growing up

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Tuve que buscar en Google donde quedaba aquel sitio. Todavía no me creía que de verdad iba a ir a verla otra vez. Todavía no me había recuperado de nuestra conversación ayer en la noche y ya iba yo a meter el dedo más adentro de la herida. El universo de verdad me quería ver sufrir.

Al parecer aquello eran casas nuevas, estaban un poco alejadas del centro, se parecía al barrio viejo, pero supongo que para los jóvenes. “MiMi Editoriales”, ponía en el cartel. Era un edificio pequeño y era la primera vez que escuchaba aquel nombre. Entré y el fuerte aire acondicionado me hizo toser, pero ni eso hizo levantar la cabeza del oficinista que sellaba algunos documentos. Tenía la mesa llena de papeles, era la única persona en recepción.

- Oiga, perdone, ¿aquí trabaja una chica llamada Hayami Arai?

- Lo siento, no estamos permitidos a dar información de nuestros empleados.- no levantó su cabeza calva de sus asuntos y me contestó cansado como si ya lo hubiera dicho cientos de veces.

- No he pedido información de nadie, pero al decirme eso, supongo que sí es empleada de aquí.- gracias a mis inteligentes palabras, el hombre por fin me miró. Con cara de asco, pero al menos sabía que me escuchaba.

- ¿Quién es usted y por qué la busca?

- ¿Qué más da quien sea? Sólo vengo a entregarle esto, ¿podría dárselo?- le enseñé el sobre. Él lo miró y luego volvió su miraba a mí.

- ¿Tengo cara de cartero acaso? Si no me dice su nombre para apuntarlo en el registro, no podré llamar a la señorita Arai.

- Mire, no quiero darle mi nombre, esta carta tampoco es mía, sólo désela cuando la vea pasar o algo, ¿sí?- le tiré el papel encima de su escritorio.

Él la cogió y la tiró a la papelera que tenía más cercana. Abrí mi boca y alcé mis brazos señalando su grosería, él se encogió de hombros. Lo apunté con el dedo, empezándome a enfadar.

- Escúchame, tú, pedazo de mierda pelada…

- Oye, Kazu, ¿podrías llamar a Yakoka para que me mande cuánto antes el siguiente volumen de Dolly Kill Kill…?- Hayami salía de una puerta en su silla, vestía una falda de colegiala rosa palo y un top de tirantes blanco. Traía su regazo lleno de papeles y su pelo estaba todo despeinado en una coleta mal hecha.- ¿Qué mierdas pasa aquí? ¿Otra vez tú, Aiku?

- Bien, Aiku El Insoportable y Maleducado Chico con cara de Vagabundo.- el oficinista hablaba mientras escribía en la lista del registro de visitas. Volvía a sacar la carta de la papelera y se la pasaba a su compañera, que la miró con mala cara antes de agarrarla.

- ¿Gracias?- le sonreí falsamente al pelado llamado Kazu.

- De nada, guapo.- me guiñó un ojo. Hice una mueca de asco.

- ¿Qué es esto?- Hayami ni abrió la tarjeta, sólo me miraba mal.

- Una invitación a una fiesta, una reunión de antiguos alumnos… Me dijeron que te la trajeran.

- Me invitan pero no se atreven a venir siquiera para dármela en persona, qué buenos compañeros de clase tuve, ¿verdad?- sonrió sarcástica y haciendo una bola con la tarjeta, la encestó de nuevo en la papelera.

- ¿No vas a ir?

- Esas personas no me traen ningún recuerdo bueno, ¿por qué iba a gastar mi tiempo libre en ellos? Ridículo.- dejó esos papeles en la mesa de Kazu y él enseguida se puso a ojearlos.

- Yo también pensaba ir…

- Gracias por esa información que nadie te pidió, que te lo pases bien.- alzó sus cejas y se dispuso a meterse otra vez en lo que supongo que sería su despacho o zona de trabajo.

- ¿Por qué te comportas así, Hayami? Jamás fuiste así.

- ¿Y cómo fui, Aiku? Hay una cosa que se llama “crecer”, sigo siendo igual de callada y sonriente, pero no contigo. Ya no más contigo.

- ¿Y eso por qué? ¡Ya no reconozco este pueblo, su gente ha cambiado demasiado, tú has cambiado demasiado! Tú no eres Hayami…- ella me dio la espalda y me enfadé.

- Cada vez que hablas, metes más la pata. Aquí todo sigue igual, lo que pasa es que hemos crecido, si no, todavía seguiría llevando el uniforme y yendo a la escuela. Que tú te marcharas no significa que el tiempo aquí se haya parado ni una sola vez. Eso es muy egoísta de tu parte, el único más cambiado, eres tú.

Se metió en aquella habitación. Cerró la puerta suave tras de sí, pero si por ella hubiera sido, hubiese pegado un portazo, como una pataleta de una niña pequeña. Pero como dijo, había crecido, todavía podía ser joven e ingenua, pero no tanto como lo era antes.

- Ahora está cabreada por tu culpa, no me podré tomar unos días libres.- Kazu chasqueó su lengua.- Buenas tardes.

Dijo eso último con desdén, dándome a entender que me estaba echando de aquel lugar. 

COME BACK HOME (Oliver Aiku × OC) [Blue Lock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora