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Fruncí mi ceño y negué.

— Vamos, no es para tanto. — Tara renegó un poco.

— ¿No es para tanto? — repetí. — La primera vez casi mueres y ahora estás herida. — levanté la manga de su camisa. — Por culpa de Aiden, puedo agregar.

— Es solo un rasguño.

— ¿Dirás lo mismo cuando sea una bala en tu pierna? — cuestioné. — ¿O cuando sea una mordida?

— ¡Ay! — quiso retirar su brazo al sentir el desinfectante contra la piel herida.— Duele, duele, duele.

— ¿Sabes qué duele más? — retuve su brazo con cuidado.— Una maldita mordida.— tomé una venda y rodeé su antebrazo con ella.

Ni siquiera habían estado dos horas fuera cuando volvieron, porque Aiden había puesto a su grupo de expedición en peligro.

Otra vez.

— Ya está. — le avisé y me quité los guantes, tirándolos a la basura.— Dile al idiota de Aiden que si sigue haciendo tonterías allá afuera, yo misma iré y le enseñaré a...—

— Entiendo, entiendo.— se tapó los oídos y eso me hizo sonreír un poco.— Oye, ¿dónde está Pete? — preguntó mirando hacia el resto de la enfermería.

— En casa de los Wilson. — arrugué un poco mi nariz.

El solo hecho de tener que mencionar su apellido, el que alguna vez adornó mi nombre, me generaba molestia.

— Claro, lo olvidé.— se puso una mano en la frente.. Duncan dijo que Raven había estado sintiéndose algo mal.— entrecerré mis ojos.

— ¿Ustedes son amigos? — intenté sonar desinteresada.

— Sí, es parte del grupo de expedición.— ladeé un poco mi cabeza.— No sale mucho por el embarazo de su esposa.

— Eso es tan...considerado de su parte. — sonreí sin mostrar mis dientes, de manera tan forzada que incluso sentía cómo se marcaban los hoyuelos en mis mejillas.

Ambas nos giramos con rapidez al escuchar la puerta abrirse. Un Glenn algo irritado pasó por ella.

— Aiden dice que saldremos en unos minutos. — le hizo una señal a Tara.

— ¿De nuevo? — pregunté mientras contraía mis cejas.

— Pero si volvimos hace menos de media hora.— reclamó ella.

— Díselo a él. — Glenn levantó sus manos.

— ¿Saben? — llamé la atención de ambos.— Cambiaría de lugar con ustedes solo para poder sentir un arma en mi mano.— confesé.— Es...— intenté encontrar la palabra adecuada.— lindo estar aquí, pero extraño la sensación.

— Probablemente terminarías matando a Aiden.— Tara se cruzó de brazos.

— Podría practicar mi puntería con él.— bromeé y se rieron.

— Tenemos que alistarnos.— Tara asintió hacia Glenn.— Adiós, Amelie.

— Te veo luego.— Tara se acercó para abrazarme.

— Manténganse a salvo.— murmuré.— Díganle a Noah que tenga cuidado con su pie.

Los dos caminaron hacia la puerta y levanté mi mano una última vez. Solté un suspiro, guardando todo lo que había utilizado.

Escuché la puerta abrirse.

— Hola, ¿puedo ayudarte con...— levanté la cabeza y me callé al verlo de pie bajo el umbral. Mi mandíbula se apretó de forma inconsciente.— ¿Qué haces aquí?

𝐋𝐎𝐘𝐀𝐋𝐓𝐘 || 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳. /𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora