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Corté la camisa y guardé el cuchillo. 

— ¿Eso fue lo que pasó ayer?— Noah me preguntó mientras envolvía su tobillo con la manga. —¿Me desmayé?

— Sí, pero, descuida, no te perdiste de nada. — terminé de vendarlo y me puse de pie. 

Ayer, cuando Noah despertó, nos vimos obligados a buscar un lugar en el cual poder dormir cuando la noche empezó a caer. Terminamos encontrando una cabaña varios kilómetros más adelante, algunas partes del techo estaban caídas pero nos sirvió para no estar tan expuestos a los caminantes. 

— Te guardé algo de carne. Está fría, pero es mejor que nada. — busqué la bolsa en la que la había guardado y se la entregué. Era un pedazo pequeño, pero eso lo haría aguantar un poco más.

— Gracias, en serio. Ya comenzaba a dolerme el estómago. — le dio un mordisco y sonrió. — Está muy buena, ¿qué es?

— Ah,— titubeé.— ¿qué quieres que sea? — me apoyé en una mesita cercana y lo miré.

— ¿Conejo? — respondió dudoso. 

— Pues es conejo. — me crucé de brazos. 

Volvió  llevar el pedazo a su boca y se lo terminó en menos de dos minutos, dejando salir un sonido de satisfacción. Un pequeña risa se oyó de mi parte, lo que le generó algo de curiosidad. 

— Ya, serio, ¿qué era? — se sobó un poco el tobillo.

— No quieres saber. — le sonreí y su expresión cambió. 

— ¿Acaso...—

— Amelie. — volteé a ver la puerta y Carol se asomaba por ella.— ¿Estás lista? — asentí y caminé hacia ella. 

— ¿No irás con nosotros? — negó.

— Me quedaré con Judith y Carl. —puso una mano en mi hombro. — Veré que el pie de Noah esté bien. Ve. — tomé mi bolso y me encaminé fuera de la casa, encontrándome con la mitad del grupo que no se quedaría.

Habíamos decidido que iríamos a buscar algo que nos pudiera servir, aunque eso nos llevara lejos de la casa. 

— Manténganse atentos. — Rick dirigió el grupo hacia el bosque. Nos encontramos con pocos caminantes, lo que fue un agrado, ya que no tenía deseos de enterrar mi navaja en cabezas ajenas. 

Estuvimos esquivando árboles y arbustos alrededor de veinte minutos, hasta que el líder se detuvo. 

— Aquí nos separamos. Maggie, Abraham, Amelie. Irán con Daryl. — señaló al de la ballesta, que solo asintió. — Los demás vendrán conmigo.— asentimos y comenzamos a alejarnos.— Esperen. — nos detuvimos al escucharlo. — Estaremos en comunicación. — nos extendió un walkie-talkie y miré a Daryl, que me hizo una señal con la cabeza para que lo tomara, así que lo colgué de mi pantalón.

— Suerte, hermana. — Tara se acercó a mí y me palmeó el hombro. Le devolví el gesto.

Volvimos a caminar en la dirección contraria del otro grupo. Los arboles nos refugiaban de la luz y eso ayudaba un poco, porque estábamos sedientos. La deshidratación y estar bajo el sol podían ser una combinación mortal.

— Hombre, ¿qué estamos buscando? — Abraham se movió al lado de Daryl.

— Lo que nos sirva. — sacó la ballesta de su hombro y la lanzó a la tierra.— Justo aquí. — se agachó y empezó a cavar con sus manos. 

— ¿Qué está haciendo? —pregunté. 

— Busca lombrices. — el pelirrojo asintió y también comenzó a buscarlas.— Muy listo.

𝐋𝐎𝐘𝐀𝐋𝐓𝐘 || 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳. /𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚂.Where stories live. Discover now