Capítulo 4 ;; Manual para conquistar a América Lennox.

645 103 100
                                    

Hay días en los que la librería parece la casa del pueblo. Entra y sale una cantidad descomunal de gente, lo que provoca que Abel tenga que hacer que al menos cinco trabajadores nos quedemos para atender, corriendo de un lado para otro sin descanso.

Bueno, hoy es uno de esos días.

—Señora, el cupón sólo es válido para una compra. Ya no sirve —intento explicarle con mucha paciencia.

—¡Quieres estafarme!

—En lo absoluto. Si desea conseguir otro cupón, deberá comprar este libro sin el descuento y se lo regalaremos con la compra.

Maldito el día en el que a Abel se le ocurrió que implementar cupones en la librería es buena idea.

—Bien —espeta, muy ofendida, y se encamina a la zona de novelas históricas.

Por fin suelto el aire que estoy reteniendo. Me coloco detrás del mostrador y aprovecho mi mínimo momento de tranquilidad para revisar los mensajes en mi teléfono.

Sonrío al ver uno de Malcolm.

"¿A qué hora sales hoy?"

"¿Qué te importa?" Respondo.

Guardo el celular soltando una pequeña risita y casi me caigo de culo cuando lo veo entrar, con un traje azul y blanco. Sus ojos recorren el sitio y, al verme, una sonrisa amplia se forma entre sus labios. Tengo que mantener a raya el temblor de mis piernas.

—Buenos días. Estoy buscando un libro —dice una vez frente a mí.

—Claro. ¿Alguno en especial? —le sigo el juego, saliendo de detrás del mostrador para quedar frente a él.

—Sí. De una bonita muchacha pelirroja que amenaza a un empresario con una enciclopedia y acepta salir con él un lunes por la noche, porque el pobre hombre ha salido antes del trabajo para arreglar los planes.

No puedo evitar el calor que se acumula en mis mejillas.

—¡Ey! Eso se llama manipulación.

—Tu rostro está casi del mismo tono que tu cabello.

Frunzo el ceño y le doy un golpe en el pecho, pero antes de que pueda reaccionar, me toma de la muñeca y tira de mí, haciendo que mi pecho choque contra el suyo. Suelto un jadeo por la sorpresa, sin atreverme a levantar la cabeza, a sabiendas de que si lo hago, nuestros ojos se encontrarán y actuaré como una tonta.

—Es divertido hacerte sonrojar —susurra contra mi oído, liberándome por fin.

Le regalo una mirada mortífera y lo escucho reírse mientras me doy la vuelta y camino a una estantería.

—¿A dónde vas?

Lo ignoro, tomo un libro rojo y se lo estampo contra el pecho. Frunce el ceño, confundido, me lo quita y lee la portada. Al instante una carcajada abandona sus labios.

—¿"Modales Para El Caballero"?

—Así es —asiento, formando una fina línea con mi boca para no reír.

—Estaba pensando mejor en "Manual Para Conquistar a América..." ¿Cuál es tu apellido?

Me cruzo de brazos y alzo las cejas.

—Lennox.

—"Manual Para Conquistar a América Lennox".

Pongo los ojos en blanco y le doy la espalda con tal de que no vea mis mejillas sonrojadas.

—Ahora hablando en serio, ¿tienes el primer libro de Percy Jackson?

Me giro hacia él, completamente anonadada.

Sobre el amor y otros clichés (‹‹Serie Lennox 1››)Where stories live. Discover now