Aguantando a una ocupa

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~Capítulo 7

Después de estar más de una hora encerrada en el baño salí sin saber que me encontraría.

Mi hermana estaba sentada en mi cama tímidamente mientras sacaba la ropa de su maleta, instintivamente fui hacia ella haciéndome la dura, la Sarah sensible ya se había desahogado en el lavabo y ahora mostraba la Sarah dura, que no le teme a nada y que se puede poner de muy mala leche cuando quiere.

-¿Qué haces aquí?-pregunté cruzándome de brazos quedándome delante de ella

Ella, que aún no se había dado cuenta que había salido del baño, levanto su mirada y me miro seria con los ojos aun hinchados de haber llorado.

<<Así que no soy la única que llora…>>

-Eh, hola Sarah-me dijo flojo que casi no la escuchaba

-Respóndeme

Sandy se tiró su pelo para atrás de una forma muy elegante y suspiró. Desvió su mirada hacia su maleta aun no desecha del todo y volvió su mirada a mí. ¿Qué pretendía…?

-Perdóname Sarah. Mama me dijo que viniera aquí, que de momento durmiésemos juntas para, bueno-tosió para aclarar su voz-recuperar el tiempo perdido, ya sabes.

-No tengo nada que recuperar contigo, eso lo primero, y no quiero que estés aquí porque no va a servir para nada más que nos enfademos, Sandy ¿Por qué volviste? Tendrías que haberte quedado en tu preciosa ciudad de Londres, con tu querido padre y no haber vuelto aquí. No te necesito para nada, hace años atrás te necesitaba y más de lo que te piensas pero ¿Ahora? No me haces falta, ¿para tener una hermana falsa que quiere recuperar el tiempo perdido? ¿Me estás hablando en serio? No tienes vergüenza-y finalmente, con mucho orgullo reí irónicamente.

Vale, estaba siendo un poco borde y mala, pero se lo merecía por todos esos días que lo había pasado mal viendo como no era nada para ellos. No les importaba, hasta ahora cuando mi madre había vuelto a “unir” la familia. O eso creía, porque conmigo nunca lo ha conseguiría de eso estaba muy segura.

Sandy empezó a sollozar delante mío derramando algunas lágrimas pero, no dijo nada. Se me partió el alma al ver a mi hermana llorar, pero tenía razones para estar orgullosa de todo lo que le había dicho. Me había desahogado por todos esos años callados aguantando mi dolor para que no me vieran como una debilucha. Solamente 1 persona me había visto hundida y esa era ni más ni menos que mi madre, que me traicionaba después de saber por todo lo que pase.

<<Traidora…>>pensé

Ella seguía callada y yo también mirándola como se quitaba las lágrimas de sus mejillas. Y entonces me di cuenta que yo también estaba llorando. ¿Pero qué….? Ni siquiera me había dado cuenta que mis mejillas estaban mojadas y que no paraban de salir lágrimas de ellas. La impotencia de mi dolor había salido a la luz.

-¿No vas a decir nada?-pregunté con un hilo de voz. ¿Qué diantres me estaba pasando? Me estaba poniendo débil ¡No Sarah! ¡Tienes que ser fuerte, joder! ¡Es lo único que te queda!

Como dos gotas de aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora