Príncipes del 97 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

꧁Diez꧂

                         TaeEun;

—N-no sé de que hablas. Ahora si me permites —susurré e intenté irme de nuevo pero el lo evitó y me pegó a la pared, con uno de sus brazos pegado a esta, evitando que intentase irme.

—Eres demasiado obvia ¿sabías?.
Tragué fuertemente y decidí hablar.

—Está aquivocado —dije y el elevó sus cejas viendome fijamente.

Hipé cuando sus ojos me empezaron a analizar de esa forma.

—¿TaeEun? —Lisa eres mi salvadora sin duda.

—H-hola Lisa —salgo por debajo del brazo de Jungkook y me acerco a ella que estaba a unos pasos de nosotros.
Ella me observó a mi, y luego al príncipe Jungkook.

—¿Ya te sientes mejor? —me preguntó.

Asentí una y otra vez —Si sí. De maravilla. Vámonos –la tomo del brazo para huir.

—Dentente ahí, TaeEun —y sí. Me detengo mientras muerdo con fuerza mi labio inferior.

Lisa me mira sin entender y luego observa extrañada al príncipe Jungkook. El cual camina hacia nosotras; exactamente hacia mi. Me rodea hasta ponerse delante de mi. Y siento mi corazón latir demasiado rápido, al pensar que podría hacer, o decir. Se inclina un poco ya que el obviamente era más alto que yo y susurra en mi oído.

—Ya hablaremos tú y yo.

El se aleja y me mira serio antes de irse primero que nosotras.

—¿¡Que fue eso!? —exclamó Lisa emocionada.

—Nada. Quiero irme al palacio –es lo único que respondo.

Cuando entro a mi cuarto luego de haberme regresado yo sola y dejo ir un largo suspiro pegada aún en la puerta. Dejé la cartera sobre la cama y decidí darme una ducha. Me puse una ropa cómoda y me fui directo a la cama. Me cubrí con el edredón, y miré algún punto inexistente mientras pensaba en que el príncipe Jungkook se hacía una idea de que yo era esa chica que lo había rechazado diciendole eso. Y pensandolo bien, ¿tanto le molestó?

—TaeEun —salgo de mis pensamientos cuando la puerta se abre y entra Joy.

—Hola —digo desde mi sitio.

—Me enteré de que regresaste rápido porque te sentías mal. ¿Vomitaste?.

Asentí —Sí.

—¿Y ya te sientes bien? —arquea una ceja observandome.

—Sí. Aunque siento un vacío tremendo en el estomago —contesto sinceramente.

—No te preocupes. Tu mantente tranquila. Pediré que te hagan una sopa.

—No es nece- —pero ella ya había salido de mi cuarto.

Suspiré y me quedé quieta en mi sitio. Ya que solo me apetecía estar acostada comodamente.

                    Jungkook;

Regresé con los demás hacia la mesa en la que ya se encontraban disfrutando del almuerzo. Me sente junto a Mingyu -donde estaba sentado anteriormente-.

—¿Cómo está TaeEun? —pregunta Luda.

Antes que respondiese, salió la chica Lisa junto a ella y la miré fijamente mientras ella seguía evitando a costa mirarme.

—TaeEun prefiere irse. Se siente mal —dice Lisa.

—Yo la llevaré —se brinda el señor Kim Suk y ambos salen del restaurante.
Yo chasqueo la lengua y tomo un poco de agua antes de prepararme para empezar a comer.

Luego de almorzar, estuvimos otro rato más en el centro de la ciudad conversando y riendonos entre todos. Hacía mucho tiempo que no estaba de esta forma, así que por ese lado, me estaba divirtiendo en este evento.
Regresamos ya casi a la media noche al palacio. Nos adentramos por el gran portón y nos dirigimos a dejar los autos en el garaje de este.

Salgo del auto y le abro la puerta a las chicas que habían venido conmigo.

—Descansen —les sonrío y ellas me sonríen antes de irse. Al igual que me agradecen.

Es Rose la que se me acerca y me besa cortamente en los labios. Súper rápido.

—Usted descanse también —me tomó algo por sorpresa. Así que solo me limite a sonreirle y ella me sonrió de vuelta para irse.

Me le quedé mirando y sonreí de lado.

Era linda.

—¿Tienes alguna idea de quien es la chica con la que te encontraste ayer? —me pregunta Yugyeom quien estaba muy cómodo acostado en mi cama.
Me terminé de poner un sweter de pijama y asentí mientras me miraba una vez más frente al espejo.

—Tengo una idea. Pero tampoco estoy tan seguro.

—¿Que te hizo esa chica?. Cuentame —se sienta y me observa curioso.

—Te vas a reir, pesado —contesto riendo un poco.

El frunce su ceño —Ahora me dices –demanda.

Lanzo un suspiro —Me dijo que nunca estaría conmigo.

Yugyeom abrió su boca, y a los segundos como me imaginaba, empezó a reírse a carcajadas.

—No te rías —respondo lanzando un suspiro y sentandome en uno de los sofás de la habitación.

Aguanta la risa y habla —¿En serio?. ¿Te rechazó? –intenta no reírse–. ¡Es que ahora si entiendo porque te dejó mal! Es como... esa chica llamada TaeEun. Prefirió a Eunwoo antes que a ti.

Sobe mi frente -no pensaba decirle que tenía el presentimiento de que era la misma persona-, asi que solo asentí.

—Para que veas.

—¿Que vas a hacer cuando sepas quien es? —preguntó curioso.

Chasquee la lengua dejando reposar mi espalda en el cómodo respaldo del sofá.

—Muchas cosas —dije levantando mis pies dejandolos en el borde del sofá mientras miraba a mi amigo.

Arqueó una ceja —Perturbador.

Solté una risa nasal —Tú eres el perturbado. No he dicho nada.

—Está bien, está bien —asintió—. En fin. Obviando a esa chica, ¿hoy te gustó alguna?.

Recordé a Rosé.

—Rosé —contesto.

—¿La peli-roja? —asentí ante su pregunta y el asintió lentamente—. Es linda. Y de seguro no te rechazó –molestó.

—Ya sabía que no te podía decir nada —digo—. ¿Que hay de ti?

—Conocí una en el baile –empieza a decir—. Era simpática. Pero...hoy...me llamó la atención Eunha.

Arquee una ceja —¿Es la misma?

—Creo que no —dijo—. Como sea...ya veremos que ocurre más adelante con todo esto.

Asentí de acuerdo.

—Me voy a dormir —dice al poco rato, se estira y viene hacia mi. Nos damos un corto abrazo—. Hasta mañana.

—Hasta mañana —respondo y el cierra la puerta una vez que sale del cuarto.
Suspiro y me estiro para ir hacia la cama.

Ya quería dormir. Me moría del sueño. Me lancé sobre esta y me cubrí con el edredón color gris. Cerré mis ojos y al hacerlo recordé a TaeEun. La forma en la que siempre evitaba mi mirada, y como titubeaba si yo la miraba fijamente. Al igual que su hipo repentino; era rara pero linda.

Agité mi cabello; debía saber si era ella la de la fiesta.