro. —literalmente es verdad. No podemos estar separados.

— ¡Wau! No sabes cuánto me alegro por ti, nunca creí que pudieras olvidar al idiota.

Si, ha sido difícil. Pero lo he logrado.

—Yo tampoco. —confesé.

—Veo que estás dispuesta a hacer cualquier cosa por él.

—Si, Jessy. Lo haría. Si ahora el me pidiera que saltara de un avión lo haría sin dudarlo dos veces.

—Me alegra que hayas encontrado a alguien que te ame tanto como tú a él.

—Sí, yo igual.

— ¿Ya terminaste de preparar el equipaje?

—Estoy haciéndolo mientras hablamos. —respondo mientras guardo mas ropa en la otra maleta.

—Bien, no te molesto más. Termina con tus maletas y no te olvides de mí.

—No lo haré Jessy, o mejor, tú no me dejarás.

—Que bien me conoces. Te dejo que termines Kate, buenas noches, ten un buen viaje.

—Gracias, te llamo en cuanto me instale en Londres. —y colgué.

Y me quedo mirando fijamente el teléfono sobre la cama.

—No sabes cuánto me gustaría que él me amara como lo amo yo a él. —le digo al teléfono.

Respiro profundamente.

No me gusta mentirle a Jessy. Pero que otra opción tengo. Ella no puede saber la verdad oculta detrás de la relación que tengo con Daniel. Limpio una lágrima que cae por mi mejilla. Siento la puerta del baño abrirse. Daniel sale con una toalla enredada en la cintura.

— ¿Estás bien?

—Sí, necesito una ducha. —respondo escapando rápidamente hacia el baño y cerrando la puerta detrás de mi.

Son demasiados sentimientos, demasiadas emociones. Demasiados cambios en tan poco tiempo. Abro la ducha y me meto debajo del agua mientras las lágrimas salen a borbotones de mis ojos. Mañana a esta hora estaré comenzando una vida nueva, en un país prácticamente extraño para mí, junto a un hombre que amo con todo mí ser pero que no me ama, «pero te desea»—me grita mi subconsciente.

Sí. El sexo con Daniel es estupendo. Pero no todo se puede reducir a eso, ¿verdad? ¿Acaso puedo estar con él solo por sexo? Bueno hasta el momento es así, y me va estupendamente. Y así será hasta que el termine su misión que lo mismo puede terminar pasado mañana que dentro de tres años. Pero la parte egoísta de mí, quiere más, necesito más. Y sé que tarde o temprano no voy a poder continuar con este acuerdo y tendré que renunciar a él completamente. Pero por ahora, mientras pueda y me sienta capaz, voy a disfrutar al máximo los momentos que tenemos juntos. Termino de ducharme y regreso a la habitación, no hay señales de Daniel por ninguna parte. Pero siento unos golpes provenientes del gimnasio.

Price© ✔️(+18) #2 La MisiónWhere stories live. Discover now