XI

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FEMME FATALE

Capitulo XI

Cinco vasos de whisky en las rocas, dos cajetillas de cigarros, 3 bolsas de papas y ni una sola palabra –Solo queda una botella y nada de complementos– dijo Karla.
–Vaya, hasta que esto se pondrá interesante– dijo Diana
Cinco vasos de whisky seco, los labios rojos y las miradas de cinco chicas que no le temían a nada, dos rondas después Diana ya nos había contado la misma historia que me había contado a mi Dan, solo que esta vez confeso que estaba enamorada pero ciertamente era una chica mala con gustos caros y no quería dejar la buena vida, a decir verdad era como yo, solo que ella cobraba mucho más caro.
Diana ya en confianza decidió contarnos que la primera vez que consiguió dinero por encamarse con alguien fue una equivocación – Fue en una fiesta, llevaba un vestido que parecía más bien un trozo de tela y unas zapatillas de más de 15 cm altura, a excepción del maquillaje toda yo decía “Prostituta”, pero claro que cuando tienes cara bonita y buen culo y tetas naturales eres de las caras, mi afán solo era olvidarme de mi ex, así que básicamente me vestí así para darle en la madre ya que él era tan celoso que me elegía hasta la ropa, esa noche fui a una fiesta donde sabía que estaría él, ligue al chico más guapo que también era el que peor le caía, fui tanto tiempo novia de un patán que en las fiestas no me conocían ya que él solía decir que no eran lugares para mí, así que esa noche solo le di celos, hasta que las cervezas me traicionaron y al despertar termine en la cama de un hotel, desnuda y con dos mil pesos sobre el buro y una nota que decía, “No sé cual sea tu tarifa pero debo reconocer que fue una de las mejores de mi vida, eres hermosa, gracias por regalar tu cuerpo a esta causa llamada perdición ”.

Entre el remordimiento de consciencia, marcas de azotes en mis nalgas y el culo adolorido porque seguro lo deje hacer de todo no me sentía tan mal, era una puta liberada, y bien remunerada, así que no le conté a nadie, tome mis cosas y me fui, al siguiente fin de semana decidí vestirme igual e ir a un bar de riquillos, claro que ligue y claro que me volvieron a confundir, pero esta vez yo puse la tarifa, y entre más perverso y sucio quieran el sexo, más costoso es, llevo años dedicándome a esto, al año de ser prostituta de oro volví a encontrarme a aquel chico que sin querer me inicio en el negocio, sin duda le había gustado el sexo, así que me exigió que me volviera a acostar con él y dijo que esta vez no pagaría, yo acepte en modo de agradecimiento, total que sería una noche de cama. Al amanecer me tenía preparado el desayuno y una historia romántica de cómo intento localizarme todo este tiempo, una historia tan cursi que debería ser guion de película barata de amor “Diana extrañe tanto esa noche que no me la pude sacar de la cabeza, te busque en cada fiesta, en cada bar, en cada rincón que pude, y ahora que te tuve de nuevo no te dejaré ir” fue tan cliché que no pude evitar reír y contestar Para que volver a eso del amor sí así estoy perfectamente bien, si tengo un gusto me lo doy, no sufro de dinero y tengo orgasmos de a montón, ¿Para qué quiero esa mierda del amor? Me conviene más ser como soy. Me miro fijamente con un gesto de decepción y me dijo “Vaya veo que te hice astuta” a lo que conteste muy seria “No cariño, me hiciste perra” esa fue la última vez que lo vi, y aunque me odie por dejarlo ir supe que de amor nadie se cura o pero aún cuando uno muere ya no puede volver a sentir, así que decidí que si seguiría dedicándome a esto lo haría en grande y ahora cada seis meses invito a todos mis clientes a mi semana de la perdición, donde no hay reglas, no hay control y hay sexo por montón, y todo iba perfecto, hasta que Dan como buen salvador se cruzo en mi camino y me jodio, con sus estúpida sonrisa y ese gesto amable de hacerte sentir mejor, y aunque sé que se alejo, lo busco solo para saber si me amará o no, porque en unos días es mi semana de la perdición y no quiero ser la estúpida que dejo su vida por correr tras de alguien que ya me olvido. Sé que suena muy loco, pero es parte de mi historia y sí, estoy bastante loca para asechar a Dan así como para localizar su celular y en mi paranoia venir aquí y estar tomando whisky con extrañas, pero déjenme decirles que ustedes no tienen remedio porque dejaron entrar a una posible psicópata solo porque la curiosidad les gano. Y si después de esta otra ronda no me merezco saber por qué ustedes conocen a Dan y que hacen con su celular, me comenzaré a desquiciar y no sé lo que vaya a pasar. Así que queridas ¿Cuál es su historia?

Continuara

Elizabeth Santillan
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FEMME FATALE-Disponible en FísicoOnde histórias criam vida. Descubra agora