XVI

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Todo iba bien, aún no había sexo, hasta que su historia era muy similar a la que una vez me había contado Dan sobre su grupo de amigos, pero no le tome importancia quizá todos usaban ese tipo de historias para conquistar. Olvidando todo lo que ponía en juego decidí acostarme con él, después de todo lo hacía por negocios, así que comencé a deducirlo, pedí unas cervezas a la habitación mientras sintonizaba un canal erótico y subía el volúmen de la música, el sexo con Dan era magnífico, pero seamos honestos, el fruto prohibido siempre sabe mejor, es una sobre excitación que hace que los orgasmos sean mejores y más largos. Sin duda me encontraban frente a un Don Juan, y esta vez me dejaría seducir, comenzó por besarme lento mientras al oído me decía todas las perversiones que me haría, yo encantada porque alguien por fin tomara el control a la hora de coger, me dijo que le gustaba probar lo que se iba a comer antes que cualquier cosa, así que bajo y me hizo sentir placer con su lengua, estaba sumamente mojada, incluso por un momento olvidé mi verdadero fin al estar ahí, después de unos orgasmos de mi parte decidí que ya era hora de acabar con la noche, le ofrecí otra cerveza y en la misma puse un sedante, lo monte como desesperadamente, le mostré como ser domado y le regalé terminar en mi boca, después de eso él aún no estaba inconciente así que comenzó a platicarme un poco más de él, que tonto, debe creer que me interesa o tendremos una segunda cita, lo escuché sin interés hasta que menciono un nombre —Por eso estaba hoy en el bar sólo, mi mejor amigo está de viaje y decidí probar mi suerte, me extraña que no me recordarás, pero creo es obvio, debes batear a varios cada noche, pero a Dan no lo hiciste esa noche, y cuando le preguntamos no comento nada así que supongo no te volvió a ver, y hoy que te vi ahí pensé en que no me podías rechazar por segunda vez— Sonrió satisfecho de haber logrado su cometido y yo como idiota me sentía pésimo, ahora entiendo porque Diana dijo que no era cualquier persona, ¡Maldita sea, yo y mis malas decisiones!

Se quedó dormido al poco tiempo, y entre compungida y asqueada solo pude tomar lo que tenía de dinero, esta vez robe hasta su tarjeta de crédito e identificación, no tenía idea de que haría con ellas pero me servirían, tomé su teléfono y le tome varias fotos desnudo, tenía que planear bien lo que haría y como saldría de esta. Me fui de ahí intentando borrar cualquier rastro y dejé una nota en recepción diciendo "Si le cuentas a alguien estás muerto"
Besos de la chica que nunca estuvo aquí.

Me fui a refugiar a mi casa, en el camino llame a las chicas para ver si alguna de sus soluciones me servirían, esperando que al llegar a casa ya estuvieran ahí. Con lo que no contaba es que al cruzar la puerta ya me esperaba otra sorpresa era Dan, con un ramo de rosas inmenso y un vibrador en la mano y solo me dijo —¡Sorpresa, te extrañe!— no sabía si sonreír, irme a llorar al baño o actuar como si nada pasará, así que decidí abrazarlo muy fuerte y el hizo lo mismo hasta que interrumpió nuestro momento por una observación que hizo —Tienes el cabello mojado y hueles a una loción de hombre que me parece familiar, ¿Me cuentas tú o saco conclusiones?—
Solo pude responder con una risa nerviosa, y decidí improvisar —Es sudor, no cabello mojado, traía está peluca anoche, estoy haciendo un cortometraje con Abril,¿Te acuerdas de ella? Es un trabajo para su proyecto final y la loción es porque se trataba de interpretar un travesti, y queríamos la reacción real de la gente, fue sumamente divertido ahora que estés aquí deberás acompañarnos— termine sonriendo y proseguí —Pero ya basta de hablar de tonterías, te extrañe demasiado, ven vamos al cuarto— esperando que las chicas no llegarán inmediatamente les envíe un mensaje para avisarles, Dan y yo fuimos al cuarto y como era de suponerse quería sexo, yo también moría de ganas, pero por primera vez mi remordimiento no me lo iba a permitir, quizá dándome un baño me sentiría mejor y me quitaría el olor al idiota que acabo de dejar.

Mientras me bañaba Dan me contaba se su viaje y todo iba bien, hasta que me dijo — Esta noche quiero salir contigo, mis padres organizaron una fiesta de bienvenida y mis amigos estarán ahí, después de que pasaste la prueba de no huir de mi vida creo que es hora de que conozcas más de mí y de los que quiero, y te lo has ganado, así que te dejo un vestido en la cama, algunos detalles de maquillaje que te compre y una tarjeta de regalo para que vayas a escoger las zapatillas que combinen, no te agobiare ni te cansaré con sexo, sé que regularmente los domingos ves a las chicas así que no deben tardar, pasó por ti a las 8:00 y espero estés lista. ¡Te amo Lilith, no sabes cuánto te extrañe!—
Escuche todo eso mientras me duchaba y con el ruido del agua disimule mis lágrimas y el sonido de mi culpa, no entiendo porque no le pedí ayuda en vez de ir a conseguir dinero de la manera fácil, mis malas decisiones estaban a punto de cobrarse mis facturas o más bien lo que llaman karma me había alcanzado rápido.

Salí de la ducha y ya se había ido, en efecto en la cama había un vestido rojo hermoso y maquillajes que no sabía que existían, me sentía horrible de verdad, hasta que las chicas llegaron y me vieron tirada en mi cuarto.

—¿Ahora que hiciste, como la cagaste? —dijeron al unísono, y yo, yo no paraba de llorar...

Continuará

Elizabeth Santillan
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FEMME FATALE-Disponible en FísicoWhere stories live. Discover now