Como dos gotas de agua

Una noche entretenida

 ~Capítulo 2

Llegamos a una cafetería pequeña. Nos sentamos en una esquina al lado de la ventana para estar más a gusto y mientras Alan pedía mi Cappuccino y para él un Café solo, me puse a jugar con una pulsera que siempre llevaba. Sonreí. Me traía tan buenos recuerdos una insignificante pulsera…saber que fue mi hermana quien me la regalo en su despedida cuando se iba a Inglaterra.

‘’-No quiero que te vayas-le rogué abrazándola cada vez más fuerte-Por favor, quédate conmigo y con mama

-Pero Sarah, es mi sueño irme a Inglaterra, te di la oportunidad de venirte conmigo y no quisiste

-¡No quiero dejar a mama sola!-repetí como tantas veces había hecho en una conversación de ese tipo

Sandy suspiró-Yo estaré bien y para que te quedes más tranquila, te prometo que vendré siempre que pueda a verte, sabes que no puedo vivir sin ti hermanita-me volvió a abrazar-

-¿Cómo sé que cumplirás tu promesa?

-Mmm…-Sandy cogió su pulsera de la suerte y me la puso en mi muñeca. Me quedé sorprendida, nunca se deshacía de ella

Era una pulsera echa a mano de color rosa y azul, los colores favoritos de mi hermana. Era simple pero muy significativa para ella.

-Así es como te prometo que vendré a verte y como le pase algo a esta pulsera te mato-mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas y sin poder aguantar las solté, abrazándome otra vez a ella como una lapa

-Cariño…-se escuchó a nuestra madre detrás mío, me aparté para que también se despidiera de ella-te echare mucho de menos y sé que vas a cumplir tu sueño, me alegro mucho corazón. No te olvides que está siempre será tu casa-ella empezó a llorar también abrazando a Sandy

-Mama…-dijo Sandy sollozando-Yo también te quiero, no sé si podré vivir sin vosotras teniéndoos tan lejos

Se escuchó una bocina fuera que significaba que el coche que recogía a Sandy para llevarla al aeropuerto junto con mi padre había llegado.

Volví otra vez hasta mi hermana para darle el abrazo más fuerte que le había dado nunca

-No me olvides-susurré respirando entrecortadamente por los sollozos

-Ni lo sueñes que te voy a olvidar, te quiero mucho Sarah-mi hermana empezó a llorar más fuerte y yo no me eché atrás y llore igual que ella. Al final nos fundimos mi madre, Sandy y yo en un abrazo colectivo lleno de amor

-Adiós-Sandy cogió sus dos grandes maletas y salió por la puerta

Corrí hacia mi habitación aun llorando para asomarme por la ventana de mi habitación para ver como el coche donde estaba mi hermana, se alejaba’’