• 10 •

2.2K 233 2
                                    

— Y su recuerdo vivirá siempre en nuestras memorias.— llevé mis ojos a la improvisada tumba de Bob, viendo a Sasha colgar una cruz pequeña de madera. 

Nos alejamos para brindarle algo de privacidad en su luto, vaminamos hacia el frente de la iglesia y, desafortunadamente, chocamos de frente con los cuerpos de los hombres de Gareth, apilados unos sobre otros, esperando ser lanzados bajo tierra. 

Mantuve mi mirada en ellos un poco más. 

También eran personas. — volví a la realidad con la voz de Glenn. — Como tú. Como yo.

— Amigo, estas personas —.intenté enfatizar la última palabra. —  no hubieran dudado en matarnos a todos. Incluso a Carl o a Judith.— bajó su cabeza.

— Ayer mataste a tres hombres, sin remordimiento alguno, ¿lo habías hecho antes? — mordí mi mejillas internas.

— ¿Por qué debería sentirme culpable? — evadí su pregunta. — No puedo redimirme de algo de lo que no me arrepiento. Eran ellos o nosotros.—  abrió su boca para responder, pero no lo hizo.— Una vez alguien me dijo que no me disculpara por lo hacía para mantenerme viva y eso es lo que hago.

Este es nuestro itinerario a Washington. — escuché a Abraham y llevé mi vista al frente. — Lo respetaremos hasta donde podamos.— le entregó un mapa a Rick. — Sino, bueno, conocen nuestro destino. Cuando Eugene llegue ahí, todo volverá a la normalidad.— me coloqué mi gorro, mirando al nombrado, que jugaba con una herramienta en sus manos.— Este grupo debería estar ahí para verlo. Tú deberías estar ahí. — miré al líder. 

— Ahí estarán. — acotó Maggie con seguridad y Rick la observó, serio, pero luego sonrió y asintió.

— Ahí estaremos. 

— Muy bien, vámonos.— Abraham mostró una pequeña sonrisa, pero la disimuló bien, dándose vuelta y caminando hacia el auto. Le hice una señal al grupo que se quedaría con la cabeza y lo seguí.

Carl estaba parado en las escaleras de la iglesia y me entregó mi mochila. 

— Manténganse a salvo. — se estiró para abrazarme.

— Ustedes igual.— nos separamos y acomodé su sombrero.

Abraham abrió las puertas del autobús y entré por ellas, sentándome junto a Tara.

— ¿Están todos?—  el pelirrojo nos dio una mirada por el espejo retrovisor y encendió el motor. Nos adentramos en el camino de tierra, volviendo a la carretera principal. 

Abraham encendió la radio y colocó un CD en ella, por lo que ahora estábamos escuchando una banda antigua o un coro eclesial, realmente no lo sabía. 

— Tienes el pelo demasiado largo. — Rosita acariciaba el cabello de Abraham.

—Me preparo para retirarme. — respondió él, pendiente al camino. — Empecé a relajar el cuidado personal. Estoy evaluando si dedicarme a la plomería o a cuidar ovejas.— solté una pequeña risa. 

— Aún no cuidas ovejas, Abe. Concéntrate en la misión.

—Tienes razón. Esa es mi chica. Quizás deje que me afeites por completo. Que me dejes suave como un delfín. — escuché la risa de Rosita y ella golpeó su hombro con diversión.

— Esta noche te lo corto. — se tiró hacia atrás en el asiento.

— Sí, señora.

Instintivamente, miré a Eugene. 

— Hablando de cabello, también deberías cortarlo un poco.— Tara pareció leerme la mente.— Está algo largo en la parte de atrás. — él no contestó.

𝐋𝐎𝐘𝐀𝐋𝐓𝐘 || 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳. /𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚂.Där berättelser lever. Upptäck nu