Capítulo 27

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Barbara

Una semana Después

Me siento rara como si caminara en una zona de neblina o bruma que no me deja despegar la vista hacia una luz o camino, estaré en eso que llaman limbo me habré muerto y es verdad eso que dicen que solo es como quedarse dormida, flashes llegan a mi Evan, Dante y un impacto estremecedor sangre por todo el lugar, y lo que recuerdo es un dolor lacerante en el cuerpo antes de perder la conciencia por el dolor, y el fuego. Ahora quizás pase al otro lado será el cielo o el infierno, una voz familiar me saca del sopor que intento dejar atrás

Debes volver bárbara aun no es tiempo mucha gente te necesita sobre todo tu esposo y padres, debes ser fuerte cariño.

Y ahí la veo es mi Abuela Helen mi abuela favorita ella había fallecido hace diez años, definitivamente estoy soñando pero que quiere decir cuando voy a preguntarle que significan esas palabras noto que sostiene un bebe quedo en shock porque ya lo comprendo, siento una suave caricia y un beso en la frente y ella habla antes de desaparecer

Se feliz mi lucecita...

Otra caricia hace que me remueva y mi cuerpo duele y mucho necesito respirar, una bocanada de aire hace que me estremezca, al fin puedo abrirlos ojos los siento muy pesados y una puntada hace que me quiera volver a dormir y no despertar, una luz brillante se cuela por el ventanal, el pitido de los aparatos a mi alrededor, con los ojos a medio abrir observo el lugar y lo veo se ve algo más delgado la barba desprolija y crecida, verlo allí dormido en el pequeño sillón me doy cuenta que lo amo a pesar de que últimamente se haya vuelto posesivo quiero sabe porque, y también pienso en ese extraño sueño me muevo lentamente hasta posar mis manos en mi vientre y al sentir las vendas allí comprendo que ha sido verdad pero no me reprimo y dejo salir las lagrimas como una cascada y los sollozos son cada vez mas altos veo a Dante acercarse me toma de la mano intentando tranquilizarme pero es como si mi corazón, alma y cuerpo se hubieran quebrado.

—Barbie mi amor cálmate por favor no te hace bien moverte tanto, tranquila ya va a pasar amor— los ojos azules de Dante me miran preocupados el trata de que vuelva a la realidad, sigo sus movimientos y presiona un botón a mi costado derecho y momentos después un medico ingresa al igual que una enfermera el hombre me revisa y dice cosas que no logro entender, y vuelvo a perderme en el sueño. 

 No tengo noción de cuánto tiempo dormí, ahora me encuentro sola en la habitación donde estará Dante o mi mis padres o Melisa, antes de que pueda seguir divagando la puerta es abierta Melisa entra con un vaso de lo que supongo es café, al notarme despierta me sonríe ella también se la ve cansada.

—Que bueno ya has despertado amiga, como te sientes, luego aviso al médico para que te revise— yo solo asiento

—Me alegra verte Mel donde están todos, me siento como si un camión me haya chocado, mis padres como están —

—Despacio están bien ahora mucho mejor que has despertado, sobre todo tu madre y Dante te han hecho compañía paso bastante desde el accidente después lo hablaremos llamare al médico y a tu marido para informar que volviste en sí—

—Monica  dime hace cuanto tiempo estoy aquí y que pasó con Evan lo otro ya lo sé, al menos una parte pero dime el se salvó o no— su amiga la observó en shock cuando comprendió que se refería al embarazo también tenía dudas pero no se atrevió a cuestionarla quizás después cuando ella supiera todo lo que sucedió en ese tiempo decidiría explicarse.

—Ha pasado una semana, supe por tus padres que él estuvo hasta hace dos días atrás hasta su alta, el resulto lastimado pero no tanto como tú, se que Dante lo busco pero no ha dicho nada si han hablado, lo que si se que si lo hicieron no fue una conversación amistosa, porque el señor Miller tuvo que sacarlo de la habitación para que seguridad no le prohibiera volver al hospital, ya él te contara con más calma —

Justo cuando Monica  termino de hablar Dante hizo acto de presencia, ella se despidió de ambos asegurando que volvería con su esposo al día siguiente y los dejó solos. Ninguno decía nada, un silencio se apoderó del lugar, Dante tomo asiento en una silla cercana a la cama, Bárbara estiro una mano y las unieron el dejo un casto beso en su frente, cerró los ojos para creer que era verdad ella había despertado. Se separo y se miraron ambos reconocieron el amor en la mirada del otro.

—Lo sé cariño lo sé, y créeme que seremos fuertes para volver a intentar— en la miro entonces preguntó.

—Que sabes princesa no entiendo, ¿te han dicho algo?— entonces ella le explico

—Se que perdimos al bebe tranquilo puedo explicarte con calma como lo sé— y así lo hizo de forma pausada para no fatigarse, Dante le había dicho que descanse, pero ella le explico el sueño o experiencia que tuvo mientras su coma inducido al inicio a ambos les fue extraño comprender porque habían pasado eso, pero quizás fue una señal y manera de enmendar todo lo sucedido comprendió Bárbara.

Luego él le explico que cuando la sacaron del auto de Evan estaba inconsciente pero viva de milagro, tenia algunas cicatrices del fuego pero el medico le explico a Dante que con tratamientos podrían borrarse o al menos mejorar el aspecto, también que con el impacto perdió al bebe de casi dos meses de gestación pero no resistió, y debieron hacerle un legrado para salvar su vida. Después del aborto también notaron que su bazo no estaba bien por los golpes así que el autorizo otra intervención.

Bárbara se sentía afortunada por estar viva triste por haber perdido el embarazo y horrorizada por la cantidad de cicatrices que debe de tener su cuerpo, no pudo reprimir la pregunta un tanto banal, pero debía saberlo.

—Debo parecer Frankestein ¿aun así me amaras?— Dante sonrió y acaricio el rostro.

—Te amare como sea, se que eres una mujer hermosa de cuerpo y alma no me importaran esas cicatrices, porque son la muestra de lo que sobreviviste eres una mujer valiente y muy hermosa para mí—

Afirmo sus palabras con un beso amoroso y profundo, y Bárbara pudo sentir que Dante era sincero en sus palabras y sus besos. 

Número Equivocado, Amor CorrectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora