Hija de Daniela Calle

841 89 32
                                    

Lo primero que hizo Lara cuando llegó al DEO al día siguiente fue disculparse profusamente con Sebastián por romper el sistema de comunicaciones y por lastimar su hombro.

-Está bien, Lara -respondió Sebastián -Es solo un golpe, nada importante. No te preocupes por eso.

Lara miró hacia abajo con culpabilidad -Solo estabas tratando de ayudar. Lamento la forma en que reaccioné. Fue infantil y realmente melodramático, y no merecías estar en el lado receptor de eso.

Sebastián sonrió, colocando una mano sobre el hombro de Lara -Esta bien. Está bien estar enojado. Probablemente habría reaccionado de la misma manera si estuviera en tu situación.

Lara le devolvió la sonrisa -Gracias, Sebas.

-No es nada. Todavía voy a intentar ayudar si me dejas.

-Por supuesto. Y yo también te ayudaré, si me lo permites.

-Eso estaría bien. Por cierto, ¿has tenido noticias de Poché? No he podido contactarla.

Lara sacudió la cabeza. Después del fiasco de anoche, decidió quedarse en casa de Valentina, no queriendo enfrentar las preguntas y las miradas lastimeras que su madre seguramente le habría dado. Valentina había llamado a Poché para avisarle dónde se alojaba Lara, pero fue al correo de voz, por lo que ambas mujeres asumieron que todavía estaba patrullando. Poché tampoco había devuelto la llamada esta mañana, pero Valentina dijo que probablemente estaba durmiendo como siempre.

-Puedo preguntarle a Valentina. Tal vez ha tenido noticias suyas.

Sebastián asintió, agradeciendo a Lara antes de regresar al trabajo. Subió al laboratorio donde sabía que Valentina estaría y, efectivamente, la agente estaba ahí mirando muestras bajo un microscopio.

-¿Que estas mirando?

-Hola, niña -respondió Valentina, sin levantar la vista -Muestras de sangre de un Hellgramite.

Lara hizo una mueca. No era gran fan de los Hellgramites -¿Ya has tenido noticias de mamá?

Valentina se sentó, volvió a colocar la muestra en la bandeja y la reemplazó por una nueva -Aún no. Probablemente todavía siga durmiendo. No es muy buena persona por la mañana.

Lara tarareó su acuerdo. Ella tampoco lo era, para el caso -¿Crees que podría estar en el trabajo?

-Si así fuera, habría venido aquí primero.

-¿Podría ir a su casa para ver cómo está?

Valentina se volvió para mirarla -¿Segura que es una buena idea?

-Vamos, Vale. No he volado en días. Me estoy poniendo ansiosa aquí.

Valentina vaciló -Sé que si. Solo digo que Cadmus todavía está ahí afuera.

-Y Cadmus todavía esta ahí afuera en mi tiempo. No te preocupes, tía Vale, tendré cuidado. Me esconderé en las nubes si eso te hace sentir mejor.

Valentina se rio -Haría que Poché se sintiera mejor, eso es seguro. Me arrojaría al espacio si te pasara algo. Ten cuidado, ¿de acuerdo? Avísame cuando llegues ahí y cuando regreses.

-Sí, señora.

Lara fue a ponerse su traje antes de despegar hacia el edificio de Poché, aterrizando en un callejón a una cuadra de distancia. Se quitó la capucha y fue al apartamento de Poché. Inicialmente quería entrar por la ventana como solía hacer Supergirl, pero estaba cerrado y parecería demasiado sospechoso a esta hora del día. La puerta estaba cerrada, como era de esperar, por lo que toco la puerta.

𝙘𝙧𝙤𝙨𝙨𝙞𝙣𝙜 𝙩𝙝𝙚 𝙩𝙞𝙢𝙚𝙨 [𝘾𝙖𝙘𝙝𝙚]Where stories live. Discover now