¿Quién no quiere al príncipe azul? Al caballero con armadura y deseos de tortura sensual, este hombre que sabe amar pero también sabe irse si no lo quieres más, después de creer que el amor no existe llega alguien que te dice "Esto es amor" y se com...
A diferencia de casi todas las chicas yo no tengo una excusa, no me rompieron el corazón y no pude superarlo, no me quiero sentir cabrona y mucho menos detesto a los hombres, es más, me encantan, no importa cuánto intentes ser buena, no puedes contener a una chica mala, y esta es la historia de una chica mala, que no se hizo, desde el inicio lo quiso.
Desde pequeña aprendí las artes de la seducción y manipulación gracias a mi madre, que era hermosa y un poco ambiciosa, observe, calle y cuando fue tiempo puse en práctica, usualmente tomaba a los chicos malos, ya saben esos chicos que suelen querer la aventura de una noche, botellas de vino y que la chica huya a la mañana siguiente para no tener que decir su nombre ya que usualmente lo olvidaban, por el contrario a mi no me molestaba ser esa chica, visitaba camas como tiendas comerciales, me despedía apenas y salía el sol, porque usualmente no recordaba su nombre y odiaba el discurso de la noche perfecta, era mala, cínica y zorra, y sí, disfrutaba de ello, lo suficiente como para repetirlo cada fin de semana.
Coleccionista de aventuras, de rubios, morenos, incautos y cabrones, ninguno se me escapaba, tampoco tenía muchas amigas, las mujeres son malvadas y envidiosas, de compartir no saben nada, así que imaginen su cara cuando se enteraban de que dormí con el chico que quizá les gusto o su perfecto caballero que las pretendía, no tenía ningún tipo de gusto en especifico, si ellos querían yo accedía, después de todo alguien tiene que hacer el trabajo sucio.
Siempre les hacía creer que ellos ganaban, que yo caía y era su presa, cuando en realidad solo me servían para saciar mis gustos y mi ego, pero en una historia perfecta siempre hay un "hasta..." y en este caso no hay excepción.
Todos mis fines de semana brincando de cama en cama y saliendo al amanecer me resultaban bien, hasta que conocí a un chico uno de esos que casi no hay, guapo, pero no lo suficiente, dulce, pero no empalagoso, educado, pero no mojigato, bueno, pero con algunos demonios dentro, era el chico que necesitaba pero no lo sabía, me lo encontré en un bar, mientras sus amigos se embriagaban y el tomaba con medida mientras se divertía con todas las estupideces que decían, eran 6, a los cuales suponiendo que apostaron por quién me llevaría a la cama, rechace a 5, el sería el sexto, pero casi tuvieron que obligarlo para hablarme así que decidí jugar un poco y darle el sí a él, esta noche jugaría el juego del sí, sí a todo lo que él me pidiera.
La historia empieza en un bar, a las 2 am, cuando ya sé puede fumar, las parejas hablan de sexo y los solteros de la mierda que es el amor. Con un trago en mi mano, un cigarro en la suya, mi perversa mente sugiriendo que esa noche sería la más perra de las perras, y planes que no esperaba. Sus amigos no nos quitaban la mirada de encima, y entre murmuros se burlaban de él, ya que no era del tipo conquistador, ni de los que se acostaban a la primera cita, por muy utópico que suene hoy en día, él era un niño bueno y al ser yo una chica mala había un sinfín de posibilidades, le invite un trago, pedí una ronda de tequilas a Mario, el mesero que cubría con cubrir la vacante de sexo casual cuando no había ningún candidato, gracias al buen sexo en los baños usualmente mi cuenta se reducía a la mitad, se los dije, ser fácil y saber sacarle provecho trae muchos beneficios y él me ayudaba con mis conquistas, alto, guapo, fornido, tatuado, cara de chico bueno, pero perversiones de chico malo, era perfecto, excepto porque tenía una novia cuando nos conocimos y casi nos enamoramos, una novia a la que le prometió casarse cuando ella tenía cáncer, y como él pensó que ya era el final, saco su lado romántico, ella supero el cáncer (y me alegro por ello, tampoco soy una perra) así que cumplirá su promesa y enterramos lo nuestro, quedando como amigos de sexo casual, era bueno con mis conquistas ya que como hombre tenía consejos perfectos que siempre me resultaban, y hoy no sería la excepción, Dan era tímido, sabía escuchar y tomaba cuál bebida quisiera que durará toda la noche, una ronda de tequilas a cargo de Mario serían mi táctica de inicio, el tequila es perfecto, el amor debería ser como un caballito, sin pensarlo, de un trago, raspa, arde, te hace despertar y sentir y al final gritas, con el primer tequila sabes si lo seguirás tomando o lo dejas, igual que el tequila y el amor, no es para todos, algunos somos masoquistas otros suelen irse más por los cócteles, lo fácil y suave.
Dan tomo un caballito y dijo, - No lo haré solo, ya que estoy aquí sentado y empezaste tu juego nos iremos a la par, tengo cara de niño bueno y lo soy, pero una cosa es ser bueno y otra pendejo, así que vamos, veremos que sucede después de la ronda, tomamos uno tras otro, tres cada quién, sin limón, sin sal, sin nada de hablar, al terminar el último nos miramos y una carcajada salió, tan escandalosa que llamamos la atención de todo el bar, sobre todo de su grupo de amigos y él lo noto a lo que interrumpió nuestro silencio diciendo -Creen que soy muy ingenuo y tal vez tengan razón. Pero he visto más mujeres desnudas que todos ellos juntos. Navego con cara de tonto, juego mi propio juego como el que has iniciado. ¿O acaso crees que no lo he notado?, pero te haré un trato me ha gustado tu estilo y esta noche te propongo hacer que esta noche sea la mejor que has tenido en tu vida. Te mostraré un poco de mis artimañas por si algún día las ocupas. Y después de esta noche ninguna te será igual- Solté una carcajada.
Como él se atrevía a decirme eso a mí, ¿Y ser la mejor noche de mi vida? Se notaba que era ingenuo, pues hasta el baño podía escribir una novela de las aventuras que había tenido. Así que accedería no sin antes, como dije salir ganando algo, sonreí y solté mi recompensa- Dudo mucho que lo logres, pero de ser así haré lo que jamás había hecho antes. Te diré mi nombre- sin gesto alguno Dan me respondió - No me interesa saberlo por ahora, mejor algo más valioso en la mañana tu preparas el desayuno - jajajajaja reían fuerte que hasta la banda bajo un poco el volumen a esa rola antaña, creo era de Guns and rose (No recuerdo bien) -Nadie jamás me ve al amanecer o vuelve a saber de mi de la misma forma, te sientes muy seguro de ti- Dan solo mantenía su gesto perverso y contestaba sin dudar-Solo déjame intentarlo, total si no lo logró solo te retiraras ¿No? -
