46| Domingo 26 de diciembre del 2004 [Parte 1]

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Querido diario:

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Querido diario:

¡Ayer fue Navidad!

No fue de las mejores pero estuvo bonita porque la pasé con las personas que más quiero.

Quien diría que las personas serían el mejor regalo que recibiría.


—¿Max no vendrá? —Amelia pregunta al escuchar la conversación de su padre.

Acababa de colgar el teléfono luego de llamar a la mamá de Max ya que habían acordado invitarlos a la cena de Navidad.

—Me temo que no, cariño. —El papá se le acerca y le acaricia la cabeza—. Pero igual podremos darles sus regalos mañana.

Faltan pocas horas para que anochezca y lo primero que hizo Amelia al despertar fue envolver todos los regalos. Después de todo es su actividad favorita.

—Pero mañana ya no será Navidad —dice con tristeza.

Esperaba que para esta ocasión sí vendrían, aun cuando la mamá rechazó las anteriores invitaciones a comer o realizar alguna actividad.

El padre no puede soportar ver el rostro apagado de su pequeña, haría lo que sea para que esté feliz, así tenga que asesinar, no le importaría hacerlo por Amelia.

Se arrodilla para quedar a su altura y la mira fijamente mientras la sujeta de los brazos.

—¿Qué te parece esto? —Amelia lo mira—. Antes de cenar iremos a entregarles sus regalos.

—¿En serio? —Sus ojos brillan de la emoción.

—Sí. —El padre sonríe, encantado por hacerla feliz.

—¡Iré por mi abrigo! —Sale corriendo.

El padre se levanta y la ve subir las escaleras.

—¡No iremos ahora! —grita ya que ella ya ha desaparecido de su vista— ¡Am!

—¿Qué está pasando? —Aparece la esposa.

—Bueno... —el padre no sabe cómo responder.

—Es broma escuché todo. —La madre sonríe de oreja a oreja—. Hablaré con ella mientras revisas el pavo del horno. —Lo besa.

—Mi heroína —dramatiza, embelesado por tan cálido beso.

No lo resiste y la sujeta de la cintura.

—Sr. Thompson. —Rodea su cuello con sus brazos—. Aún es temprano para que me des mi regalo de Navidad.

—En algún país ya debe ser medianoche. —Y la besa apasionadamente.

Se olvidan del resto y disfrutan del salvaje beso mientras se acarician el cuerpo.

—¡Consíganse un cuarto! —grita la no tan pequeña, ya de regreso con su abrigo.

Los padres se separan riendo.

—Yo sé que se aman mucho... —dice mientras baja las escaleras—. ¿Pero al menos pueden esperar a que esté dormida? —Reprocha a ambos con la mirada.

Los padres intercambian miradas y piensan lo mismo.

—Pero si estuvieras dormida no podríamos hacer esto.

La cargan cada uno con un brazo y la sujetan de cada pierna. Entonces le dan montones de besos en toda la cara.

—¡Demasiado amor! —se queja.

—Tenemos que aprovechar... —dice la madre entre besos—. Que cuando crezcas pesarás demasiado para poder cargarte.

Finalizan con un gran abrazo de oso grupal.

—Sí que me aman mucho —deduce la no tan pequeña, exhausta de los ataques de besos.


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Hola :3

Para entrar en modo navideño los siguientes capítulos serán como un especial de Navidad :3

Lo que significa es que será un largo capítulos dividido en partes :3

¡Empezamos la Navidad con Amelia y el manos de axila!

Los días que actualizaré serán: martes, jueves (aunque prontito habrá cambios e.e)

Les comento que estoy volviendo a dedicar capítulos a aquellas personitas que me dejan comentarios tan bonitos, realmente me animan mucho, y quiero que sepan que los leo todos (aunque no me da la vida de responderlos, se los agradezco de corazón, sus comentarios son el impulso para seguir actualizando :3)

Gracias por darle la oportunidad a esta pequeña Amelia y al manos de axila :3

Vale rie*

Vale rie*

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¿Me van a dejar? [Pasado MVDH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora