Capítulo 23

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Es una suerte que Daniel me hubiese dejado dos agentes. Que en estos momentos se han convertido en ayudantes. Uno de ellos conduce mientras el otro va a su lado mirando en todas direcciones. Aparcaron el auto a dos cuadras del lugar, creo que desde aquí puedo hacer perfectamente mi trabajo con todo el equipo que he traído conmigo. Saqué la antena y la coloqué en el techo del auto, orientándola a la casa. La conecté a la laptop y después comencé a hacer mi trabajo.

Un trabajo para el que he esperado seis años y para el que me he preparado todo este tiempo. Un trabajo con el cual pagaré mi deuda pendiente con la CIA.

La casa tiene un sofisticado sistema de seguridad, nada complicado para acceder desde aquí. Quince minutos más tarde ya he logrado violarlo y tengo el control absoluto de las cámaras de seguridad.

Pero he descubierto algo mientras lo hago. Todas las transmisiones dentro de la casa son interceptadas. Así que ellos pueden escuchar todo lo que Daniel habla con su equipo.

En uno de los pases de las cámaras puedo ver a varios guardias de seguridad fuera de combate. Ya han entrado.

Ahora solo queda la otra parte.

La más difícil.

Desactivar el sistema Anti-Tec.

—Bien, he terminado mi trabajo aquí, vamos dentro. Necesito acceder hasta donde está el servidor central para poder invalidar el sistema en su totalidad—les dije mientras guardé la laptop y unos accesorios en una mochila que me coloqué en la espalda—. Dejen aquí sus transmisores, todas las señales son interceptadas allí adentro. —les ordené mientras ellos se los sacaban y yo me colocaba el teléfono con la cajita decodificadora en la cintura.

Bajamos del auto y seguimos la misma ruta planeada del otro grupo.

Pistola en mano, entramos por el mismo lugar y una vez dentro del terreno de la casa cambiamos de dirección yo voy adelante mientras Black y OʹMaley me siguen.

Me coloqué las gafas térmicas y busqué señales de calor detrás de la puerta de servicio por la que estamos a punto de entrar.

Ninguna. Perfecto.

Conecté el teléfono al panel de seguridad y desactivé la puerta.

—El servidor central está en el segundo piso de la casa, tercera puerta de la derecha. Así que lo tendremos algo difícil, ya que tendremos que atravesarla completamente. ¿Listos? —me contestaron con un asentimiento.

Abrí la puerta y entramos.

Tenemos frente a nosotros un largo pasillo con dos puertas a cada lado antes de llegar a otra puerta de seguridad que da paso a la estancia principal. Les hice señas para que revisaran las puertas de atrás y yo revisaré las dos de adelante.

Me adelanté en el pasillo y llegué a la primera puerta. Lo bueno de las gafas térmicas es que puedes saber cuántas personas hay dentro sin tener que abrir la puerta. En esta hay una, y está armada.

La puerta no tiene seguridad, la abrí lentamente aprovechando que la persona dentro se encuentra de espalda a mí, y en cuanto logré divisarlo bien le disparé. Un tiro limpio en la cabeza sin darle tiempo a desenfundar el arma que ya tenía agarrada.

—Uno menos. —salí de la habitación.

Cerré la puerta sin hacer ruido y cuando fui a abrir la del frente, esta se abrió.

¡Mierda!

Reaccioné rápidamente cuando el hombre levantó el arma apuntándome.

Lancé una patada a su mano haciendo que soltara el arma y después apunté rápidamente. Sin pensarlo dos veces disparé a la cabeza y entré en la habitación disparándole al otro que cayó rápidamente al suelo.

Price© ✔️(+18) #2 La MisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora