really hate my job

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- Aiku el Insoportable Vagabundo Maleducado Vuelve a la Carga.- Kazu me inscribía en la lista al verme entrar por la puerta, le quité el boli antes de que pudiese terminar.

- ¿Puedes hablar más bajo? No quiero que se entere de que estoy aquí.- su cara de asco se hacía presente y se apoyaba con sus codos en la mesa.

- Mi compañera Hayami salió a hacer unos recados, justo minutos antes de que entraras, ni el universo os quiere juntos, métetelo en la cabeza.- suspiré cansado.

- Sólo quiero que le des esto y ya, ¿vale?- le puse la caja rojo terciopelo encima del escritorio.

- No.

- ¿Por qué? ¡No te cuesta nada!- no tengo paciencia con este tipo.

- Me cuesta bastante energía, se ve pesado.- analizó la caja que estaba cerrada con un lazo plateado.

- Pues no lo es.

- Vale, pues.- la cogió y me la devolvió.- Ya sabes dónde está la salida.

Hasta aquí llego.

- ¿Cuánto quieres? Te pagaré el doble de tu sueldo mensual por entregar este paquete a Hayami sin hablarle de mí.- volvió a mirarme levantando una ceja, interesado.

- ¿Eso es un soborno?

- No, es un trato.- sonreí falsamente.

- Acepto, pero quiero una cosa más.- bufé poniendo mis brazos en mis caderas. Llegados a este punto, le diría que sí a cualquier cosa.- ¿Conoces a algún futbolista que tire más para el otro lado?

- ¿Eh?- arrugué mi cara sin entender del todo.

- Que sea gay.- apoyó su cara entre sus manos.- Quiero una cita con él, me da igual quien sea. Con que sea rico y algo guapo, me conformo.

Este tío está fatal. Pero algo tenemos en común, ambos estamos desesperados.

- Está bien, sé de alguien. Dame tu número para pasarte el contacto.- lo siento mucho, Kento.

- Uh, un chico lindo y rico quiere mi número.- me pasó su tarjeta de contacto y me guiñó un ojo.

- No te pases y cumple tu parte.- lo miré desafiante y él volvió a su expresión cansada e indiferente de siempre.

- Sí, sí, este regalito de un admirador secreto para la señorita Arai.- se metió un chicle en la boca y escribió algo en un post it, para pegárselo a la caja.

Suspiré cansado, lidiar con ese secretario era como hablar por dos segundos con Itoshi Sae, no sé qué es peor, me dan ganas de ahorcarme con los dos. Salí de allí rápido antes que volviera Hayami de esos recados.

- Hayami espero que vengas, si no, me ahorco de verdad.- susurré mientras me colocaba mis gafas de sol para pasar más desapercibido.

Le pedí un vestido de color neutro, negro de tirantes, con encajes y cortito. Por encima llevaba una maya de pedrería, entre ellas cristales y algunos diamantes pequeños, que le cubriría sus brazos y su cuello. Quería comprarle unos zapatos a juego, pero ya eso era más difícil de acertar en cuanto a su talla. Las tres veces que la vi, sólo en una pude fijarme bien en su cuerpo de adulta y más o menos le dije a mi diseñador, pero en los pies no se fija nadie, a no ser que tengas un fetiche extraño.

Mi traje también sería todo negro, con una camisa de satín abierta un poco por el cuello, con algunos colgantes. Nada de corbatas, ya que tengo el cuello demasiado ancho y me agobian. Aunque Hayami y yo no fuéramos nada y en este momento nos encontrásemos lo más distanciados que hemos estado en la vida, quería que ella pudiera presumir de mí ante la gente. Y que yo, pudiera presumir de ella, de su belleza y de la gran persona que es. 

COME BACK HOME (Oliver Aiku × OC) [Blue Lock]Where stories live. Discover now