Price© ✔️(+18) #2 La Misión

Capítulo 18

Abrí mis ojos. No tengo las gafas puestos. Me he quedado dormida, y no sé por cuánto tiempo ha sido. Me incliné hacia una de las mesitas de noche buscando mis gafas. Las encontré y me las puse.

Afuera es de noche y se puede ver la nieve cayendo. Daniel no está a mi lado. Me levanté de la cama y me dirigí hacia el baño. Llegué frente al espejo y me atreví por primera vez a mirarme. Mi rostro es un desastre total. Sobre la ceja hay una herida de al menos dos centímetros. Me toqué suavemente allí.

— ¡Auch! —gimo, aún duele. Tengo la ceja algo hinchada con el ojo ligeramente algo morado. Entonces me quedé mirando la cadenita con las chapillas en mi cuello—. No creo que me las quite nunca. —murmuré mientras me dirigí nuevamente hacia la habitación.

Busqué en una de las maletas una ropa que ponerme y cuando estuve vestida y presentable, salí de la habitación. Buqué mi teléfono que dejé cargando en la mesita la noche anterior. Tengo varias llamadas de Jessy y muchas más de mi madre. Y decidí hacerles una breve llamada primero a mi madre y después a Jessy para que no se preocuparan.

Mamá está histérica y súper preocupada, pero se ha quedado más tranquila después de hablar conmigo. Y Jessy, sin embargo, está molesta porque le he colgado.

— ¿Por qué me has colgado? —me reclamó.

—No lo he hecho, me quedé sin batería.

—Estábamos preocupados, todos supimos lo que sucedió en la convención. ¿Están bien?

—Sí, estamos bien.

—Pero los medios no dicen mucho. ¿Se robaron el prototipo?

—Sí, ya los federales están a cargo. —le contesté evasivamente.

Y yo estoy comprometida con uno de ellos. Muero por contarle de mi compromiso con Daniel. Pero no es ni el lugar ni el momento para hacerlo. Ya encontraré la forma.

— ¿Entonces van a regresar? —no creo que deba involucrar a Jessy. Y contarle que estoy aquí, será como hacerlo.

—No creo Jessy, no hasta que se resuelva esta situación.

—Me mantienes informada.

—Lo haré. —respondí terminando la llamada.

No quiero involucrarla en los asuntos en los que estoy metida. Salgo de la habitación en busca de Daniel y lo encuentro en la sala. Está sentado con la laptop sobre sus piernas. Muy concentrado en lo que está haciendo. Más que concentrado, ahora que me acerco más a él, luce preocupado.

— ¿Todo está bien? —le pregunté sentándome a su lado—. Te ves preocupado. —le dije mientras apartaba un mechón de cabello de su rostro.

—Sí, tengo un pequeño problema para acceder a las cámaras de seguridad de donde están los ladrones. —me dijo mientras le salió otro cartel de acceso denegado en la pantalla.

— ¿Puedo? —le pedí mientras él me miró levantando una ceja.

—De acuerdo—me dijo mientras me pasaba la laptop. Y rápidamente me puse en ello—. Pero no creo que puedas hacer mucho, yo llevo casi una hora intentándolo y es completamente imposible que...

—Listo. —le dije devolviéndole la laptop.

Daniel miró fijamente la pantalla y después a mí.

— ¿Cómo lo has hecho tan rápido?

—Casi lo habías logrado, solamente estabas poniendo un código mal. —respondí recostándome sobre su hombro.

— ¿No te interesaría trabajar para la CIA? —preguntó mientras reí a carcajadas.