💫 Perfecto error 💫 Jaywon

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Maratón 1/4

2 días antes.

Jay estaba recogiendo sus cosas, iría a una de sus cafeterías favoritas por unos postres, hoy era un día con poco trabajo y que mejor que ir por algo para beber y comer.

Salía de la compañía para montar su Mustang negro.

Mientras su música resonaba desvió su cabeza hacia la banqueta.

Y no notó a un chico muy parecido a Sunoo.

Estacionó su coche detrás de un edificio y salió para ir a dónde había visto a aquel chico.

Con cuidado de no ser visto, se acercó un poco, y si, como lo sospechaba.

Era Sunoo.

Tal vez habría vuelto antes, pero antes de regresar vió como un chico de cabellera roja lo abrazaba por la cintura tan cálidamente.

Su parte humana se sentía triste pero su lobo estaba feliz.

"Nuestro verdadero Omega nos espera en casa, junto a nuestro cachorro"—. habló su lobo quien movía su cola feliz.

Vio como Sunoo entrelazaba su mano con la del más alto.

Jay solo asintio, regreso a su auto, no sin antes pasar por su comida y bebida.

Jay y Sunghoon bebían de los cafés, mientras esperaban que su hora de almuerzo pasará.

—Estas muy callado ¿no?— Sunghoon dió un mordisco a su panecillo mientras esperaba respuesta del mayor.

—Ví a Sunoo— Dijó sin más.

—¿Ya regreso?, ¿no volvía mañana?— El mayor negó

—Lo ví con un chico muy cariñosos, tomados de la mano—. Sunghoon solo asintió.

—¿Estás triste?— el mayor nego y sorbió de su café.

—Algo confundido, pudo haber terminado conmigo directamente, y lo hubiera aceptado.

—A veces la gente es tan estúpida— El mayor asintió.

—¿Y ahora que harás?

—Esperaré a que llegue a casa y anularle la boda al igual que nuestro noviazgo, bueno creo que ni noviazgo era—. Sunghoon rió por el sarcasmo de Jay.

—¿Seguirás con Jungwon?

—Es mi destinado, mi lobo lo quiere y yo.....estoy empezando a hacerlo—. Las mejillas de Jay se sonrojaron levemente.

Había sido imposible no empezar a querer a aquel omega de mejillas esponjosas.

Y aún mejor, llevaba un cachorro suyo, aunque no había concebido de la mejor forma, era su pequeño cachorro, solamente suyo al igual que su Omega.

—No que no te ibas a dejar mangonear por ningún Omega—. Jay frunció el ceño

—Yo soy el alfa y soy el que manda.

—¿Entonces si te quedarás a dormir esta noche Jay?— Jungwon hizo un puchero mientras se afienzaba a la cintura del mayor y reposaba su cabeza en el pecho del más alto.

—Si cachorro me quedaré a dormir aquí contigo.

Jungwon levantó su rostro y asintio, sus mejillas se sonrojaron, estaba tan cerca del mayor que hasta podía sentir su aliento.

Se levantó en puntillas y dejo un tierno besito en los labios del mayor, quien solo lo abrazó por la cintura.

—L-lo siento.

Jay negó y dejo un beso en su frente.

—Esta bien, ahora a dormir.