𝙆𝙞𝙡𝙡𝙚𝙧𝙨

Fourteen

Bangchan cayó al suelo luego de recibir aquél golpe por alguien que desconocía, iba a levantarse cuando otro golpe llegó a su rostro, impidiéndole la acción. 

--Dile a tu papi que se metió con los equivocados, niño. --El desconocido le agarró de los cabellos. --Ah cierto, no podrás decirle porque no estarás vivo.

El rizado solo escuchó risas antes de recibir más golpes en su rostro. Sentía miedo, obviamente pero solo por el hecho de que no podía defenderse como su padre le había enseñado. Empezaba a rendirse cuando las personas fueron alejadas abruptamente de su cuerpo.

Cuando abrió sus ojos fue como si hubiera visto un ángel, si bien el chico tenía una expresión totalmente seria era hermoso, su cabello era color rojo ya algo lavado, a pesar de su vista borrosa podía ver pequeños puntitos cafés en sus mejillas y los ojos azules más hermoso que había visto nunca.

--Hey ¿Estás bien? --Preguntó el desconocido, de manera tonta Bangchan asintió con su cabeza, aunque fuera mentira porque tenía su labio roto y muchos dolores en el estómago. --¿Tienes alguien a quién llamar así te busca? No estás en la mejor zona del lugar y es muy peligroso aquí. 

--Créeme que lo sé. --Habló, levantándose entre quejidos. --¿Y un chico tan bonito como tú qué hace en un lugar tan asqueroso como este?

--Es nuestro lugar de trabajo. --Otro chico apareció, este era más alto y aunque no quisiera admitirlo a Bangchan le daba miedo. 

--Así que son de esos también. --El rizado sonrió, haciendo una reverencia luego. --Christopher Bang, gracias por ayudarme.

--Lee Yongbok  y Hwang Sam. --Presentó el pelirrojo, sonriendo ante la expresión del desconocido. --¿Nos conoces?

--Ustedes son los que han estado triunfando en este juego prácticamente desde que iniciaron, es imposible no conocerlos.

--Nosotros te conocemos a ti, te seguíamos así que así vimos cómo te acorralaban, tengo una propuesta para ti. --El pecoso sacó una cajita y luego la abrió, contenía una cadenilla de plata. --¿Quieres unirte a nosotros?

Bangchan giró una vez más en la cama, pensando en qué debería hacer. 

Las cartas seguían siendo insistentes con respecto a ayudar a aquella persona. Había muchas personas que querían deshacerse de Hyunjin pero de todas esas personas lo contactaban a él. 

Miró el número de celular escrito en la última carta que le habían mandado y luego agarró su celular, marcando el número y mirando por un largo rato la pantalla, debatiendo qué hacer y qué no hacer.

Podría hacerlo pero el problema sería luego, después de que Hyunjin desapareciera ¿Podría conquistar a Felix? Estaba seguro de sus atributos propios pero entré él y Hwang había una gran diferencia.

Hyunjin era alto y delgado pero tenía una leve musculatura debido a los ejercicios de brazos que realizaba, sus facciones eran muy distintas y él era bajito.