IV

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En eso algo salto dentro de los arbustos, ladrando y yo lo suejete  con fuerza.

—jajajaja, me estas pellizcando, siempre funciona. Anda muchacho, ven

Era un maldito perro chiquito, parecía un chihuha. Y meneaba su rabo, mientras emocionado se acercaba a Dan para recibir sus croquetas.

— Ya dime que diablos hacemos aquí— le dije aún un poco alterada por el susto

—Luz en la oscuridad, te dije— se limitó a responder

En ese momento mire bien y dentro de una jardinera rodeada de esos arbustos grandes, estaban varias personas en situación de calle.
Él se acercó a uno y saco de la bolsa una cobija, arropo al que en peor situación se veía y los tacos de los entregó a una mujer que estaba ahí. Parecía que estaba embarazada. Ella le agradeció con la cabeza y el solo dio la vuelta y me dijo —Anda que aún hay estrellas que alcanzar.

Lo seguí y retomamos el camino donde ahora se veía mas vacío eran casi las 5 de la mañana, el frío comenzaba a sentirse más.
—¿Por qué haces esto? le pregunté esperando que por fin me respondiera

—Ya te dije que quiero un desyuno.

—Eso no idiota, darles cobija y alimento, sabes que ellos tienen la fuerza para trabajar, que solo fomentas más la vagancia, al solucionarles las cosas ellos caen en confort ¿Lo sabías?

— jajajaa ay chica del bar, acaso no viste, en toda esta oscuridad ellos recibieron un poco de luz y esa sonrisa de la mujer y el hombre que dejó de temblar al combijarlo. Nadie absolutamente nadie me quitara la satisfacción de haber ayudado a alguien.

— Pero están así porque quieren. Hay albergues, hay programas, hay trabajo.

—Sí, lo sé y ellos lo saben. Pero alguna vez has escuchado sus historias. Muchos de ellos no están así por gusto, algunos de ellos lo perdieron todo por un fraude, en deudas accidentes, decepciones, y si ellos fueron los culpables pero no todo a tenemos esa fuerza en el alma de levantarnos. A veces solo necesitan un empujón. Hay Quienes buscan trabajo y por su apariencia se lo niegan. Y hay quienes han huido en busca de algo mejor y solo han encontrado algo peor. Cada uno tiene su historia, y yo le ayudo como puedo. La mujer debe comer por dos, y no accede a algún programa por falta de documentos. Pero estamos en trámite de ellos, y también le ayudo a conseguir trabajo, pero dime, ¿Quién contrata a una embarazada?, dirás misa, pero se lo que hago y trabajo en proyecto para poder dar trabajo a todo a aquellos que están en esta situación. Y para quienes buscan trabajo y gastan su poco capital, pasan a la taqueria y preguntan si hay tacos de casa y rafa se los da.
Yo sé lo que es tener carencias, y lo mucho que sirve un taco.
Así es como yo iluminó un alma en la oscuridad.

Me dejó perpleja, era tan buena su razón, y ahora tenia una duda, ¿De donde carajos venía él?

Continuará

Elizabeth Santillan//Derechos reservados ©
Libro en promoción en versión digital, leé la historia completa.

FEMME FATALE-Disponible en FísicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora