¿Anillo?

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Mario estaba de pie con los brazos cruzados fuera de la sala médica, observando la reunión antes de que se desarrollara. Simplemente no tenía ningún sentido para él. La forma en que Calle y Poché interactuaron con la niña como si la conocieran, ambas mujeres llenandola con abrazos y besos mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Y la forma en que Calle y Poché se miraban, se tocaban... Mario no sabía qué pensar. También estaba ese chico verde que casi lo derribó antes. Toda esta situación se estaba volviendo cada vez más extraña a cada segundos.

-¡Ey amigo!

Mario se volvió para ver a Sebastián subiendo las escaleras hacia él luciendo su característica sonrisa tonta -¿Qué haces aquí?

Mario no respondió. Sebastián siguió sus ojos hacía la habitación -Ah -dijo -No es lo que esperabas, ¿eh?

Mario resopló -Simplemente no puedo creerlo.

-Ninguno de nosotros lo hizo. Demonios, yo todavía no lo puedo creer -dijo Sebastián, dándole una palmadita en el hombro a Mario -¿Quién imaginó que nuestra Supergirl sería madre?

La cabeza de Mario giró bruscamente hacia Sebastián -¿Qué?

Sebastián retrocedió un poco y extendió las manos delante de él -Oh, ¿Poché no te dijo...?

-¿Tu qué piensas? -Mario resopló enojado. Aparentemente, había muchas cosas que Poché no le estaba diciendo últimamente. A pesar de las protestas de Sebastián, Mario irrumpió en la habitación, decidido a obtener algunas respuestas directas de la Kriptoniana.

-Poché, ¿puedo hablar contigo? ¿En privado?

La habitación se puso tensa, los sonidos del latido del corazón de cada persona llenaron el silencio.

-Um, claro -dijo Poché mientras se levantaba, asintiendo rápidamente con Calle y Lara antes de salir de la habitación con Mario. Una vez que estuvieron afuera, Mario se volvió hacia Poché.

-¿Por qué no me lo dijiste, Poché? -no se molestó en ocultar la clara frustración en su voz. Solo quería respuestas y las quería ahora.

Poché frunció el ceño -¿Decirte qué? ¿Sobre Calle y yo?

-No -Mario sacudió la cabeza -Bueno, sí, eso, pero lo otro.

-¿Qué otro?

-¡Tienes una hija!

Poché exageró un encogimiento de hombros -Aparentemente si.

-¿Por qué no me lo dijiste?

-Iba a hacerlo, Mario. De verdad que si. Pero muchas cosas comenzaron a suceder a la vez.

-¿Como qué, Cadmus? ¿Va a ser tu excusa esta vez?

Poché fulminó con la mirada a Mario, la ira emanando de sus huesos -Cadmus pasó. Se llevaron a Lara, la torturaron y luchamos como el infierno para recuperarla. De hecho, la recuperamos hace apenas 24 horas, por lo que agradecería mucho que dejes de actuar como si te hubiera lastimado y comiences a actuar como un amigo, ¡Porque estoy segura de que necesito uno ahora mismo!

Marii parpadeó, dando un paso atrás -Yo... lo siento, Poché. No lo sabía.

-¿Cómo podrías? -Poché cruzó los brazos frente a su pecho -Estabas demasiado ocupado gritándole insultos a mi novia antes de que pudiera decírtelo.

-Espera ¿qué? -los ojos de Mario se abrieron -¿Novia?

-Quiero decir, aún no hemos tenido la conversación, pero estoy bastante segura de que ella siente lo mismo que yo... y tenemos una hija juntas en el futuro, así que eso debe contar para algo.

𝙘𝙧𝙤𝙨𝙨𝙞𝙣𝙜 𝙩𝙝𝙚 𝙩𝙞𝙢𝙚𝙨 [𝘾𝙖𝙘𝙝𝙚]Where stories live. Discover now