Capitulo 16

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Dante

Haber comenzado mi mañana de la forma que lo hice se sintió tan bien, la noche que pasamos con Bárbara fue magnífica, sentirla tan entregada tan mía a pesar de que todavía no se hablaron de que sentimos el uno por el otro, y el compartir una ducha con ella tuvo otro significado, verla reír conmigo me gusto, pero como dicen por ahí no todo es color de rosa y nuestra burbuja fue rota por mi querida madre, me molesto que quisiera manejarme, cuando nunca le importe eso es algo que no puedo entender porque su trato casi aborrecimiento que ha sentido y manifestado siempre hacia mí. Saber que Bárbara escucho la forma en que ella hablaba de su persona es algo que ni ahora ni nunca voy a tolerarlo, ya estamos listos para enfrentarnos a la fiera, bajamos tomado de la mano y la vemos dando vueltas, no puedo evitar un deja va cuando veo la escena y recordar a Dalila y la misma noche que Bárbara y yo nos escribimos, llegamos a ella y voltea a vernos nos observa sin decir nada, se puede sentir el aire tenso en la sala, ella se acerca mira de arriba abajo a la castaña, puedo notar que Bárbara se tensa pero la veo aproximarse a mi madre y esboza una sonrisa algo incomoda.

-Buenos días señora encantada de conocerla, soy Bárbara Bell -

-Bárbara Miller cariño, ahora eres Miller- ella me observa y da un pequeño beso, nos sentamos en el comedor y mi esposa queda en frente de mi madre y por su expresión la está estudiando y desafiando, es la misma mirada que me dio cuando nos vimos por primera vez.

-Reconozco que eres bonita, pero Dante podías conseguir algo mejor como esposa una más refinada de tu círculo, aunque quizás te dejaste seducir por la señorita y debe ser muy buena compañía en la cama- la señora que dice ser mi madre termina de lanzar su veneno y yo intento apaciguar los ánimos.

-Puede que no sea la mujer más fina del mundo pero al menos no voy esparciendo mierda por ahí, y me disculpo contigo amor, pero no pienso estar frente a esta dama y que me trate como basura, un placer suegrita- ella me observa y se levanta dejándome a solas con mi madre. La veo en un caminar recto pero está moviendo las manos en forma de puños, se pierde en el jardín.

-Te deje claro que no te permitiría insultos hacia mi esposa, y si terminaste de arruinar el día conoces el camino a la salida - me dirijo al despacho porque sé que Bárbara necesitara tiempo la observo hablar por teléfono y mientras ella se calma decido hablar de esto con mi padre necesito sus consejos de cómo lidiar con mi madre y su peculiar modo de tratarme, en realidad nunca entendí su actitud hacia mí.

Bárbara

Estoy en el jardín de la casa tratando de apaciguar la ira que esa señora despertó en mi, aunque el apelativo que mejor le queda es el de víbora porque solo veneno ha tirado contra mí y su hijo, debo decir que me dolió ver la manera de tratar a Dante y en sus ojos solo note desprecio. Tomo el teléfono y decido llamar a mis padres para aclarar todo y asi evitar una segunda hecatombe ella me responde le explico la situacion y también comienza el sermón, mi madre tampoco es fácil de tratar

-Bárbara Bell te has vuelto loca y cuando pensabas contarme esto cuando fuera abuela de siete nietos─ me señala con el dedo acusador.

-Ya cálmate mama y no serás abuela de siete pero quizás tres o cuatro- resoplo ante su alteración. Mi padre la intenta calmar hasta que el habla ahora.

-Quiero conocer al joven que me ha dejado sin mi hija y comprobar si te cuidara como se debe. Después de hablar con ellos ya me encontraba mas tranquila aun me faltaba hablar con Monica ella haría el doble de drama que mi madre. Volví a ingresar al comedor pero no encontré a Dante, recordé su despacho que era lo que conocí primero iba a tocar cuando escuche que hablaba con alguien.

Si ella es lo que necesito...

Número Equivocado, Amor CorrectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora