Red Lights

❣️02❣️

—¡No me lo puedo creer! —exclama levantándose del sofá para coger la botella de vino de la encimera de la cocina.

Vuelve a sentarse a mi lado en el sofá negando con la cabeza dando otro sorbo a su segunda copa de vino mientras que la mía sigue entera salvo por un pequeño sorbo que le di al principio.

—Es increíble que ese idiota te dejara plantada ayer —sigue negando y bebiendo vino—. Voy a cortarle las pelotas a ese idiota por dejarte plantada.

Así es, ayer me encontraba en Red lights porque Chelsea, mi mejor amiga, me organizó una cita a ciegas con un amigo de su novio Daniel.

Al menos saqué algo positivo de eso noche después de que me dejaran plantada y me tiraran una copa encima y fue el conocer al barman del club, Christopher, el cual no me quito de la cabeza.

La puerta interrumpe nuestra charla y ambas nos giramos para ver entrar a Daniel pero es mi amiga la que salta alegre del sofá para recibir a su novio con un gran beso.

Chelsea y yo somos amigas desde el instituto, ambas nos encontramos al vernos asustadas por el paso a la adolescencia sin amigos desde entonces somos mejores amigas y el haber sido admitidas en la misma universidad nos unió mucho más. Al menos hasta que en el primer año de Universidad conoció a Daniel y tuve que empezar a compartirla.

—Hola Peach, ¿como estás? —me pregunta Daniel cuando se separan después de un largo beso.

—¿Cómo va a estar? —exclama Chelsea en mi lugar—. Tu estúpido amigo la dejó plantada ayer.

Los dos vienen a sentarse al sofá grande dejándome a mi en el pequeño.

—Lo siento, no sabía que James te dejaría plantada —dice Daniel poniendo cara de disculpa.

—No importa —hago un gesto con la mano aprovechando a dejar la copa de vino en la mesa.

—¡Si importa! —se queja Chelsea—. Nadie puede dejar plantada a mi amiga.

—De verdad que lo siento Peach, te juro que le diré algo a ese idiota —me dice Daniel.

—Algo no, tienes que darle una buena paliza —exclama Chelsea.

Daniel es una chico tierno y bueno y jamás lo he visto enfadarse enserio más allá de las tontas peleas que tiene con mi amiga y sé que el no es nada violento, es sincero y paciente y es una de las cualidades que lo hacen buen novio, el único fallo que tiene es que es un tiquismiquis obsesionado con corregir a la gente y es algo bajito.

—...a menos que algo pasara y no me lo hayas contado Peach —vuelvo a la tierra ante la voz de mi amiga.

—¿Qué? —pregunto tontamente porque no estaba escuchando lo que decían.

—¿Ha pasado algo ayer?

—¿Que quieres decir?

Chelsea intercambia una mirada significativa con Daniel antes de volver a mirarme.

—Ocurrió algo ayer —acusa—. Por eso no estas molestas porque te dejaran plantada.

—No ocurrió nada —me defiendo.

—Mientes —exclama señalandome—. A nadie le gusta que le dejen plantado —mira a Daniel con los ojos entrecerrados.

—Solo llegué tarde una vez y te pedí disculpas —se defiende Daniel ante la mirada de odio de su novia.

Empiezan a besarse como dos adolescentes llevados por las ganas tocandose y hasta veo lenguas entre besos.

Suspiro resignada y cuando voy a recoger mi bolso se separan y Chelsea me mira como si no hubiera pasado nada.