The Compulsion To Find Love (Traducción)

C.33 Felices Para Siempre

La marea te aleja de mí, maldiciendo y rugiendo
Te espero, aguardando mi desagradable momento con historias sin sentido y cuentos de hadas inimaginables
Hasta que finalmente tú
llegas a casa me liberas de mis problemas
y reemplazarlos con la delicada flor de la intimidad
Que nos caracteriza tan completamente

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Louis se despertó cuando una mano suave le apartó el pelo de la frente. Sus ojos se abrieron y se acurrucó en el toque de Harry, ronroneando contento. El olor espeso de Harry lo envolvió más fuerte que las mantas en las que estaba cubierto y también detectó un toque de productos horneados en el aire.

"Omega", susurró. "Louis, lamento despertarte así, te ves tan adorable durmiendo, pero si no te levantas ahora, llegarás tarde a tu clase sobre la ley de agravios y luego tendré que oírte la próxima semana reclamándome sobre cómo dejé que te perdieras tu clase sobre la ley de agravios y realmente no quiero pasar la mañana después de estar unidos a escuchándote recitar casos de negligencia médica".

Louis presionó sus labios contra los nudillos de Harry antes de suspirar. Con un rápido movimiento, se incorporó para sentarse y encontrarse con una bandeja llena de panqueques, té humeante y frutas tropicales cortadas en cubos pequeños.

"¿Esto es todo para mí?" el exclamó.

Harry asintió, formando una amplia sonrisa. "He tenido toda la mañana para mí, así que pensé en hacer algo productivo".

"Gracias, Harry." Presionó sus labios contra la mejilla de Harry, sintiendo que se sonrojaba bajo su toque.

Se comió el desayuno, cambiando su peso de un lado a otro hasta que encontró un lugar cómodo. Harry notó que hacía una mueca.

"¿Cómo te sientes?" preguntó. Envolviendo un brazo alrededor de los hombros de Louis con cautela.

"Un poco dolorido. Puedo sentir las huellas de tus manos quemándome el trasero", admitió. "¡Oye! Borra esa sonrisa de suficiencia de tu rostro".

Harry soltó una carcajada, agarrando un trozo de mango de la bandeja de Louis antes de esquivar la almohada mal orientada que Louis tiró en su dirección.

Pasaron cada segundo juntos hasta que Louis supo que tenía que irse para su clase. Harry había insistido en que usara su ropa, un grueso jersey lila y jeans oscuros doblados en los tobillos, que envolvían su esbelta figura. La lluvia no había cedido durante sus celos y por eso se puso un impermeable rojo que le caía hasta rodillas.

"Te veré más tarde", aseguró Louis, poniéndose de puntillas para presionar un beso en la mejilla de Harry.

Aunque se sentía reacio a irse y sabía que Harry quería desesperadamente que se quedara después de compartir un momento tan íntimo juntos, sabía que sentiría su conexión con Harry sin importar a dónde fuera. Sentía una leve punzada de dolor en el cuello cada vez que lo giraba hacia un lado, algo que le recordaba la marca grabada allí. Harry le había tomado una fotografía con orgullo para mostrársela: una marca roja del tamaño de una ciruela con marcas de dientes. El sangrado había disminuido y Harry le había informado que la herida ya había comenzado a formar una costra. Con el tiempo, parecería una sangría rosada en su cuello, aunque su vínculo con Harry se habría vuelto más fuerte, más resistente en esa etapa.

"Mantente a salvo, amor. Y no aceptes una mierda de nadie sobre tu marca. Si pasa algo, llámame de inmediato. No importa cuándo ni dónde, necesito que me llames. Estaré allí."

Louis asintió obedientemente, diciendo un suave "gracias, Harry", antes de enviar un pequeño saludo por encima del hombro.

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