«Esto no se siente bien. Estoy triste. Siento que la he defraudado
🍬
Me siento muy mal.
Hoy le conté a Cyntia que hemos estado hablando y de lo cercanos que somos ahora.
Me arrepiento de haberlo hecho.
Y ahora estoy confundida.
Recuerdo
Meses atrás
—¡Cyntia! —corrí hasta la mesa donde se encontraba sentada mi amiga y me senté a su lado— ¡Debo contarte algo!
Cyn dio un respingo de la impresión al notar mi abrupta presencia y mi voz un poco alterada.
—¡Hola amiga! ¿Qué tal estás? ¿Qué tal te fue en tu viaje con tus padres? Oh, muy bien gracias amiga, gracias por preguntar —imitó la voz de una señora con exageración y reímos de lo extraña que sonó.
—Perdona, es que estoy feliz —cerré los ojos y reí con fervor.
De verdad estaba feliz. Demasiado para mi gusto, ya que siempre he pensado que cuando muchas cosas salen bien en tu vida en un corto lapso de tiempo, algo malo y desagradable viene detrás.
¿Será que algo malo pasará? ¿Será que este presentimiento que oprime a mi pecho será una señal?
O quizá solo piensas mucho las cosas, Val.
Tienes razón, conciencia.
—Bueno, bueno, ¡Cuenta! —insistió Cyn, ahora ella estaba emocionada.
Saqué dos dulces de limón de mi pantalón y le ofrecí uno, mientras metía el otro a mi boca.
—¡Ugh! No, no —dio una mueca de asco y empujó mi mano.
—Okay, ¡Más para mi! —reí y metí el dulce en mi bolsa mientras le guiñaba un ojo juguetonamente.
—Pero ya Valeria, suelta lo que quieras decirme, ¡Estoy muriendo de curiosidad! —sacudió mi cuerpo con las dos manos al tomar mis hombros, y yo quedé un poco mareada.
—Pero promete que no te molestaras conmigo por no haberte contado antes —dije con pena—, es que solo no encontraba el momento adecuado para contarte.
—Okay, me estás asustando —río—, tranquila, comprendo.
Asentí y tomé un gran respiro.
—He estado hablando con... —hice una pausa para darle tensión al relato y Cyn me dio una mirada retadora—. Santiago.
El rostro entusiasmado de mi amiga cambió de repente a un ceño fruncido.
—¡Cyn, me atreví a hablarle un día y él fue muy lindo conmigo! —tomé sus manos con emoción— ¡Ha sido lo mejor que pude haber hecho!
—Oh —volteó su rostro y soltó mi agarré con suavidad.
Extrañada por su actitud le pregunté—. ¿Qué sucede, Cyntia?
—Nada —respondió sin mirame.
—Vamos, te conozco muy bien —hablé con dulzura.
Volteó su rostro lentamente y vi que... ¡Estaba llorando!
—Cyntia, dime que sucede.
—Valeria yo...
Tome su rostro y la miré sonriendo.
—Dime Cyn, ¿Qué sucede? —traté de sonar tranquila aunque en realidad estaba asustada.
—Es que... —cerró los ojos con fuerza y mordió su labio inferior—. Yo... él... Val —soltó en un susurro y cubrió su rostro con las manos.
¿Qué? ¿Qué es eso que se le complica tanto expresar?
—Cyntia, relájate —acaricie su hombro con ternura—. ¿Qué pasa, querida?
Ella alzó su mirada azulada hasta donde me encontraba, con los ojos hinchados y rojizos por tanta lágrima que había salido de ellos me dijo esas palabras que derrumbarian las ilusiones que yo misma había construido en este tiempo.
—Valeria... yo... —susurró apartando su mirada—. Yo siempre he sentido algo por Santiago. Yo... estoy enamorada de él.
Mi corazón se detuvo y deseaba que todo aquello hubiera sido una farsa, una mentira. Pero no, su rostro comprobaba la sinceridad en sus palabras.
—¿Qué dices, Cyntia? —mis ojos comenzaban a arder y unas punzadas traspasaban sin piedad mi pecho.
En mi cabeza rogaba por que negara y dijera que todo había sido una broma, una cruel broma. Pensaba en que saldrían los camarógrafos detrás de las macetas que estaban cerca de nosotras, los cuales estaban capturando mi reacción a la broma que me habían jugado.
No pasó.
Ella solo se quedó en un silencio sepulcral.
—Cyn, ¿Tú... lo quieres? ¿Te gusta... Santiago? —pregunté aún rogando por una respuesta negativa.
Mi amiga solo asintió sin mirarme, y eso bastó para que yo también me quebrara.
¡Continuará! ➡
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Los quiere, Kaiby
<3
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Mi chico de los ojos tristes © || En Proceso
Teen Fiction«Y cuando creí tenerlo todo, tu luz decidió apagarse» 🍬🍬🍬 ¿Es posible enamorarse de alguien a quien solo hemos visto una vez? Pues para ella, sí fue posible. Aunque algo le hará recordar que el chico de mirad...
