❣️24❣️

37 8 8
                                    

—¡Ruel! —grité siguiéndolo esperando que me oyera—. ¡Espera! ¿A donde vas?

Me hice paso con más fuerza para llegar a él y conseguí alcanzar su mano antes de perderlo. Se giró deprisa encontrándose con mi pequeña altura y se apartó de mi mano como si me quemara.

—¿Te vas? —pregunté triste, asintió una sola vez—. ¿Por qué?

—No pinto nada aquí.

—Yo quiero que te quedes.

Ruel respiró hondo mirando a otro lado antes de volver a centrar sus ojos azules en mí dando un paso hacia delante. Yo no me moví, no sé que me lo impidió pero sentí como si su cercanía lo abarcara todo y me impidiera moverme.

—Peach, no lo entiendes.

Su aliento huele un poquito a alcohol pero es suave y calienta mis rostro.

—No sé si es porque lo oculto bien o porque finges no saberlo —murmura dejándome más sorprendida que antes—. Las dos cosas me están destrozando.

Su mano izquierda sigue en mi mejilla pero su brazo derecho es tan largo que me rodea toda la cintura y me acerca más a su cuerpo.

—¿De que hablas? —pregunté en bajito y temí que no me escuchara porque la música está muy alta.

—Deberías volver con él.

—¿Y tú? No te vayas —pedí poniendo mi mano sobre su muñeca, su mano sigue en mi rostro.

—Peach no puedo quedarme y presenciar lo vuestro porque me está matando.

—Ruel —no perdí en ningún momento en contacto con sus ojos y lo que veía en ellos me estaba matando.

Veo tanta tristeza en sus ojos azules que me está matando lentamente, porque sé que yo le estoy provocando esa tristeza y no me gusta ser la culpable de hacerlo sufrir. Ruel es muy importante para mí y quiero que sea feliz.

—¿Por q...?

—Porque estoy enamorado de ti, Peach.

—¿Qué? —pregunto con un hilo de voz.

—Llevo enamorado de ti casi desde que te conozco.

—Ruel, yo...—me quedo sin palabras y me siento tonta porque no me había dado cuenta hasta ahora que me lo acaba de confesar.

Ruel siempre ha sido tan callado y reservado que era imposible haberme dado cuenta de lo que sentía por mí. Creí que solo éramos buenos amigos y que me tenía tanto cariño como yo le tengo a él.

Desde que nos conocemos pasamos mucho tiempo juntos pero nunca había notado nada diferente, solo creí que me tenía confianza y que me tenía cariño igual que yo le tengo a él. O quizá estaba de verdad muy ciega que no lo vi.

—Peach, yo te quiero y sé que tu no me quieres a mi —abrí la boca para debatirlo porque yo le quiero, claro que le quiero pero él se adelantó—. Me quieres como a amigo, no como me gustaría que me quieras.

—Aún así te quiero mucho —musité.

Valoro su amistad muchísimo, para mí es muy importante como lo son Diana, Chelsea y mis otros amigos.

Sus dedos se mueve apartando el cabello de mi rostro y me mira con tanto cariño que tengo ganas de llorar y lo que mas me duele es sentirlo tan abadito, derrotado y dolido. No me gusta verlo así.

—Ya asumí que es culpa mía por ser un cobarde y solo me queda hacerme a un lado.

—Ruel, por favor no te vayas —supliqué agarrándolo impidiéndole soltarme y que se alejara.

Red LightsWhere stories live. Discover now