Príncipes del 97 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

꧁Cincuenta y nueve꧂

                         Jungkook;

—Te acompaño a tu habitación —le dije a Taeeun cuando vi como se despertaba para irse a su cuarto.

Sonrió divertida —Ni que mi habitación estuviera a veinte metros de distancia.

—Igual quiero acompañarte. Vamos —extiendo mano hacia ella y la toma.

Salimos de mi cuarto y besé su mejilla mientras caminábamos hacia su habitación.

—¿Dormiste bien? —le pregunte rodeando con uno de mis brazos su hombros.

—Mhm. ¿Y tú?

—De maravilla —respondí sinceramente.

Ella me sonrió y luego de unos cortísimos minutos ya estábamos en su habitación.

—¿Vas a entrar conmigo también? —preguntó sonriendo un poco.

—Si me dejas claro —respondí obvio y ella rió negando.

Abrió la puerta y ambos nos quedamos literalmente de piedra al ver lo que estaba frente a nosotros.

—M-mi dibujo —susurró Taeeun con la voz quebrada y corrió hacia el interior de la habitación viendo como su pintura estaba totalmente destrozada—. Dios...me costó tanto hacerlo –Eun comenzó a sollozar y agachada abrazó sus piernas mientras hundía su rostro entre sus brazos mientras sus hombros subían y bajaban por su llanto.

—Tranquila cariño —me agacho a su altura y la rodeo con mis brazos mientras acariciaba su pelo.

—P-pero ¿como puede estar roto? —se aleja para verme con la voz quebrada y sus mejillas mojadas—. Yo lo dejé perfectamente bien. Y terminado –cerró sus ojos y más lágrimas salieron de estos.

—Alguién debió hacerlo —dije. Y es que era la única explicación que había.

Taeeun me miró confundida y sorbió su nariz.

—Pero ¿quien? Es decir... la ú-única que puede entrar a mi habitación es Joy y ella —negué—, ella no haría eso. Además de que no tiene ninguna razón. No pudo haber sido ella.

Limpié con las yemas de mis dedos las piel de sus mejillas intentando alejar sus lágrimas impregnadas.

—Si no fue Joy —comencé a decir—, entonces....¿quién?.

Ella se levantó y yo la seguí a los segundos. Observó el dibujo y aún sollozando bajo, pero dolida respondió:

—No lo se. Pero quien quiera que haya sido es tan...cruel. ¡No lo entiendo! –exclamó.

—Ven —tomo su mano suavemente y la acerco a mi rodeandola en un abrazo.

Ella rodeó con sus brazos mi cintura y me correspondió al abrazo con fuerza.
Apoyé mi mentón en su coronilla mientras acariciaba su pelo tratando de calmarla.

—Buenos dí-  —Joy que venía entrando a la habitación se queda petrificada cuando nota de inmediato el dibujo de Taeeun destrozado en el piso—. ¿¡Pero que es esto!?

—Llegamos hace unos minutos y estaba... así —contesté yo.

—Dios...—musitó Joy. Miró a Taeeun—. Eun yo se que soy la única que tiene la llave de tu habitación pero-

Taeeun se separó de mi para negar mientras que con el dorso de sus manos hacía intentos fallidos de secar sus lágrimas.

—No Joy. Yo sé que no fuiste tu —respondió mi novia-casi prometida—, pero si no fuiste tú...¿como? Es que no entiendo.