꧁Cuarenta y ocho꧂

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                                TaeEun;

—¿Está fría? —le pregunto a Jungkook quién ya estaba en la piscina.

—No. ¿Para que me invitaste si no te ibas a meter? —me mira y hace un pequeño puchero.

—Bueno...solo los pies —digo casi para mi misma.

Me acerco al borde de la piscina y me siento en este mientras adentraba los pies.

—Eun no seas así —dice Lisa quien se encontraba sentada en el borde de la piscina. A unos cuantos pasos junto al príncipe Jaehyun. Ambos disfrutaban de un jugo—. Si viniste bañate.

Rodé los ojos.

—¿Ves? —dice Jungkook viéndome desde su sitio—. ¿Te vas a meter entonces?

Inflé mis mejillas y terminé asintiendo.
Me habían convencido.

Fui deslizandome y cuando estaba ya practicamente dentro del agua, Jungkook me tomó de la cintura acercandome a él. Por inercia rodee con mis brazos su cuello.

—Uhhhhhh —molestó Lisa junto al príncipe Jaehyun.

Sentí mis mejillas arder.

—¿Tocas el piso bien? —me pregunta Jungkook.

—Aquí no es tan hondo —digo y me arrecuesto a la pared de la piscina.

—No —dice el acercandose a mi. Vuelve a sujetar mi cintura—. Por cierto ya te lo dije, pero vuelvo a repetirlo –comienza a decir–. Me encanta como te queda el color rojo.

Sonreí algo tímida —Eso significa que me estabas mirando –elevé una ceja viendolo.

Su pelo goteaba y estaba empapado. Jungkook no andaba solo en short de baño. A parte de eso, usaba un suéter de tela transparente para protegerse un poco del sol.

—Yo siempre te miré —respondió y sentí como acarició mi cintura por debajo del agua. Yo que sujetaba la tela de su suéter por abajo -en la parte de la barriga-, la jalé un poco hacia mi.

Haciendo que él obviamente se acercara más. Si es que era posible.

—Desde ese primer momento quien se robó mi atención todo el tiempo fuiste tú —se fue inclinando hacia mi y yo solo me concentré en sus bonitos ojos que me miraban directo y fijamente— y aún eres tú.

Me puse en puntillas y besé su comisura. Cerca de su labio inferior.

—Ahí no —susurra—. Aquí –se señala los labios.

—Se supone que íbamos a disimular.

—A la mierda lo de disimular.

Sonreí divertida y volví a acercarme a él y lo besé. Al principio pensé darselo corto y rápido. Pero mordí su labio inferior despacio haciendo que me mirara literalmente sorprendido.

—¿Que?. ¿No te gustó? —pregunté curiosa. Aunque sabía que ese no había sido el caso.

Dejó sus brazos apoyados encima de mi -sobre el borde de la piscina y se acercó más a mi como acorralandome. Bajó un poco su cabeza poniendo su boca a la altura de mi oído. Apartó un poco mi pelo húmedo y susurró.

—Deberías hacerlo más a menudo —su susurro, y su aliento chocando en mi piel hizo que me estremeciera.

—Antes de que hagan algo inapropiado para mis ojos —interrumpe Lisa y yo me aparto de Jungkook mientras sentía mis mejillas calientes.

Y no era exactamente por el sol.

—Eun, acompañame a comprar jugo.

—Eh...sí. Claro —asiento rapidamente. Miro a Jungkook y él me observa curioso.

Yo vuelvo a salir de la piscina y voy por la toalla para ponermela alrededor del cuerpo.

—No tardes —me dice Jungkook.

Asiento y Lisa se engacha a mi brazo.
A penas nos dirigimos hacia el lugar donde compraríamos los jugos, ella suelta un grito.

—¿Por qué siempre parece que se quieren comer? —me pregunta ella casi gritando.

—¡Lisa! —exclamo avergonzada.

—Pero si es la verdad Taeeun —dice aparentando ser inocente pero con cara de pícara—. Si no interrumpo se estuvieran devorando el alma.

En serio.
Estaba al explotar.

—Porque en vez de estar molestandome con Jungkook, ¿no hablamos de lo dulce que se ven tú y el príncipe Jaehyun? —cambio de asunto antes de que mi rostro explote por lo rojo que posiblemente deba estar.

—Solo te diré que ¡hay avance!. Y que todo va bien —dice emocionada y sin dejar de sonreír—. Solo para que ya lo sepas. Eres mi madrina.

Solté una risita —Pues me siento halagada por recibir ese puesto.

—Claro que sí —dice ella divertida.

Llegamos al lugar y Lisa pidió los jugos. Mientras esperabamos por estos nos sentamos en unos taburetes.

—Por cierto —Lisa retoma la conversación—, acerca de lo que te comenté. De si...te vas a casar con el príncipe Jungkook –especifica.

Dejé unos mechones de mi cabello húmedo tras mi oreja.

—¿Le preguntaste?

—Sí. Pero-

Abrió sus ojos sorprendida —¿Le preguntaste si se iba a casar contigo?

Reí y negué —No. De eso nada. Solo le pregunté si se quería casar. Y me dijo que él también habia venido obligado. Así como yo.

—Entonces....¿es un no? —me mira ella mientras arqueaba una ceja.

Suspiré —No lo sé.

Justo en ese momento el chico vino con los jugos. Lisa le agradeció.

—Bueno...aún hay tiempo para pensar en eso —comenta ella y asiento.

Me agacho, y Jungkook se acerca a la orilla justo frente a mi.

Le tiendo el jugo —¿No vas a meterte de nuevo? –me pregunta mientras coge el jugo.

Negué con un pequeño puchero —Me siento cansada. Creo que iré a dormir.

—¿En serio? —asiento. Él traga su sorbo de jugo—. Entonces te acompaño.

—No. No te preocupes —le sonrío—. No me voy a perder y además voy directo a mi cuarto. Tú disfruta. Nos vemos más tarde –me inclino y bajo un poco hacia el y beso su frente–. Adiós-

—No espera —me detiene. Se apoya y sube, sentandose en el borde de la piscina.

Al estar yo aún agachada estaba casi a su altura.

—¿Que pasa? —lo miré desde mi sitio.

—No quería que te fueras sin darte esto —deja su mano sobre mi mejilla y se acerca a mí dándome un beso.

No hubo lengua. Pero si movimos despacio nuestros labios, mezclamos estos. Él se alejó despacio pero sin apartarse del todo.

—Ya puedes irte —susurró viendome fijamente.

Sentía mi corazón latir rapidamente. Me acerqué entonces yo a él y lo bese de forma corta.

—Adiós...

—Adiós —me sonrió.

Le sonreí y me levanté para dirigirme a mi cuarto con mi rostro caliente y mis mejillas posiblemente sonrrojadas.
Y con el corazón a punto de salirse de mi pecho.

Suspiré como tonta enamorada, o una adolescente pensando en su crush.
A los segundos el ascensor se detuvo y las puertas se abrieron en la planta donde estaba mi cuarto. Salí de este y me dirigí a mi habitación deseosa por bañarme, dormir, y pensar en Jungkook.

—Taeeun —me detengo cuando me llaman.

Me giro y el príncipe Cha venía hacia mi. Apresura el paso hasta alcanzarme.

—Hola —le sonreí.

—¿Puedo hablar contigo? —preguntó directo.

Príncipes del 97 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤  ✔Where stories live. Discover now