XIV

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¡Maldita sea! Su bienvenida fue en bóxer y con una taza de café, mis dos cosas preferidas, cafeína y él, me quede muda después de balbucear tanto pero como siempre interrumpió mis pensamientos –Llevo media taza de café esperando a que toques la puerta, en un inicio pensé que venías con alguien y mantenías una conversación donde no había mucha coherencia, hasta que me asome por la mirilla tu monologo cómico y decidí no abrir porque te veías tan graciosa que seria bueno después burlarme en tu cara, pero no contaba con el final inesperado donde mi amigo de las entregas traería mi desayuno antes de lo esperado y te interrumpiría jajajajaja, es demasiado gracioso así que quita esa cara y toma este café se ve que lo necesitas– solo me quedo sonreír y si, aceptar el café –Te ves linda Lilith, pero se ve que vienes en modo sobreviviente de una noche loca, dime, ¿Acaso te divertiste sin mi?– tome aire, me quite los lentes y le se lo solté.

–Conocía a Diana, llego anoche a mi apartamento rastreando una llamada que conteste en tu celular, entro como una puta reina, bebimos, bailamos, fuimos cómplices y después desapareció– lo dije tan rápido a modo de que la tormenta pasará de golpe que apenas y se me entendió, quedo con una cara que solo me mostraba dudas y dijo –jajajajajaja ¿De verdad viniste hasta acá para decirme eso?, no es tan grave, vaya sabía que sí algún día se conocerían serían amigas, a lo que interrumpí –Al despertar desapareció y con ella también tu celular–

Es enserio Llilith, de verdad fuiste tan confiada, ¡Rayos! No sé como pude seguir tu idea, y dejarme convencer de que fuera buena, no tienes idea de lo que Diana puede hacer con tanto que tengo ahí, sabes que vete, ten tu celular y vete, estaba pensando en darte una oportunidad a pesar del centenar de chicos que te buscaron para follar, y de las otras decenas de nudes que te llegan, pero que fueras tan descuidada para empedarte con alguien de quién no te di muy buena referencia me hace confirmar que no eres lo que estoy buscando– me sentí triste y decepcionada de mi misma – Pero Dan, todos tenemos errores, de verdad me equivoque y apenas me di cuenta decidí venir hasta acá para contártelo y ver como lo puedo solucionar–
–No Lilith, esta vez no sé como solucionarlo, y la verdad me equivoque contigo, busco algo que es obvio tú no tienes, ¡Vete por favor!–

Tome mi celular, me moleste, saque a flote mi orgullo y dije –Después de todo que chica querrá salir con un chico caritativo y que use la misma técnica para cada cita, sí, sí me lo conto y le creo, no podrías ser tan bueno, así que ¡Jodete Dan!– abrí la puerta y antes de poner un pie fuera me jalo del brazo y me arrojo a su torso para darme un beso –Eres tan tonta y orgullosa que sé que sufriré y me meterás en líos, quizá si eres la droga que estoy buscando, testadura, necia, bonita, sexy, cruda y perversa– me beso lento, suave y a la vez con pasión –Anda, ven tengo chilaquiles y más café si bebiste con Diana debes estar a punto de una congestión–
Me preparo el desayuno y mi teléfono empezó a sonar, eran las tontas de mis amigas que despertaron en mi casa, sin mí y sin Diana, las paranoicas creyeron que me había secuestrado y llamaban a Dan para avisar, eso fue realmente gracioso, así que las tranquilice y se quedarían a desayunar en mi apartamento y a limpiar.

Entre mis chilaquiles y el café volvió a sonar, pero esta vez era un mensaje “Sé que estas con ella, sé que ya no quieres nada conmigo, y sé también que es espectacular, lamento no haber sido lo que merecías, pero no me arrepiento de lo que soy, la conocí y ahora entiendo porque la elegiste, quédate tranquilo guardaré tus secretos, no volverás a saber de mí. Con amor Diana, borra este mensaje cuando le devuelvas su teléfono a Lilith”
Pero no, Dan ya me había dado mi teléfono y sería mejor que no supiera del mensaje y yo, yo me olvidara de lo Diana y me enfocará en saber los secretos del chico bueno, Dan…

Elizabeth Santillan
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FEMME FATALE-Disponible en FísicoWhere stories live. Discover now