V

841 19 0
                                    

—Oye ya va a amanecer y las estrellas no se aprecian de día— realmente ya me estaba cansando de sorpresas

Pero obstinado respondió— ¿ Y el sol es pendejo o qué?

Estalle en carcajada —Eres un estúpido, ya sé, pero creo que hablamos de las que se aprecian de noche, aunque a estas alturas dudo mucho hables de ellas.

— Tranquila mi chica del bar.— cuando dijo eso me moleste un poco
— No soy tu chica

— jajaja es un decir, tranquila chica del bar.

Mientras intercambiamos estas bobadas, dos siluetas a lo lejos se apreciaban, venían en dirección a nosotros algo tambaleantes, me sentía  segura en el lugar así que no les tome importancia, pero al acercarse más, note que eran dos tipos, que al parecer veían ebrios por la forma en que caminaban.
Uno de ellos al acercarse más exclamó
— ¡Voy, vaya, vaya! Mira quien está aquí Roque. Nada más y nada menos que la puta que nos metió en tantos líos.
—Que agradable coincidencia no Eloi ? Creo que será hora de que nos pagues como juramos que sería cuando volviéramos a verte.

Estaba por responder cuando Dan me gano las palabras.
— A ver señores, será lo que quieran para ustedes pero delante de mi evitan sus amenazas e insultos.

—¿Y tú quien eres? ¿Acaso es tu nueva víctima? Jajajaja que pinche ingenuo. Exclamó Roque.
Dan puso una mirada sería, desafiante como de un caballero antea de batirse en duelo, su mirada fue profunda y fija en ellos. Mientras se  erguía  lo más derecho que podía y se cuadraba ante ellos, ensanchando los hombros y cerrando los puños.

—Acaso crees que podrás contra nosotros dos, jajaja iluso, anda Eloi  te enseñará mientras yo me encargo de esta puta.

Vi que Eloi se abalanzaba sobre Dan, no sabría decir si fue el que el viniera ebrio  o la agilidad de dan, pero de un golpe lo noqueó. Roque no daba crédito a lo que veía, se supone que Eloi era su guarura o eso recuerdo de ese par.

—¿Quién putas eres? cuestionó Roque

—Tu peor pesadilla si no te largas ahora.

La mirada de Dan seguía fija y su voz había cambiado algo más grave, su respiración era bastante profunda que se podía oir.

—Bastardo, nos volveremos a ver, y esta zorra te hará recordarme. Pues te pasara lo mismo. Roque y Eloí no estaban dispuestos a dejar las cosas así

—Es tu última oportunidad, una ofensa más y terminarás igual que tu amigo.

— Esto no quedara así— Levanto a su amigo como pudo y se fueron, Dan se quedo parado viéndolos, no perdía la postura de cabron.
Al perderse en el oscuridad volteo a verme y aún note algo de esa mirada fija, pero al hablarme su voz cambio, su mirada volvió a ser tranquila y su cuerpo ya no estaba encuadrado.

—¿Estás bien chica del bar?

— Sí, pero no debiste son mis problemas y no sabes ni quienes son, ni  porque me ofendieron.

—Nada te parece chica del bar, te lo dejaré así de simple, vienes conmigo, eres una mujer y como tal mereces respeto, el por que te ofendieron quizá sus razones tengan, para mi no las hay. Hasta ahora no me debes nada y tu pasado no me atañe

—Lo que fuiste, fue otro tiempo y todos merecemos siempre un inicio cuando queramos. Así que dejalo así.

—No debiste Dan, lo que fueran a hacerme tal vez me lo merecía y además me se defender sola— ya no sabía que pensar de él, era demasiado bueno para mí, está noche no iba a terminar en una cama, eso era seguro, y no sé si eso me gustaría.

—Chingada madre nada te parece, mejor caminamos que ya estamos cerca.

Nunca me soltó la mano, y yo no entendía porque seguía con él después de que la noche no incluía sexo, alcohol o perdición, aún así quería seguir con él.

Seguimos nuestro camino y llegamos por fin a las ...

Elizabeth Santillan
Derechos reservados

FEMME FATALE-Disponible en FísicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora