Príncipes del 97 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

꧁EXTRA꧂

—Cada vez que Jungkook se va de viaje te mudas para acá —molesta Tae mientras reía y comía de sus snack mientras me miraba.

—No seas tan cruel y deja de recordarmelo —respondo sentandome en el taburete a su lado con un sándwich que me había acabado de preparar—. Esos días de viaje se me hacen eternos.

—Y lo son —asiente él—. ¿Cuanto lleva por China?.

—Dos semanas ya —respondo añadiendo un suspiro—. Pero en fin. Mañana me regreso a Seúl. Tengo que hacer cosas para la universidad.

—Sabes que es broma. Puedes estar aquí cuanto tiempo quieras —me sonríe y agita mi cabello cariñosamente.

—Lo sé —sonreí—. ¿Y como te va con Joy?.

—De maravilla —pellizca suavemente mi nariz y le sonrío.

—Me alegra —digo sonriendole.

Llevaba como una semana en casa de mis padres, ya que Jungkook se había ido hacia China con su padre para resolver algunos asuntos de negocios. Y no me gustaba quedarme sola. Así que me iba a vivir con mis padres durantes esos días para no estar sola.

Lastimosamente ya tenía que irme nuevamente mañana a mi casa —la que compartía con Jungkook–, ya que debía entregar algunos trabajos en la Universidad. Era mi último año, y pronto me graduaría. Quería terminar con buen promedio y con un buen índice, así que tenía que esforzarme.

—Si Jungkook sigue demorando en regresar puedes venir de nuevo —mi mamá me sonríe.

—Lo sé —le sonreí de vuelta—. Pero ya tengo que empezar muchas cosas que tengo pendiente para la U y es mi último año.

—Lo sé —asintió—. Sé que estás ocupada con la Universidad, y también aprendiendo cosas de la realeza, pero tomate un descanso ¿vale?.

—Está bien. Prometo hacerlo —le sonreí.

—Calienta la sopa que te prepare ¿vale?.

—Está bien —reí—. Ahora un abrazo.

Me despedí de mis padres, y también de Tae, para dirigirme a la limusina que me esperaba y que me llevaría a mi actual hogar. Decidí dormir ya que el viaje duraría un poco.

【...】

Llegué a la Universidad y me dirigí al salón donde daba clases. Mientras me dirigía a esta muchos universitarios me hacían reverencias y les sonreí solo un poco. Aún no me acostumbraba a esto. Y lo bueno de todo, es que a pesar de que eran un poco respetuosos conmigo, me trataban como una universitaria más y no con tanta lealtad. Y agradecía sinceramente eso.

Las clases duraron aproximadame toda la mañana. Y antes de irme a casa, fui a la cafetería por un capuchino.

Al llegar a casa decidí cambiarme ya que tenía que hacer algunos bocetos que tenía que entregar. Me cambié de ropa, poniendome algo más sencillo y casual. Bueno...mejor dicho se trataba de un pulover de Jungkook del cuál me había adueñado y usaba cuando quería pintar. Era cómodo, y olía él. Además, él siempre me decía que le gustaba como se veía en mi. Y más si estaba concentrada dibujando.

Me dirigí al cuarto que utilizaba como taller y preparé el caballete acercando todas las cosas que necesitaba para hacer los bocetos que tenía que entregar antes que se acabase la semana. Iba a comenzar, cuando mi celular comenzó a sonar. Lo alcancé viendo que se trataba de una video llamada de Lisa.

Acepté la llamada y ella no tardó en mostrarse en la pantalla con una amplia sonrisa.

—¡Holaaa! —dice sonriendo mientras agitaba su mano.