FEMME FATALE-Disponible en Físico

XXVII

Pasan meses de la ausencia de Dan Me quede en el trabajo, Mat,mi jefe, empieza a ver mi buen trabajo y lo valora, la únicacomplicación es que él se empieza a enamorar, he sido renuente, lorechazo, soy cortante y lo esquivo, pero un día, cansada de esperardespués de tanto tiempo decidí aceptar una invitación. Diana y yo nonos habíamos visto por mi contante carga de trabajo, pero siemprenos llamábamos y masajeábamos, era mi soporte y mejor amiga.Mat era un chico peculiar y de manera básico, no ahondaba másallá de lo que era, ni quería ver misticismo, si era negro era negro yya, lo que sí es que estaba acostumbrado a lujos, a viajes, a glamourpor doquier, incluso sus amistades eran unas pesadas, y las chicasdesfilaban por su oficina como pasarela de modas, quizá no sabía deamor, pero vaya que se le daba eso de ser pica flor, todas queríanconquistarlo para quedarse con los millones, por eso supongo suinterés en mi, yo solo estaba con él por diversión, nuestra primera citafue graciosa, él solía comer siempre en restaurant, ese día que meinvito a salir le dije que sí, que a la hora de la comida, no usamos suauto, le pedí subiera a mi moto, cuando llegamos al destino no podíacreerlo y se negaba a comer ahí... Unos simples tacos, eran tacos jajapero él no solía comer en la calle y menos con los dedos, le dije quese sentara sí quería salir conmigo esta era la primera prueba.

- Sí me da Tifoidea, muerte cerebral o diarrea te advierto que dejedicho que te despidieran eh - dijo Mat en tono gracioso perotemeroso.-No te preocupes ya ahorre suficiente como para enviarte unacorona de flores gigante a tu entierro. ¡Anda no seas cobarde, come!Con total desagrado empezó a comer con las manos, en el primerbocado estaba enchilado - Te advertí que las salsas pican, y tuponiéndole como si fuera caviar- estalle en risa y pedí un refresco,pero a pesar de lo enchilado se comió cinco tacos.-He visto que las mujeres no besan cuando comen cebolla y tú mehiciste comer tacos, así que te exijo me des un beso con sabor acebolla y tacos.Para mi la escena fue graciosa y romántica así que le plantee unbeso que despertó algo entre sus piernas, me di cuenta porque mimano estaba por su muslo y sentí como el pantalón se levantaba, Matse apeno tanto que me detuvo el beso y metió un poco más laspiernas bajo la mesa, pero ya era tarde, estábamos encantados y así escomo comenzó todo, con unos tacos y un hombre que sale de suzona de confort.Nuestras citas eran curiosas, él quería ir a restaurantes caros, yo lollevaba por una cerveza a un bar de mala muerte, lo hacía apropósito, era muy divertido ver su cara de asco y asombrocombinada, yo moría de risa y siempre me burlaba de él.Con él todo era extremo, como por dinero no parábamos siempreera una buena aventura cada fin de semana, salto en paracaídas,gotcha, viaje a la playa, internarnos en una cabaña en el bosque,bucear, ir a un viñedo, ir a buscar pulque a un pueblo mágico, con eltiempo me di cuenta que ya no solo eran fines de semana si no salidas a comer, a beber, pero jamás dormía con él, éramos demundos diferentes, de estatus sociales contrarios, pero siempre,siempre se animaba a hacer lo que me gustaba por verme sonreír.