Solo para mí

21.4K 2.4K 1.1K
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



[Capítulo 52]

ANDREA

Michael se puso en marcha sin volver a verme o decir algo más, yo opté por enviarle un mensaje de texto a Dylan para pedirle que continuara el interrogatorio por mí, ya que se me había presentado una urgencia que necesitaba atender cuanto antes y su respuesta no se hizo esperar.

Pensé que te importaba sacarle a este imbécil todo lo que sepa de tu Voldemort.

Medio sonreí por su humor oscuro y negué.

Y tenía razón, me importaba más de lo que nadie podía imaginar, saber el paradero de Lupin, pero no solo porque quería mi venganza con él sino también porque ese malnacido me llevaría a Philippe, el tipo que consideré mi hermano y me jodió la vida de una manera que todavía me provocaba pesadillas.

Y sabes que es así, pero tiendo a poner como prioridad a las personas que me importan más que ese imbécil. Además, confío en que harás un buen trabajo y le dejarás a Ace lo que le corresponde.

Te veo en unas horas.

Guardé el móvil tras escribir eso y sentí la mirada de Michael en mí.

—Estaba advirtiendo que si me encuentran muerto, es tu culpa —le dije y negó, manteniendo su seriedad.

—Diles que ni te encontrarán porque no dejaré ni polvo de tu cuerpo —aconsejó con sorna y comencé a reírme, negando a la vez.

—¿Dónde será el lugar de la barbarie? —inquirí.

—Cerca —respondió lacónico y tras eso se concentró solo en conducir.

Opté por no decir nada mientras llegábamos a donde sea que se conducía porque noté lo difícil que estaba siendo para él contenerse. Michael era un tipo inteligente y cuando decidió poner sus ojos en Abigail fue consciente de que cualquiera de los tres saldría herido, pero aún así decidió continuar; sin embargo, notaba su frustración, su dolor, la confusión y quizá hasta arrepentimiento.

Estar juntos en ese momento y ver en la tormenta de sentimientos en la que se convirtió, era la prueba que necesitaba para confirmar de una vez por todas que mi bello cisne había decidido decirle la verdad y él no lo tomó bien, como ya me esperaba. Y si Michael estaba en ese estado, no quería ni pensar cómo se quedó Abigail, pues sabía que muchas veces las personas decíamos palabras hirientes disfrazadas de verdad cuando nos molestábamos y casi podía jurar que ellos se dijeron muchas.

Minutos después de un largo silencio, Michael se estacionó en una especie de colina cerca de la carretera y tras eso salió del coche y evitó pedirme que hiciera lo mismo sabiendo que lo imitaría. Aunque lo hice solo cuando se detuvo frente al capó del coche y miró hacia el horizonte.

Abigail (Orgullo Blanco 5) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora