3. Hades Cavalli.

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Wildflower- 5 Seconds of Summer.

En la sesión no pude hablar. La primera pregunta fue ¿Cómo estás realmente? No contesté. No pude hacerlo. Cuando me pidió que respondiera con toda mi sinceridad y no un simple "bien" comencé a llorar. Mis excusas no eran válidas aquí. 

"Lloré" durante toda la hora que duró la sesión. Sí a lo que hice se le podía llamar "llorar" realmente. 

Al salir, Shawn me esperaba afuera. Me arrastró a su habitación, para mostrarme su colección de flores disecadas, era extraño, pero bastante lindo.

-Las más extrañas las consiguió James.- Dijo mirándolas.

-¿En serio?.

-Si, son su regalo por portarme bien. El quiere que yo esté bien, por eso solo sale cuando se lo permito.

-¿Lo dejas salir?.

-Si, algunas veces al mes, todo un día, a veces más. Él siempre observa lo que hago desde adentro, me aconseja y me hace decir la verdad a Nora cuando le miento.

-¿Quién es Nora?.

-Mi doctora, antes era Steve, pero ahora es el tuyo, él es para los nuevos como tú.

-¿Cómo yo?.

-Si, que se portan bien.- Se quedó mirando la pared por unos momentos.- ¿Quieres ver la flor más linda que tengo?,- asentí - es especial, James me la regaló en mi cumpleaños.-Sacó una caja de plástico transparente, dentro había una flor, específicamente una orquídea, una orquídea negra, una flor difícil de encontrar y demasiado costosa, pero era muy bella. Simplemente hermosa.

-Es preciosa.

-Lo sé.

Estuvimos mirando sus flores por más tiempo, hasta que llegó la hora de la sesión grupal.

Durante la sesión grupal. No hablé, solo me presenté, fue todo.

Luego nos dirigieron al salón principal para ver una película juntos, todos los internos del primer y segundo edificio estaban allí.

Y llegó la hora de regresar a la habitación. La hora de salir de ese lugar. Durante el día logré quitar una horquilla a una de las enfermeras. Cuando cerraron mi puerta, esperé un poco para comenzar, como en los viejos tiempos, tardé alrededor de quince minutos, al salir, me recibió el frío de la noche, la luna brillaba, facilitó las cosas. Al llegar al último pasillo para alcanzar la barda de división al exterior, estaba feliz. Comencé a caminar a ella, pero antes de llegar, alguien me tomó bruscamente del brazo.

-¿Qué haces aquí?.- Preguntó el enfermero.

-Yo... -

-No debes escapar, linda. Afuera hay personas malas que podrían hacerte daño. Yo no lo haré. Solamente te daré un pequeño castigo por lo que hiciste. Si alguien más te hubiera visto afuera, yo estaría en problemas, y no vamos a permitir eso, así que lo siento muñeca.- Me tomó de los brazos y me lanzó contra la pared, intentaba atraparme nuevamente, yo solamente podía cubrirme, logró golpear mis brazos varias veces, pedía ayuda a gritos, o al menos eso intentaba, pero nadie me podía escuchar. 

Mis dedos hormigueaban, y estaba comenzando a hiperventilar. Estaba comenzando a ver puntos negros a mi alrededor, y no quería eso, no...

¡Y él me haría lo mismo que...!

Y entonces, de repente, el hombre ya no estaba. Había alguien golpeándolo cruelmente, era un chico.

-Lárgate- Le dijo al  hombre- Más te vale irte lejos, o te irá muy mal- El tipo lo miró y después comenzó a correr con miedo, yo estaba inmóvil, tratando de recuperar el aire, intentando relajarme si eso era posible. No quería un ataque en ese momento. -¿Estás bien?- Preguntó- No debiste salir. No es seguro.- Se giró a mi y lo vi al fin. Tenía cabello rubio, y sus ojos eran extraños una mezcla de azules y verdes, muy lindos. Pero no era muy importante en realidad. -¿Estás bien?

-Si... Gracias.- Contesté como pude.

-Te acompañaré a tu habitación.- Me ayudó a levantarme del frío suelo y comenzamos el camino a mi habitación, al llegar, entró conmigo.

-¿Qué haces? Esta es mi habitación, nos meterás en problemas.

-Así que tu eres mi compañera de habitación.- Dijo seriamente.- Hubiera preferido a alguien memos problemática.- Bien, eso fue molesto. Y yo aún no estaba bien.- Pero, está bien. Solo espero no tener que salvarte cada dos minutos.-¿Qué le pasaba?.- En fin, me llamó Hades Cavalli. Se tu nombre, no necesitas presentarte. Buenas noches, Ada.- Se recostó en su cama, y sin decir más, se durmió. A pesar de haberme salvado, era muy molesto para su propio bien, solamente esperaba que no me diera problemas. Intenté olvidar lo que había pasado. Tomé las píldoras especiales, e intenté conciliar el sueño. Solamente quería olvidarme de todo. 

Cuando dejes de amarme ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora