Jungwon un omega que solo visitaba uno de los hoteles más lujosos de Corea, encuentra a su destino, el cual está comprometido, un alfa rubio llamado Jay.
¿Todo saldrá bien?
◇ Jay: top.
Jungwon: bottom.
◇Omegaverse .
◇Mención de otras parejas.
◇Adap...
Jungwon se encontraba sentado frente Jay mientras cenaban algo ligero.
—¿J-Jay te puedo preguntar a-algo sin que te enojes?— El mayor solo asintió mientras bebia de su café—. ¿Por qué quieres a mi bebé?
Jay dejo su vaso mientras juntaba sus manos frente a su rostro.
—Sunoo y yo no hemos podido tener hijos—. Habló Jay con tanta frialdad en sus palabras.
Jungwon abrió sus ojitos, y se arrepintió al instante de haber preguntado.
—Y-yo lo siento no sabía que el señor Sunoo no podía tener—. El Omega bajo su cabeza mientras jugaba con su short.
—Si puede pero conmigo no—. Jay se encogió de hombros.
—Pero yo estoy-
—No podemos tener porque el no es mi pareja destinada, mi parte humana es el que lo quiere mientras que mi lobo lo desprecia—. Jay jugaba con los tenedores—. Buenas noches.
Jay se levantó dejando con la boca abierta a Jungwon.
—¿Entonces por eso se adelantó mi celo en el hotel?—. Habló Jungwon confirmando sus sospechas.
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Jungwon terminó de lavar sus dientes y se recostó en la cama de la habitación.
—Espero te haya gustado la cena cariño, y no hagas a papi vomitar— Jungwon acariciaba su vientre de dos meses.
Sin duda alguna vivir ahí por 7 meses más le parecía un reto, sobre todo cuando Sunoo se enterará de la situación.
Entre pensamientos y cansancio, termino dormido mientras abrazaba la almohada con el olor de Jay, intentando sentirse seguro junto a su cachorro.
Despertó aproximadamente una hora después por un peso encima en su cintura.
Se levantó asustado, para toparse con que el antebrazo de Jay rodeaba su cintura, el alfa tenía una sonrisa pintada en sus labios, mientras se escuchaban pequeños ronroneos.
Sin nada que decir y más contento que nunca, se recosto de forma que quedó escondiendo su rostro en el cuello del alfa, aspirando su olor a menta.
—Te quiero Omega, a ti a mi cachorro— Jungwon ronroneo agusto sabiendo que al despertar se arrepentiría.
El Omega se acercó hasta quedarse recostado entre los brazos del alfa, sintiéndose seguro y protegido.
Empezó a dejar besitos en el cuello del alfa, quien bajo sus manos hasta las caderas de Jungwon
—Mgh Jungwon ~—. El Omega no se detuvo y subió sus besos hasta la mandíbula del mayor, dejando pequeñas mordidas en el.
—Alfa~— Jungwon se apegaban más al mayor, necesitaba que se sintiran protegido.
Jay abrió sus ojos y bajo sus labios hasta los contrarios, Jungwon se quedó impactado pero siguió el beso colocando sus manitas en el pecho del mayor.
Saboreando sus labios mientras pequeñas mordidas se hacían presente en los labios del menor.
Se separaron con una sonrisa tímida en sus labios.
—Y-yo lo siento.
Jay negó y dejo un beso en su frente.
—Yo también lo quería.
Jungwon se sonrojo y se acercó a Jay reposando su mejilla en el pecho del alfa, quedándose dormido al instante con los latidos del contrarios, relajándose.
