Capítulo 3

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Bárbara

Es domingo estamos las cinco mujeres en un restaurante almorzando, ellas en realidad yo no puedo probar bocado, me estoy arrepintiendo de haber bebido tanto solo tengo un té helado intento aplacar el dolor que me tortura y para completar el malestar tengo varios mensajes de mi casero que amenaza con correrme si no pago los tres meses que debo, pero sé que pedir un adelanto en el trabajo no es opción, ya que Teresa me lo ha negado varias ocasiones debo buscar otras opciones sin caer en la delincuencia,

Reviso unos avisos mientras oigo a las demás hablar de arreglos de flores y vestidos, guardo algunos datos interesantes respondo un mensaje de mi madre que dice que la visite pronto ella y mi padre viven en Whittier ya que el mes próximo es su cumpleaños quedamos que si iré, desecho otros chats hasta llegar al chat con el desconocido Dios no vuelvo a beber quien sabe que pervertido será voy a borrar el numero cuando soy interrumpida por Mónica seguimos recorriendo las tiendas hasta la hora de volver pero cuando estamos por subir al ascensor escucho que me llaman es un joven quizás de mi edad, es guapo alto cabellera castaña y ojos verdes.

Bárbara qué bueno que te encuentro debo entregarte algo— lo observo con el ceño fruncido, carraspeó para pasar el momento de silencio

—Disculpa ¿nos conocemos? — el me da una media sonrisa

—Soy John fui mesero y bailarín en el club de striptease, toma dejaste esto en el barra y creo que lo necesitarás para regresar, también te acompañé a tú habitación— Me entrega el pequeño sobre donde tenía mis documentos y dinero.

—Gracias creo que con la borrachera olvidé que lo tenía, una última pregunta tú y yo ayer... nos acostamos— el niega sonriendo

—No pasó nada, solo te acompañé porque insististe al no encontrar a tus amigas me entregaste la llave de la habitación y te dejé dormida, no es apropiado aprovecharse de una mujer, hoy encontré el sobre mientras limpiaba y como estaba la tarjeta con la dirección traje las pertenencias—

Me acerco al joven

—Muchas gracias por tu gesto de caballero John, déjame devolverte la cortesía bebiendo un café o un refresco—junto mis manos y pongo la expresión del gato con botas, el sonríe mostrando su blanca dentadura.

—Está bien te veo en el bar del hotel a las siete de la noche —

—Que bien mi avión sale cerca de la medianoche nos vemos — se despide levantando la mano.

Mis amigas como buenas que son me habían dejado sola con John por segunda vez vuelvo al ascensor y no puedo evitar volver a revisar el teléfono, y leer el mensaje del desconocido y me atrevo a escribirle para pedir que se olvide de las fotografías.

<Disculpa las fotos que envié a tu número equivocado por favor bórralas olvida este error.> y lo envió.

El timbre de la caja metálica me despabila llego a mi habitación, recién son las dos de la tarde así que decido arreglar la maleta, dejando fuera la ropa que utilizaría para la salida con John y el viaje.

Se termina este loco fin de semana y debo volver a mi triste realidad de intentar no dormir bajo un puente o en una plaza porque es tan difícil y no podré ir a la escuela de Diseño deberé conformarme con conseguir un trabajo para poder subsistir, entre pensamientos y recuerdos me entrego a Morfeo.

El sonido de mi teléfono me despierta ya que las notificaciones entran las primeras son del grupo de las chicas diciendo que me esperan para una última salida vamos a un espectáculo y Mónica con su cuñada hacen una última compra para el gran día, llegamos al hotel y ya son las siete y cinco, corro al restaurante del hotel dejando atrás a las chicas con mirada divertida volteó y les enseñó el dedo medio. Llego y John tiene una bebida me siento algo apresurada y él me ayuda a no caer, su risa inunda el lugar.

— ¿Porque cada vez que te veo es en situaciones divertidas para mí?— me acomodó el cabello y lo miro sonriendo.

—Que bueno que sea un chiste andante pero no tienes idea, dime algo ¿dije o hice algo vergonzoso enfrente de ti anoche?

—Solo que estabas desesperada porque el idiota de tu casero no te deja en paz con la renta, y que necesitabas ganar la lotería para no quedar en la calle además que hace un año no tenías sexo — Me agarro la cabeza mi rostro está caliente de la vergüenza.

—Es la última vez que bebo, bueno cuéntame de ti llega el mesero con mi café frío.

Se llama John Ike es estudiante de la universidad de las Vegas de la carrera de Turismo cerca de las nueve nos despedimos con un postre y la promesa de su visita a Los Ángeles próximamente una vez que llego a la habitación me doy cuenta que tengo una serie de mensajes del desconocido

<Ahora son privadas solo para mí, no te preocupes>

<Por cierto linda me puedes decir tú nombre, no me dejes en visto>

Me atrevo a responder

<Por favor deshazte de ellas. Fue un error>

<Está bien empiezo yo me llamo Dante, ¿has pensado ser modelo?

Resoplo mientras termino de organizar mis elementos de higiene, sabía que pasaría quién sabe qué pervertido y loco sea.

<Oye pervertido, borra esas fotos y no busco propuestas indecentes, olvida que llegaron a ti esas imágenes>

Seguro se debe estar riendo de mí

<No es nada sexual aunque si tú quieres estoy disponible, dime tu nombre muñeca>

Que insistencia suspiro solo el nombre y nada más

<Me llamo Bárbara>

Aquí empieza lo bueno de la aventura de Dante y Barbara ¿están listos?

Número Equivocado, Amor CorrectoWhere stories live. Discover now