42| Sábado 15 de mayo del 2004

645 110 44
                                    

Querido diario:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Querido diario:

Quien diría que el manos se axila se convertiría en un buen amigo mío.

Tal vez hasta lo consideraría mejor amigo, pero como nunca he tenido uno no sabría notar la diferencia entre ambos.

Pero lo que sí puedo asegurarte, querido diario mental, es que me alegra mucho ser su amiga.

Debería darle las gracias a su papá por convertirse en mi profesor de mates, por suerte su cumpleaños está cerca, así que me aseguraré de darle el mejor regalo que haya recibido.

—Ya están las galletas de coco —dice Max, apareciendo con una gran bandeja repleta de galletas recién horneadas.

Como suelen hacer cada sábado, Max y Amelia se reúnen en casa del no tan pequeño aprovechando que sus papás no están en casa y tienen algo de paz.

—¡Huele delicioso! —Amelia se emociona y cierra su diario para atacar las galletas.

Se acomodan alrededor de la mesita central de la sala y devoran las galletas a pesar de que aún están calientes.

—¿Terminaste de escribir sobre mí? —bromea Max mientras mastica.

—Amax, si escribiera sobre ti nunca terminaría. —Le sonríe como niña buena.

Max se ríe y continúa comiendo.

Las galletas de coco se convirtieron en sus favoritas desde que aprendió a hornearlas con la ayuda de su papá. Uno de los pocos recuerdos preciados que tiene con él ya que cada vez pasa menos tiempo en casa.

—Te han quedado espectaculares. —Amelia no puede dejar de disfrutar de las deliciosas galletas.

—Dime algo que no sepa —se vanagloria mientras se echa aire con la mano.

—Los niños se desarrollan más tarde que las niñas, lo que significa que falta mucho para que puedas alcanzarme.

—Y cuando lo haga voy a esconder las galletas en la repisa más alta. —Agita sus cejas en tono burlón.

—No te atreverías —Amelia se escandaliza.

—Amelí, puedes apostar que lo haré. —Le sonríe como niño bueno.

Amelia ladea su sonrisa al notar como tiene la cara llena de migajas, lo que le causa gracia ya que lo hace lucir de menos edad. Le recuerda al manos de axila que una vez le escondió su lonchera.

—Puedes esconder todas las galletas que quieras... —Acerca su mano para quitarle las migajas—. Al final me las terminarás regalando. —Sonríe en cuanto termina su trabajo de limpieza—. Porque somos amigos. —Lo mira directo a los ojos—. Y eso es lo que hacen los amigos.

Max queda paralizado.

No es la primera vez que siente que su corazón está a punto de estallar por lo rápido que palpita, además del ardor en su rostro y manos. Pero sigue sin saber a qué se debe.

Lo único de lo que está seguro es que su amiga parece provocar estas reacciones.

Lo que solo puede significar una cosa.

—No puede ser —queda embobado.

—¿Estás bien? —Amelia nota que su cara se ha puesto roja.

—¡Soy alérgico a ti!

—¿Ah?

—¡No quiero morir! —Sale huyendo de la sala.


--------------------------------------------

Hola :3

Regresamos con las actualizaciones :3

Me alegra decir que este mes de recuperación me ayudó mucho a sobrellevar la operación, y aunque va a tomar meses que esté por completo recuperada, al menos ya puedo volver a escribir :3

Los días que actualizaré serán: martes, jueves (aunque prontito habrá cambios e.e)

Se viene mucho de la pequeña Amelia y el manos de axila :3

¿Crees que Amax sea alérgico a Amelí? e.e

Les comento que estoy volviendo a dedicar capítulos a aquellas personitas que me dejan comentarios tan bonitos, realmente me animan mucho, y quiero que sepan que los leo todos (aunque no me da la vida de responderlos, se los agradezco de corazón, sus comentarios son el impulso para seguir actualizando :3)

Gracias por darle la oportunidad a esta pequeña Amelia y al manos de axila :3

Vale rie*

Vale rie*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Me van a dejar? [Pasado MVDH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora