15

2.9K 278 149
                                    

Maratón 3/4

Jungwon y Jay llegaron a un lujoso restaurante, se sentía fuera de lugar, mucha gente importante y adinerada, pero su mano entrelazada con la del alfa, lo hacía sentir seguro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jungwon y Jay llegaron a un lujoso restaurante, se sentía fuera de lugar, mucha gente importante y adinerada, pero su mano entrelazada con la del alfa, lo hacía sentir seguro.

Llegaron a una de las mesas disponibles y tomaron asiento.

—Jay, hubiera preferido algo de comida rápida, aquí hay gente con mucho dinero— Jay negó.

—Olvida eso, apartir de ahora nuestras citas serán especiales, te mereces lo mejor—. Jungwon se sonrojo cuando Jay tomó su mano por encima de la mesa y comenzó a acariciarla.

—Esta bien, pero para la otra avísame para vestirme mejor.

—Jungwon— El nombrado levantó su cabeza.

—¿Paso algo?— El mayor negó.

—Solo quería preguntar algo y tienes el derecho de responder con un no, pero— sus manos sudaban pero Jungwon solo reía por el nerviosismo del mayor— Yo quisiera saber si puedo empezar a cortejarte.

Jungwon bajó la mirada con un sonrojo en sus mejillas

—S-

—Buenas tardes ¿que van a ordenar?— La mesera Omega interrumpió.

—Oh, buenas noches yo quiero-

La mesera interrumpió de manera grosera a Jungwon quien se achico en su lugar y Jay lo notó.

—¿Todo bien Park?

—Primero que nada, para ti soy el señor Park, en segunda no vuelvas a interrumpir a mi Omega porque hago que te despidan y por última, deja te soltar tus apestosas feromonas que me dan asco.

—¿Él es su Omega?—Ignorando lo dicho la mesera escaneo a Jungwon con una mala cara.

—Si soy su omega.

—Por ahora—. rió la menor.

—No, incluso estoy esperando un cachorro, me la metió y se corrió tantas veces en mi que ni siquiera un condón pudo soportarlo, idiota—. La menor agachó la cabeza avergonzada.

Jay rió y tomó la mano de Jungwon para ayudarlo a levantar.

—Vete despidiendo de tus compañeros—. Dicho eso la pareja salió del restaurante.

Jungwon iba en el lado del copiloto mientras miraba por la ventana y Jay manejaba.

—¿E-Estas e-enojado?— Jungwon negó—. ¿Entonces?

—M-me siento mal por contestarle asi a la mesera del restaurante—. Cubrió su rostro comenzado a sollozar, y Jay ahogo una risa, las hormonas estaba empezando a afectar en su Omega

Estacionó su coche para prestarle atención a Jungwon.

—Cachorro, está bien— Jungwon levantó su rostro mostrando sus mejillas mojadas— No hiciste nada malo, ya no pienses en eso.

Jay se acercó a Jungwon y dejo un beso en su mejilla.

—Ahora iremos a casa a comer algo, ¿te parece si pedimos los fideos apestosos que querías?— Jungwon se rió y asintio.

—Esta bien Jay.

Durante el camino Jungwon y Jay, reían burlándose de lo avergonzada que la mesera se puso.

Entre tanta burla, llegaron a casa.

Jay bajo primero para abrir la puerta de Jungwon, quien se sonrojo por el gesto, no estaba acostumbrado a la atención de Jay.

—Puedes ir a tomar un baño mientras llamo al repartidor—. Jungwon asintió.

Pasada 1 hora, la dichosa comida llegó.

Jay envío un mensaje a Jungwon para que bajara.

Sus ojos brillaron al ver al Omega recién bañado, con su pijama rosa puesta y unas calcetas blancas, y su pancita era la más hermosa.

—¿Tengo algo en la cara?— Jay negó sacudiendo su cabeza.

—Ya está llego la comida, siéntate voy por ella.

Jungwon esperaba un platillo sencillo y una lata de refresco pero casi babea al ver que Jay pidió casi todo lo del menú.

—¿Vendrá alguien más?—El mayor negó y comenzó a abrir las bolsas.

—No sabía que te gustaba, así que compre todo.

—Debió haberte costado una fortuna Jay, ¿podemos regresarlo?—El mayor se rió.

—Cariño, tan solo la mansión cuesta 10 millones de dólares, pagar unos cuantos Miles no me molesta y luego son para mis cachorros—. Jungwon se sonrojo por el apodo—. Ahora ven acá.

Jungwon se acomodo entre los brazos de Jay, recostó la espalda en el pecho del más alto, minetras este acomodó su barbilla en el hombro.

—Te quiero Jungwon.

El Omega ronroneo agusto cuando Jay comenzó a acariciar su vientre y besar su cuello, el lugar donde iría la marca.

― También te quiero Jay.

Jungwon miro hacia arriba topandose con el rostro de Jay, quien se agachó y roso sus labios para luego besarlos.

—Ahora a comer, más tarde te doy mimos.

Jungwon asintio mientras tomaba un tazón de fideos.

Jungwon asintio mientras tomaba un tazón de fideos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿No todo es color rosa, lo saben verdad?

💫 Perfecto error 💫 JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora