Capítulo 39.

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Katerina dio pelea, pues no estaba dispuesta a soltar la cura tan fácilmente y los lobos no pensaban dejarla ir con ella, sin embargo, los vampiros eran mucho más rápidos que los mestizos y los rebasaban en número, pues solo eran siete vampiros y cuatro lobos, pero por suerte para estos, otros lobos conocidos llegaron y al ver la pelea se unieron.

Mientras los leales de Katerina se enfrentaban con el resto de lobos, ella peleaba sola contra Liam.

Entre dos lobos despedazaban por completo a un vampiro, otros solo le arrancaban la cabeza o el corazón del pecho, por su parte Liam aventaba con fuerza a la mujer contra los pilares haciendo que se partieran poco a poco, con su gran velocidad ella lograba esquivar al chico y cuando está lo atravesó con su mano para arrancar su corazón, este rápido logró arrancarle el brazo y sacárselo de su cuerpo, eso la debilitó por el dolor, lo que hizo que derribarla fuera más rápido, fue entonces cuando Liam se le fue encima para acabar con ella, mordiendo y desgarrándole todo el cuerpo hasta sacarle las entrañas y arrancarle por pedazos la cabeza.

Finalmente, cuando los vampiros estaban muertos, todos se detuvieron y miraron extrañados entre sí, por los lobos de su manada que se unieron luego, Liam cubierto de sangre se incorporó y se dio la vuelta al oír su nombre salido de una voz familiar.

— ¿Mason? —Expresó confundido al ver al lobo.

— ¿Qué hacen aquí? —Reclamó Mason—. ¿Y qué es todo esto?

—Vinimos por la cura contra el envenenamiento —comentó uno—, ¿y ustedes?

—Unas fuentes nos mandaron a este aquelarre... ¿Qué envenenamiento?

Escondido en uno de los pasillos se encontraba Marcel oyendo todo, así que inmediatamente contactó al clan para notificarle a Arkain la muerte de Katerina a manos de Liam, lo que enfureció al vampiro a más no poder, tanto que mató a sus propios leales que tenía enfrente al oír la noticia.

— ¿Qué demonios, Arkain? —Protestó Greta al entrar al lugar y ver los cuerpos.

Arkain respiraba agitado y furioso.

— ¿Qué salió tan mal para que estés así?

—Liam Hale —murmuró—, ese lobo beta pagará por lo que hizo.

— ¿Se puede saber qué hizo? —Preguntó con cautela—. ¿Consiguió el antídoto?

—Eso es lo que menos me interesa ahora. —Se limpió la sangre de sus manos—. Es momento de que conozcamos a alguien. —Se sonrió diabólico.

Arkain junto con Greta y Elijah se dirigieron a una vieja casa en ruinas a las afueras de Virginia rumbo a Pensilvania, después de ordenarles a sus leales que cumplieran un par de tareas.

Mientras tanto, los lobos seguían en Georgia, Liam decidió preguntar sobre la maldición.

—Lo único que me dijeron algunas brujas en Nueva Orleans, fue que, si existía algo sobre el ritual, este aquelarre sabría. —Suspiró desanimado—. Pero ahora...

—Entonces... ¿Es todo?, ¿no existe?

—Sí, existe —comentó Marcel que se acercó por atrás.

Los lobos se pusieron a la defensiva.

—Tranquilos —expresó sonriendo—, no vengo a pelear, sino fuera por mí, ustedes no hubieran obtenido eso. —Señaló el antídoto—. Fui yo quien envió el sobre y puedo darles algo de información sobre...

— ¿A cambio de qué? —Interrumpió Mason receloso.

—Seguridad, prometan que no me harán daño y entonces haremos un trato.

Creciendo entre demoniosWhere stories live. Discover now