Capítulo 5.

22 12 12
                                    

Después de un rato de conducir llegaron a un edificio cerrado, con ventanas rotas y con apariencia de abandono.

— ¿Qué es este lugar? —Liam analizó cada rincón con la mirada.

—Nosotros lo llamamos "El refugio", pero tú puedes decirle fábrica de vidrio abandonada. —Tiró con fuerza para abrir el portón—. Adelante.

Adentro se encontraban otras personas que los miraron fijamente al entrar, uno de estos caminó hacia ellos para recibirlos.

Parecía ser el más adulto de todos, era un hombre alto de color, con cabello negro y barba; tenía una mirada amable y una voz calmada.

—Finalmente. —Sonrió el hombre—. Bienvenido, Liam, mi nombre es John.

—H-hola —contestó nervioso.

—No tengas miedo, Liam, no vamos a hacerte daño, por el contrario, a partir de ahora nosotros seremos tu manada. —Lo rodeó con su brazo y señaló al resto de personas.

— ¿Manada? —Tragó saliva por los nervios—. No sabía que necesitaba una.

—Ningún lobo sobrevive tanto tiempo solo, mucho menos un novato adolescente —comentó un chico con un físico similar al de Jace.

—Mason tiene razón. —Señaló Jace al otro chico—, por eso te traje, ya que eres un lobo... necesitarás una manada.

Al cabo de un rato, John llevó a Liam y Jace a uno de los apartados de la fábrica que usaba John como oficina.

—Jace me contó que te volviste lobo sin matar a alguien...

—Ah, sí, Jace me dijo que es parte de la maldición de lobo —dijo tratando de recordar—, pero no maté a nadie, además mi familia no es.

—Ya veo, en ese caso lo más lógico fue que alguien te mordió.

—Un dementor —aseguró Jace.

— ¿Un qué? —Preguntó confundido Liam—, ¿es alguna clase de lobo?

—Sí. —Sacó John un libro de su estantería—. Existen tres tipos de lobo... —Hojeó el libro.

—Los originales, los mestizos y los dementors —continuó el rubio—, yo soy un original, al igual que el chico de hace rato, ¿el que te dijo novato adolescente? —Preguntó para hacerlo acordar.

—Los lobos originales son la raza más pura de lobos, puesto que su ADN contiene sangre de lobo heredado por ambos padres. —Señaló el hombre una imagen en su libro—. Y necesitan activar su maldición para volverse un licántropo.

—Pero son los únicos que pueden transformarse por completo en lobo cuando es luna llena —presumió Jace.

—Es una de las habilidades que les da el ser originales.

— ¿Quiénes son los mestizos? —Preguntó intrigado el pelinegro.

—Uno de los padres es humano y el otro lobo. —Volteó la hoja para mostrar otra imagen—. También resultan de ser mordidos por un lobo original.

— ¿Por qué ellos no pueden transformarse en lobo? ¿Entonces en qué se transforman?

—También se les llaman impuros, por ser una mezcla de ADN entre licántropo y humano, es por eso que sus habilidades son menores que las que tiene un original —explicó John.

—La parte humana evita la transformación completa en animal. —Encogió sus hombros el chico rubio—. Se transforman... a medias, por decirlo así.

—Imagino que los dementors son la raza más débil, ¿cierto?

—De hecho, no —replicó John—, a pesar de ser una raza "sucia" son increíblemente fuertes, son la raza más salvaje y primitiva, son creados cuando un humano común vuelto lobo muerde a otro humano.

—Ellos sí se pueden transformar... pero no precisamente en un lobo. —Frunció el ceño Jace con disgusto—. Se vuelven criaturas feas y...

—Jace —lo regañó John y este calló—. A pesar de su apariencia siguen siendo lobos y sin importar su raza son personas como tú, como yo, como Liam y como cualquier otro de esta manada —le habló con serenidad.

—Lo siento, John. —Se mostró apenado y bajó la mirada.

—Un dementor es un lobo peligroso, su salvajismo no le permite pensar y lo único que hacen es matar sanguinariamente cuando se transforman a diferencia de un original o un mestizo que con práctica pueden controlarse en ese estado.

—Los dementors muy fácilmente se quedan varados en ese estado y no logran regresar a su estado humano. —En su voz se oía un gran pesar.

— ¿Y qué ocurre con ellos? ¿A dónde van?

—Creo que es tema para otro día, niño —Le dio Jace unas palmaditas en la cabeza a Liam.

—Jace tiene razón, lo importante es saber cómo te volviste un lobo antes de tu primera luna llena. —Cerró su libro y lo guardó—. ¿Te mordieron?

—No que yo recuerde. —Se cruzó de brazos—. Pero... ¿Qué importancia tiene saber cómo?

—Para saber en qué te transformarás, en un mestizo o... un dementor. —Se cruzó de brazos Jace.

El semblante del chico cambió al oír esa última palabra, su corazón empezó a acelerarse por el miedo de volverse una brutal bestia.

—Liam, no debes temer. —Lo tomó del hombro John—. Nosotros te ayudaremos para que nada malo te pase. —Lo miró fijamente con calma.

— ¿Cómo sabes que tengo miedo? —murmuró.

—Oí tu corazón agitarse. —Señaló con su dedo el pecho del chico.

— ¿Todos los lobos tienen oído supernatural? Yo no he logrado oír nada desde aquella vez —protestó con gracia.

—No tengas prisa, después de tu primera luna podrás oler, oír, correr y aullar como un lobo, incluso dejarás de ser tan debilucho. —Se rio Jace.

—Espero tener mejores reflejos para no ser tan torpe y caerme por todos lados... Quizá así logre impresionar a Injae. —Se sonrió emocionado.

—De todas las chicas lindas a las que le pudiste haber hablado... ¿Tenías que hablarle justamente a la hija del oficial de policía? —refunfuñó con mal genio.

—No sabía que el oficial tuviese una hija —comentó John—. ¿Cómo se llama?

—Se acaba de mudar, se llama Injae... Injae Venator.

—Injae Venator... —murmuró John intrigado—, que nombre peculiar el de tu amiga.

—Sí, lo es, dijo que es de familia.

—Ya veo. —Sonrió al ver el entusiasmo del joven.

Creciendo entre demoniosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant