(II)20. Confía en mí (Parte dos)

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Paradise -Coldplay

HADES CAVALLI

Al llegar a casa, me sentí desfallecer. Miré a toda las personas importantes para mí atadas a sillas y a mis hijos presos del miedo. Lo que más me enfureció, fue ver a Elliot sentado cómodamente como si nada estuviese pasando. Lo odié. Y me odié a mi mismo por ser tan imbécil.

El sonido del disparo me sacó de mi ensoñación. Volteé rápidamente en dirección a la mujer de ojos grises que sostenía el arma. Alarmado revisé a cada uno de los presentes buscando alguna herida, afortunadamente no encontré nada.

-¿Entonces, Hades?- habló ella comenzando a caminar alrededor de todos ellos -¿A quién quieres ver morir primero?- no respondí, aún así ella continuó -¿A la mujer que ha estado loca por ti desde que la ayudaste el día de su parto?- sonrió apuntando el arma en la cabeza de Hillary -¿A tu mami que jamás hizo nada para protegerte de tu padre malvado? ¿A esta loca depresiva que en realidad no te importa?- apuntó a Laurel, después se dirigió a Shawn -¿También puede ser el loquito idiota de tu mejor amigo?- él miró asustado a su alrededor -¡Ya sé! ¡Mejor la primera será está estúpida que me quitó tu amor!- apuntó a Ada, entonces toda la rabia dentro de mí explotó.

-¡No te atrevas a tocarla!- ella me miró con una sonrisa, para después hablar.

-Vaya, veo que aún puedes hablar.

-¿Qué quieres Penélope? ¡¿Qué necesitas para dejarnos tranquilos de una maldita vez?! ¿Dinero, propiedades? ¡¿Qué quieres?!

-¡No! ¡No quiero nada de eso! ¡Nunca quise nada de eso!- entonces comenzó a llorar, sorprendiéndonos a todos -Nunca quise nada de eso. Lo único que siempre quise era tu amor, al menos un poco de cariño ¡Pero nunca obtuve nada! ¿Sabes qué fue lo único que recibí? Desprecio, al ser un juego más para ti. Pero entonces llegó esta estúpida, recibiendo todo lo que yo quería, obteniendo todo por lo que yo siempre luché ¡¿Por qué Hades?! Si ella nunca hizo nada para merecerte. Yo siempre esperé más que simples palabras vacías, pero tú nunca me lo diste, ¡¿Por qué?!- apuntó nuevamente a Ada, y me asusté cuando vi la desesperación y el miedo en los ojos de mi doncella.

-Por favor, déjalos en paz. Esto es conmigo no con ellos, ellos no tienen nada que ver.

-¡Claro que sí! Ellos son parte de tu felicidad, ¿Y sabes qué? Si yo no soy feliz no lo será nadie, a menos que tú vengas conmigo.

-¿Eso quieres? ¿Quieres que vaya contigo?- pregunté después de darle una mirada significativa a Ada, en donde mostraba lo mucho que la amaba.

-Sí, eso quiero.

-Entonces lo haré, me iré contigo.

-¡Mientes!- gritó colérica.

-Claro que no, Pen- utilicé el apodo que usaba cuando estábamos juntos, su mirada cambió.

-Me llamaste Pen- habló conmovida y bajó el arma -Me gusta eso.

-Lo sé. Perdóname por hacerte daño ¿si? No pasará de nuevo, nos iremos lejos de aquí, juntos y seremos felices.

-Sí, vamos- asintió con una sonrisa, pero se detuvo a medio camino -Pero nos falta algo, alguien mejor dicho- entonces ella miró a Lea -Vamos cariño, papá llegó por nosotras- mi hija la miró asustada, no se movió -¡Vamos!

-Pen, déjala, vámonos de aquí sólo tú y yo. Tendremos muchos hijos si así lo quieres, no necesitas llevarla.

-Pero, ella es mi hija.

-No Pen, no lo es- ella me miró entonces.

-¡Eso quieres! ¡Quieres que me vaya de aquí para que no les haga daño a estos idiotas!- me miró furiosa -¡No lo vas a lograr!

Cuando elevó el arma, supe que era el momento de actuar. Corrí comenzando a pelear por el arma, aquello me llevó malos recuerdos. Yo era fuerte, pero ella estaba furiosa, y eso valía más que nada. Sin darme tiempo a reaccionar, me arrebató el arma de las manos y dando media vuelta, comenzó a disparar.

Tres disparos.

Las sillas cayendo al piso, Laurel gritando, Ada comenzando a llorar y el grito de Shawn fueron lo que logré escuchar.

-¡No, Shawn! ¡No!- Laurel gritaba desconsolada, de alguna manera logró liberar de su agarre y corrió hacia el castaño, presionando su pecho. En donde la bala había dado.

-¡Shawn!- grité.

-Tú no vas a ningún lado, amor. Vámonos ya- Penélope se dirigió a los niños y tomó a Lea por el brazo, levantándola sin cuidado -Tú irás conmigo también.

-¡No! ¡No! ¡No!- gritó mi hija, y justo cuando iba a hablar, alguien más lo hizo.

-¡Suéltala, Penélope!- gritó Elliot poniéndose de pie.

-¡Tú cállate!- apuntó a él -¡Siempre me mentiste idiota! ¡¿Creíste que no me iba a dar cuenta?! ¡Todo el tiempo estuviste de su lado!- eso nos sorprendió a todos -Pero no te funcionó, porque soy mejor que tú, imbécil- miró a Lea -Y tú, pequeña, obedece y vámonos ya.

-¡No se la lleve!- el grito de Gael nos alertó a todos, mi sangre se heló cuando ella, sin ningún remordimiento, apuntó a él. Entonces lo hizo.

Ella disparó. 

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¿Adelanto? Esta parte solamente tendrá 25 capítulos y el epílogo. Pregunta: ¿Podrá solucionarse todo en los cinco capítulos restantes?

Cuando dejes de amarme ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora