Posesivo

41.1K 4.9K 12.9K
                                    

_______________________________________

_______________________________________

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[Capítulo 28]


{Abby}

Respiré profundo y contuve las lágrimas, el miedo me invadió más que cuando Michael cayó al suelo y todo gracias al tipo frente a mí, quien me confirmó con arrogancia que ese ataque no solo fue perpetrado contra mí sino también contra mi chico.

Andrea te consideraba su hermano, Philippe, ¿cómo fuiste capaz de traicionarlo así? —espeté.

La amistad es una mierda cuando la comparas con el poder y las riquezas —explicó lacónico, encogiéndose de hombros.

Ese no era el chico dulce que conocí años atrás, el mejor amigo de Andrea, al que consideré mi cuñado porque mi chico lo veía como un hermano más que como un compañero. Habíamos vivido juntos todo un verano, nos contamos nuestros secretos y sueños... ¡Joder! Andrea era capaz de dar la vida por él y Philippe le pagaba de esa manera, traicionándolo, traicionándome.

Y solo rogué para que Andrea estuviera con vida.

Por esto no apareciste en la lista del equipo de Andrea —confirmé, recordando que entre todos los que me mostró Michael, Philippe no figuró por ningún lado. Y, aunque me pareció raro, lo tomé como que no siempre trabajaban en equipo.

Le pedí a Andrea que me sacara porque sentía temor —ironizó—, le dije que era como si la muerte me perseguía y no quería morir todavía. Y él como el hermano que se cree para mí, me protegió sacándome de la misión —finalizó riendo como el más hijo de puta de los que conocí.

Pero no mentiste, Philippe —dije y me miró sonriendo de lado—. La muerte sí te persigue y lo hará más después de esto, porque créeme que no seré yo quien saldrá mal parada.

¿¡Estás viendo cómo te hemos acorralado, precioso Cisne Negro!? —se burló y alzó los brazos hacia los lados para dejar claro su punto— Vamos a desplumarte, Abigail. Contigo haremos caer un imperio —aseguró.

Me giré con agilidad cuando escuché que alguien se movió detrás de mí y disparé sin averiguar de quién se trataba, sabiendo que no había nadie que quisiera ayudarme, ya que el único que iba hacerlo estaba tirado a mis pies.

—¡Alto! —gritó Philippe cuando un tipo gruñó y otros quitaron los seguros de las armas dispuestos a dispararme.

—¡Soy de las que primero ataca y luego pregunta, así que mejor no se acerquen! —advertí con voz segura.

El cuerpo me temblaba, los ojos se me llenaron de lágrimas y la sangre se me congeló, pero no por miedo, fue por el choque de la ira y la traición a la que me estaba enfrentando. La adrenalina se estaba apoderando de mi cuerpo y sentí que dejó de importarme hasta mi propia vida. Solo pensé en defender a Michael que quedó desprotegido en el suelo.

Abigail (Orgullo Blanco 5) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora