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Jungwon despertó y lo primero que vio fue a Jay abrazándolo por la cintura mientras mantenía la nariz olfateando su cuello dónde se encontraba su glándula de olor.

Se intentó levantar pero fue un intento en vano, Jay no lo dejaba de abrazar y soltaba pequeños gruñidos en modo de apelación.

—Levántate

Jungwon escuchó un gruñido, supo que el lobo de Jay era el que estaba cariñoso, el mayor nunca sería así, apesar del mes que llevaban conviviendo, su corazón se encogió, su Omega anhelada que el alfa lo quisiera.

Empujó a Jay quien cayó del otro lado de la cama.

Rápidamente entro al baño, escondiendo su risa con una se sus manos.

Quitó su ropa y entro a la tina, preparándola con agua tibia y un poco de esencia de rosa, sobaba su vientre mientras se desahogaba un poco, se sentía frustrado con el tema de su bebé.

Sobaba su vientre de 3 meses, mientras las lágrimas saladas caían por sus mejillas, dolía su corazoncito, temía que su bebé no sobreviviera.

Su madre la había comentado de pequeño que cuando un Omega estaba en cinta, la marca de su alfa era necesaria, ya que con esta se sentiría protegido.

—M-me t-tienes a mi, s-siempre e-estaré aquí b-bebé.

Jungwon logro calmar su llanto, no quería que se enterará Jay mucho menos la abuela Sorn.

Salio de la tina y comenzó a vestirse, aplicar sus cremas y lavar sus dientes.

Salió y vio a Jay sentado en el borde

de su cama, desvió sus vista, tratando que no viera sus ojos rojos.

—¿Me estás ignorado Jungwon?

—No.

Jay se levantó y tomó del antebrazo al menor, quien tenía su mirada agachada.

—Volteame a ver—. Jungwon negó.

Jay tomo de la barbilla al menor e hizo que lo mirará a los ojos.

—T-te odio J-Jay—. El mayor abrazo a Jungwon quien temblaba en sus brazos.

—Calma, al bebé le puede hacer mal—. El Omega se separó, el cachorro era lo único que le importaba.

—E-estúpido, ¡¿P-por qué me e-embarazaste?!— Jungwon sollozó y empujó a Jay, tomo sus cosas que estaban en una mochila para salir de la habitación.

Jay no pudo detenerlo, solo jaló sus cabellos en desesperación, colocó sus zapatos, salió de la habitación y bajo hasta la sala donde estaba la abuela Sorn.

—Abuel-

—¿Qué le hiciste a mi nieto?— Jay frunció el ceño.

—N-nada.

—¿Entonces porque se fue llorando?— Jay no respondió, ni siquiera él sabia.

¿Dónde podría estar Jungwon?

Jungwon lloraba en los brazos de su mejor amigo, un alfa de cabellos rojizo, Ni-ki

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Jungwon lloraba en los brazos de su mejor amigo, un alfa de cabellos rojizo, Ni-ki.

—Esta bien Won, no llores, recuerda tu bebé—. El Omega entendió y se calmó un poco.

Conocía a Ni-ki desde pequeños, prácticamente se criaron juntos, eran como hermanos, si Jungwon lloraba ahí estaba Ni-ki para abrazarlo, si Jungwon estaba triste ahí estaba Ni-ki para hacerlo reír, Ni-ki era su alma gemela, porque no siempre tiene que ser tu pareja.

—Cuéntame—. Jungwon se alejo de Ni-ki y comenzó a jugar con las mangas de su sudadera.

—C-como p-pudiste notar en mi olor, e-estoy en cinta, y el papá de mi b-bebe, está c-comprometido—. Jungwon talló sus ojitos.

—¿Lo quieres?— Jungwon asintio.

—Mi bebé y yo lo necesitamos, me siento solo y no q-quiero que a mi cachorrito le pase algo, no q-quiero p-perderlo Ni-ki.

El pelirojo se acercó al Omega y lo abrazo, dejando que se desahogará en su hombro.

—Quédate a dormir aquí, sabes que está es tu casa, si no te hace bien verlo, vete de ahí y yo te ayudaré a criar tu cachorro—. Jungwon asintio.

💫 Perfecto error 💫 JaywonWhere stories live. Discover now